Vistas de Málaga desde las grandes torres del litoral oeste.
El boom de los pisos en locales comerciales: Málaga autoriza casi 170 operaciones en los primeros seis meses
Los cambios de uso autorizados por la Gerencia de Urbanismo entre enero y junio permitirán disponer de unas 270 viviendas.
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A la espera de que el Ayuntamiento de Málaga tome cartas en el asunto, la moda por habilitar viviendas en locales comerciales sigue imparable.
La oportunidad de negocio que se abre en estos cambios de uso se ve alimentada en los últimos meses por las restricciones impuestas por la Gerencia de Urbanismo a las viviendas turísticas.
Como consecuencia, sólo se autorizan aquellas que puedan garantizar acceso independiente al resto del inmueble. Una premisa que, de facto, apenas cumplen las plantas bajas.
Sea por este motivo o por cualquier otro, el hecho indiscutible es que el número de autorizaciones otorgadas por el Consistorio para proceder a esta adaptación del uso comercial al residencial siguen creciendo.
Muestra de ello es que en los primeros seis meses del año son ya 170 los expedientes de ajuste urbanístico tramitados y avalados por Urbanismo. Los últimos de este global, correspondientes al mes de junio, van a ser objeto de información este jueves en la próxima sesión del Consejo de Administración de la Gerencia de Urbanismo.
Como resultado de estos permisos, los promotores de esas iniciativas pretenden generar cerca de 270 viviendas. Un parámetro que da buena muestra de la voracidad residencial que se ha instalado en la capital de la Costa del Sol.
Datos anteriores
Este balance que se puede hacer de la primera mitad de 2025 constata la oportunidad que para muchos representa la conversión de una antigua tienda. Y ratifica que el fenómeno mantiene la pujanza ya demostrada en 2024.
La anualidad pasada, según los datos recogidos por EL ESPAÑOL de Málaga tras analizar las licencias de obras concedidas por Urbanismo, el Ayuntamiento dio luz verde a casi 390 intervenciones de esta naturaleza.
Permisos de obra que afectaban a unos 460 locales comerciales distribuidos por la práctica totalidad de distritos de la ciudad. El desarrollo de los trabajos planteados, que no siempre se llevan a efecto, permitirían poner en el mercado más de 670 viviendas.
Endurecimiento del control a los pisos turísticos
Aunque no existe un documento formal que establezca una relación directa, parece evidente que el salto exponencial de este tipo de operaciones inmobiliarias viene a coincidir con la decisión del Ayuntamiento de endurecer las medidas de presión sobre las viviendas turísticas, en el intento de poner coto a la apertura de nuevos alojamientos.
De hecho, meses atrás la propia concejala de Urbanismo, Carmen Casero, admitía la intención del equipo de gobierno de tomar cartas en el asunto y, en la medida de lo posible, controlar que los locales que se reconvierten en viviendas no sean usados para seguir aumentando la oferta de alquiler de corta duración.
Casero hablaba de exigir a los promotores de estas operaciones que esas nuevas viviendas sean destinadas al alquiler de larga duración. Es decir, el objetivo sería impedir que sirvan para seguir ampliando la bolsa de pisos turísticos.
La incidencia de esta medida, en caso de concretarse, se dejaría notar sobre buena parte de la ciudad, pero no sobre toda, ya que desde principios de año está vigente la modificación urbanística que prohíbe la puesta en funcionamiento de nuevos pisos turísticos en 43 barrios de la capital. Las zonas afectadas se corresponden con aquellas donde el porcentaje de estos alojamientos es mayor.