2027 es el año fetiche de la Junta de Andalucía con Málaga. Ese es el ejercicio en el que, de acuerdo con los compromisos iniciales, deben estar finalizados dos de los grandes proyectos anunciados para la capital de la Costa del Sol: la prolongación del Metro hasta el entorno del Civil y la ejecución del Nuevo Hospital, llamado a ser el mayor edificio público de Andalucía. Ambas operaciones, a la espera de mayor concreción, suman una inversión próxima a los 600 millones de euros.

Y aunque desde la Administración regional se sigue avanzando en el camino trazado para acometer estas dos operaciones, la realidad es que ninguna de ellas estará completada en 2027. Por más que no existe confirmación oficial al respecto, un simple análisis del escenario en el que se mueve cada una de estas obras permite concluir en este sentido.

Bien es cierto que mientras los trabajos de extensión del suburbano hacia la zona norte ya son una realidad, el tercer hospital sigue a la espera de que la Consejería de Salud dé luz verde al proyecto constructivo presentado a finales de 2023 por el equipo técnico adjudicatario.

Nuevo Hospital

Zona de Urgencias del nuevo hospital de Málaga.

Tras los numerosos anuncios realizados en los últimos mandatos, señalando la posibilidad de que se pusiera en marcha la obra, la realidad es que habrá que esperar al menos a los primeros meses de 2025 para ver operarios en el tajo. Antes de ese momento, Salud tiene que resolver favorablemente los documentos que sirven de base para la futura ejecución.

Y sólo en ese momento estará en disposición de licitar la contratación de la obra. Aunque sin un calendario claro, no parece factible pensar en que la intervención sea formalizada antes de los últimos meses de 2024, posponiendo al año siguiente el arranque de la actuación. 

¿Y desde ese momento? Según fuentes conocedoras de la actuación, los trabajos para levantar el edificio de aparcamientos de 2.000 plazas y el propio complejo hospitalario, con sus cuatro torres de 15 plantas (12 de ellas sobre rasante) y sus 270.000 metros edificables, necesitarán de unos 4 años. Incluso en el supuesto de que se puedan acelerar los plazos, no parece previsible que el edificio fuese una realidad antes de finales de 2028 o 2029.

Metro al Civil

Con el trazado del ferrocarril urbano al Civil pasa algo parecido. Bien es cierto que en este caso hay parte del camino ya recorrido. De hecho, desde el pasado mes de enero se vienen desarrollando los trabajos de desvíos de servicio imprescindibles para que, posteriormente, se afronte la fase de ejecución del túnel en la primera parte del trazado, que afecta a la calle Hilera.

Atendiendo a los plazos de la oferta ganadora, liderada por Sando, la construcción de este subtramo tiene un plazo de 3 años, incluyendo infraestructura y superestructura. Esto hace que, en el mejor de los casos, esta pieza, con 637 metros de longitud, podría estar terminada en los primeros meses de 2027. Sin embargo, lo haría a falta de disponer de instalaciones y comunicaciones, entre otros elementos clave para el funcionamiento del Metro.

Pero como hemos apuntado se trata del primero de los tres subtramos en los que se ha dividido el recorrido, de 1,8 kilómetros. ¿Qué ocurre con el resto? La previsión de la Consejería de Fomento es la de impulsar la contratación del segundo de los tajos, entre Hilera y La Trinidad, a principios del próximo mes de junio, con un presupuesto inicial de 48.278.302,13 euros, sin incluir el IVA. En cuanto a la última pieza, que se extiende entre La Trinidad y el Hospital Civil, con un valor estimado de 52.320.959,40 euros (sin IVA) la idea es que sea en octubre cuando se ponga en marcha el concurso.

Dada la experiencia ya existente, la adjudicación de ambas partes no parece que vaya a ser inmediata, con lo que no es descartable que nos vayamos a los primeros meses de 2025 para que la contrata pueda estar en disposición de activar esa parte de la operación.

Tomando como base este posible calendario, la opción de que sólo la infraestructura y superestructura del Metro estén finalizadas se diluye. A ello hay que sumar que habrán de ser objeto de nuevas licitaciones contratos clave como el de instalaciones y comunicaciones, que podrán compatibilizarse parcialmente con las fases previas, así como el necesario periodo de pruebas con el material móvil y los sistemas de seguridad en un tramo de nuevo cuño.