Paulo, en el bloque donde ocurría todo.

Paulo, en el bloque donde ocurría todo.

Málaga ciudad

Paulo, el héroe que salvó a un vecino en Málaga tras un paro cardíaco: “Lo personal queda a un lado en un caso así"

Aunque la relación entre ambos no era estrecha, este ciudadano no dudó en intervenir y practicarle la RCP durante media hora hasta que llegaron los sanitarios. Su labor fue clave para que siga vivo.

Más información: El nuevo 'Héroe' de Sostoa: un migrante salva a una mujer que estaba en 'shock' con las inundaciones en Málaga

Publicada

Lo que empezó como una noche cualquiera en un edificio de la calle Mirabra, en el distrito de Cruz de Humilladero de Málaga, pronto se convirtió en una escena casi de película que estuvo a punto de culminar en tragedia si no llega a ser por Paulo, un padre de familia que no dudó ni un segundo en reaccionar para salvar la vida de un vecino que estaba sufriendo un paro cardíaco. Su rápida actuación, dice, fue aplaudida por los sanitarios. "Me dijeron que sin mí no lo estaría contando", expresa orgulloso.

Todo comenzó la noche del lunes, 12 de mayo. Aún faltaban unos minutos para que dieran las 22.15 horas y Paulo se encontraba durmiendo a su hija pequeña. Estaba ya acostado y prácticamente con los ojos cerrados cuando escuchó de golpe muchísimo ruido y gritos. "¡Socorro, socorro!", escuchaba desde fuera de su vivienda.

Salió tal y como estaba, en calzoncillos. No le dio tiempo a vestirse. Su vecino de al lado, con el que comparte rellano, estaba en el suelo, sin pulso, y morado. Su pareja tenía la cara desencajada y él, a pesar del estado de shock inicial, reaccionó con rapidez. Inmediatamente comenzó las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), que mantuvo durante más de media hora, hasta la llegada de los servicios sanitarios.

"Antes de llamar al 112, a las 22.20 horas, ya empecé a reanimarlo", explica. "Tardaron unos 30 o 35 minutos... cuando subieron a la casa, le dieron la primera descarga y ya lograron el pulso", declara. La intervención fue crítica. La descarga del desfibrilador recuperó el ritmo cardíaco del hombre, de 73 años, permitiendo estabilizarlo antes de su traslado al hospital.

Actualmente, permanece ingresado, aunque según la información recibida por Paulo por parte de su entorno, parece que evoluciona bien y que en breve recibirá el alta tras hacerle un catéter.

Lo más sorprendente del caso es que, a pesar de no mantener la mejor relación con el vecino —alguna vez se les había quejado por ruido—, Paulo no dudó en actuar. "En este tipo de situaciones, lo personal queda fuera de todo. Solo piensas en ayudar y salvar una vida", asevera Paulo.

Durante la maniobra de reanimación, Paulo tuvo que mover al hombre de la cocina al pasillo para facilitar el acceso al equipo sanitario. "Lo saqué, lo saqué arrastrando del brazo hasta que lo puse en el pasillo", recuerda. "Después de eso, pudieron seguir entubándolo y dándole dedicación hasta llevarlo al hospital".

Paulo no es sanitario. Trabaja en una empresa de mantenimiento, pero asegura haber vivido múltiples experiencias en la calle que le han permitido saber reaccionar en momentos críticos. Natural de Portugal, explica que en su puesto de trabajo en el país vecino tenía que pasar tiempo en el coche para volver a casa y se encontró todo tipo de situaciones.

"Como yo llevaba muchas herramientas por mi trabajo, en más de una ocasión intermedié para sacar a personas atrapadas de sus coches. En algunos casos, me encontré de todo... Y uno va aprendiendo de la actuación de los profesionales y de lo que ve", sostiene.

Además de los conocimientos básicos en primeros auxilios, destaca la importancia de mantener la cabeza fría en este tipo de situaciones. "Ya no es la preparación, es el corazón frío para poder hacer eso", añade.

Su gesto heroico fue clave para salvar la vida del vecino. El propio equipo sanitario le dijo a Paulo que de no estar ahí, no lo estaría contando. Ya estabilizado, Paulo solo espera que pronto pase todo y vuelva a casa cuanto antes el vecino infartado. Mientras tanto, las amigas de su mujer bromean con él diciéndole que "vale igual para colgar un cuadro que para salvar una vida" y la pareja de este vecino le agradece cada vez que le ve lo que hizo. "Sin ti no lo tendría conmigo", le dice.