Diluida la posibilidad de que los antiguos suelos de Repsol sean transformados en un gran parque libre de torres, la hoja de ruta trazada desde hace años para que este sector acoja una nueva centralidad urbana con edificios de hasta 35 plantas, más de 1.300 viviendas libres y al menos 20.000 metros cuadrados de oficinas, avanza.

Y lo hace no sólo de la mano del Ayuntamiento de Málaga, que pasará a estar controlado por la mayoría absoluta del Partido Popular, sino también de la Sociedad de Gestión de Activision Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida vulgarmente como el banco malo.

El escenario resultante de los comicios del pasado 27 de mayo deja a Francisco de la Torre y sus 16 concejales (de un total de 31) manos libres para completar la venta por 66,5 millones de euros a Urbania de los aprovechamientos urbanísticos de los que dispone en estos terrenos. Los mismos dan derecho a la construcción de 528 viviendas de renta libre, así como a un techo terciario de unos 25.000 metros cuadrados, de los cuales 20.000 serán reservados para oficinas.

Conocido el estado de esta pieza sustancial del desarrollo futuro de este enclave, queda por conocer la posición de la Sareb como copropietaria. Como meses atrás, cuando se abrió a aceptar una posible permuta de aprovechamientos para liberar la propuesta ciudadana de una gran zona verde, ahora vincula su posición final conforme a lo que determine el Consistorio malagueño que, como ha quedado demostrado, mantiene su defensa de la edificación en altura y la configuración de una zona verde de unos 70.000 metros cuadrados.

A consultas de EL ESPAÑOL de Málaga, desde la Sareb han sido claros al asegurar que su objetivo es "desarrollar la parte de suelo que tienen en Repsol". "La idea es hacer un proyecto y comercializarlo como una promotora normal", explican desde el organismo, recordando que estos aprovechamientos están actualmente incluidos en el paquete que tiene Árqura Homes, su promotora de viviendas.

A diferencia de lo ya hecho con otros emplazamientos, la Sareb no va a vender al mejor postor el suelo, sino que va a materializar los importantes aprovechamientos asignados en el Plan General de Ordenación Urbanística. Y, con ello, dará forma a la cuarta torre dibujada en el planeamiento de la ciudad desde hace más de una década.

El proyecto de reparcelación que afecta a estos terrenos deja en manos de la Sareb aprovechamiento para la construcción de 400 viviendas de renta libre, así como de un importante desarrollo terciario. Y todo ello contenido en una torre que podría alcanzar las 35 plantas, con unos 126 metros de altura.

Esta será la cota más elevada de las diferentes edificaciones residenciales contempladas en el sector, que tendrán alturas de 105, 112 y 119 metros, en el caso de las futuras torres de Urbania (29, 31 y 33 plantas, respectivamente) y los dos bloques de 17 y 14 plantas (82 y 54 metros) pensados para albergar las 400 VPO asignadas al sector y de promoción privada.

Quedará para más adelante conocer el diseño de este inmueble, que, una vez materializado, pasará a convertirse en la nueva referencia en altura de la capital de la Costa del Sol. Sirva decir que las dos torres de Martiricos, ya casi finalizadas por AQ Acentor, alcanzan las 30 plantas, con hasta 111 metros la edificación norte, y la polémica Torre del puerto dispondrá (según los datos de los promotores) de 116 metros.