Infografías del diseño de la Torre Chipperfield en el puerto de Málaga.

Infografías del diseño de la Torre Chipperfield en el puerto de Málaga.

Málaga ciudad

La Torre Chipperfield en Málaga: un negocio de 150 millones para el Puerto… si llega a construirse

La previsión es que los promotores paguen alrededor de 3 millones al año durante los 50 años de concesión. La operación sigue supeditada a la decisión de los tribunales, primero, y del Consejo de Ministros, después.

Más información: La Torre Chipperfield en Málaga: una gigantesca 'pantalla' de 59 metros de ancho y 144 de alto con "doble piel"

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"La Torre no es nuestro proyecto más estratégico". La afirmación corresponde a Carlos Rubio, presidente de la Autoridad Portuaria de Málaga, institución que desde hace una década viene promoviendo la construcción de un hotel de lujo sobre los terrenos ganados al mar tras la ejecución del dique de Levante.

Con este mensaje, el dirigente no restaba valor a la iniciativa privada, pero sí enfatizaba el hecho de que para la institución portuaria hay operaciones esenciales para garantizar su futuro logístico, caso del nuevo muelle 8.

Por más que esto sea cierto, el negocio que rodea a la iniciativa liderada por Al Alfia y Hesperia es especialmente lucrativo para las arcas del Puerto.

Cualquier análisis relación con este complejo queda necesariamente supeditado, primero, a la decisión de los tribunales sobre los recursos presentados por la Plataforma Defendamos Nuestro Horizonte y la Academia de Bellas Artes de San Telmo. Y, segundo, al dictamen final del Consejo de Ministros.

Esta circunstancia no impide dibujar el impacto económico que tendrá la construcción de la torre diseñada por David Chipperfield, ya desvelada en todas sus dimensiones.

Ajustando la mirilla únicamente en la parte portuaria, la adjudicación formal de la concesión por un periodo de 50 años de la parcela seleccionada para el hotel podrá suponer unos 150 millones de euros.

La cifra resulta de aplicar el pago al que se comprometen los socios privados a cambio del derecho a edificar y explotar el complejo durante medio siglo. De acuerdo con los cálculos manejados, el abono anual puede rondar los tres millones.

Y ello como consecuencia de aplicar la tasa de ocupación de los alrededor de 17.000 metros cuadrados del espacio situado junto a la estación de cruceros y la tasa de actividad. Esta última directamente vinculada a la explotación del futuro establecimiento hotelero, que será un 5 estrellas Gran Lujo, así como los usos comerciales previstos.

Infografías del diseño de la Torre Chipperfield en el puerto de Málaga.

Las imágenes del proyecto evidencian el impacto que el proyecto tiene sobre el entorno. A los 144 metros de altura de la ediciación principal, que dará cabida a un centro de convenciones de unos 2.500 metros cuadrados, hay que sumar su anchura, de 59 metros.

Desde el despacho de Chipperfield se justifica la envergadura del complejo por la intervención que se pretende acometer en el paseo existente desde La Farola hasta el dique de Levante, que será transformado, potenciando su uso ciudadano y vegetal.

Se apuesta por un sistema de itinerarios que prioriza la movilidad sostenible, rebajando el peso del tráfico de coches y autobuses y dibujando carriles bici y zonas peatonales a diferentes alturas. Para ello, elimina carriles de circulación y bolsas de aparcamiento, con el fin de ampliar el paseo central y las zonas verdes.

El edificio planteado destaca por su "doble piel" en las fachadas superiores. Con ello se quiere optimizar el comportamiento térmico y energético, mejorando el confort interior y proporcionar una imagen arquitectónica abstracta en el paisaje.

La primera de las pieles estará compuesta por una fachada de vidrio "de altas prestaciones" en los niveles de habitaciones y espacios comunes, garantizando grandes aperturas a las vistas y una óptima eficiencia energética.

En este sentido, se indica que el sistema de lamas verticales y horizontales, además de configurar la imagen exterior del edificio, reduce la incidencia solar directa, mejorando el confort térmico y lumínico en las estancias interiores.

Detalle de la fachada.

Muelle Uno y marina de San Andrés

Para mediar adecuadamente la dimensión de estas cantidades, basta decir que en los últimos años el proyecto que más ingresos reporta al Puerto es el centro comercial Muelle Uno.

Con los datos de 2024 en la mano, los promotores del espacio abonaron alrededor de 1,5 millones de euros incluyendo ocupación y actividad. Es la mitad de lo que, según las estimaciones, reportará la torre.

Otro ejemplo de los proyectos de transformación que tomará forma en los próximos años en el recinto, la marina de San Andrés, también contempla unas aportaciones mayúsculas a la Autoridad Portuaria.

De acuerdo con la memoria económica del proyecto ganador, liderado por Marina Málaga San, con Al Alfia como pilar fundamental, en los 50 años de concesión otorgados el Puerto recibirá unos 147 millones de euros en tasas y tarifas.