Nuno Balbona, en una imagen de archivo.

Nuno Balbona, en una imagen de archivo. Cedida

Tecnología

Cómo fundé una de las mayores redes sociales de España cuando era adolescente: "Nos tocó la lotería"

Nuno Balbona creó Curious Cat con su primo siendo apenas mayor de edad. Casi diez años después, reflexiona desde Málaga sobre éxito, bullying y el precio de la viralidad.

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En 2016, cuando la mayoría de sus compañeros se preocupaban por los exámenes finales y las primeras salidas nocturnas, Nuno Balbona creó una de las redes sociales españolas más exitosas de la historia. Este ourensano estudiaba primero de Ingeniería Informática y apenas acababa de cumplir la mayoría de edad cuando lanzó junto a su primo Marco, un año menor, una plataforma que transformaría la forma en que los jóvenes interactuaban en Internet: Curious Cat.

Esta red social, que permitía a los usuarios recibir preguntas de forma anónima y responderlas públicamente, comenzó como un proyecto creado en apenas unos días. Pronto se transformó en un fenómeno global que alcanzó las decenas de millones de usuarios y más de mil millones de preguntas antes de su cierre en 2025.

Hoy, Nuno Balbona vive en Málaga y comparte en una extensa entrevista con este periódico su historia: la de cómo dos adolescentes gallegos conquistaron internet y vendieron su creación antes de cumplir los 21 años. Claro que, para él, todo comenzó un poco antes.

Los inicios

"La primera cosa que hice fue en Windows 97. Hacía scripts.bat, que era como un lenguaje de programación que tenía Windows", recuerda Nuno sobre sus inicios cuando apenas tenía 12 años: "En mi casa no tenía internet, o lo tenía muy limitado, media hora al día. Entonces buscaba cosas y me entretenía con el ordenador".

Sin tutoriales estructurados ni referentes cercanos, el joven coruñés desarrolló sus primeras aplicaciones por pura curiosidad: "Lo primero que monté fue como una agenda donde podías apuntar números, tenías un calendario, una calculadora... cosas sencillas. Que realmente no son triviales, son aplicaciones difíciles de hacer".

"Me pasé a la web porque me di cuenta de que lo que creaba en mi ordenador me funcionaba a mí, pero no podía compartirlo con nadie. Sin embargo, en internet bastaba con pasar un enlace y ya está", comparte Nuno. Esta simple pero poderosa ventaja marcaría su trayectoria futura.

Junto a su primo Marco, comenzaron a desarrollar pequeños proyectos. "Mi primera web publicada fue una herramienta para un juego al que jugaba, que realizaba diferentes cálculos automáticamente. Casi el 100% de los jugadores empezaron a usarla, y ahí fue cuando me enganchó eso de impactar a la gente", explica.

Con apenas 15-16 años, los primos gallegos consiguieron sus primeros ingresos en internet tras publicar varios juegos en Kongregate, una plataforma de entretenimiento online monetizada con publicidad. Ganaron unos 300 euros y la confianza para seguir explorando proyectos más ambiciosos, aunque sin la intención explícita de crear un negocio.

El nacimiento de Curious Cat

La inspiración surgió al observar una tendencia en Twitter España: "Se empezó a hacer viral ThisCrush.com, que era similar pero en vez de hacer preguntas anónimas solo podías poner comentarios, y no podías responderlos", recuerda Nuno.

Los primos vieron una oportunidad clara: "Dijimos: esto es mejorable. Primero, porque nos parecía mejor un modelo como el de Ask.fm, donde te hacen una pregunta inicialmente privada y tú la puedes responder. Y segundo, porque ThisCrush a nivel diseño y rendimiento era un desastre".

Con apenas dos semanas para sus exámenes finales del primer año de universidad, Nuno se puso manos a la obra: "Lo desarrollamos en un par de días, lo lanzamos y ya desde el principio empezó a hacerse viral. El primer día conseguimos unos 60 usuarios, el segundo día se triplicó... Y así fue creciendo exponencialmente".

"Estaba a una semana de mis exámenes finales y veía que ya teníamos unos cinco mil usuarios. Le dediqué más tiempo a desarrollar Curious Cat que a estudiar", recuerda con humor Balbona: "Solo suspendí tres asignaturas... Sin este proyecto, probablemente habría aprobado todo".

La plataforma siguió multiplicando sus usuarios a un ritmo vertiginoso. Los primos observaban cómo pasaban de decenas a centenares, a miles, a millones. Lo que hacía única a esta red social era su simplicidad y su integración con otras plataformas.

"Para aprovechar completamente la experiencia, lo ideal era compartir las respuestas en Twitter. Por eso se viralizó desde el primer momento", explica Nuno. La fórmula era simple pero efectiva: preguntas anónimas y respuestas públicas.

Como toda plataforma social que permite el anonimato, Curious Cat pronto enfrentó problemas de acoso y contenido inapropiado. "A nivel moral, también te afecta porque yo siempre quise hacer algo bueno", reflexiona el creador: "No quería crear una plataforma para que la gente se insulte o se haga bullying".

Para combatir estos problemas, comenzó vetando manualmente los mensajes hirientes y terminó implementando soluciones automatizadas: "Creamos una lista de palabras inapropiadas, cada una con un nivel de gravedad. Los usuarios podían activar filtros para que ciertos mensajes ni siquiera les llegaran", recuerda. Para su sorpresa, descubrió que muchos de esos mensajes abusivos eran de personas que se los escribían a sí mismas de forma anónima.

El 'boom' global

Curious Cat nació en España, pero rápidamente traspasó fronteras sin ninguna estrategia internacional: "En el mundo digital las barreras físicas no existen. Para una herramienta como la nuestra no tenía sentido diferenciar entre España y Francia", reflexiona Nuno.

"Pasar a tener cien usuarios en Filipinas es súper fácil. Lo que es diferente es la viralidad, que sí tiene fronteras. De repente, ¡pum!, se hacía viral en Filipinas. Y de una semana para otra teníamos cien veces más usuarios allí, y no en otro país de la zona", desarrolla.

Esta expansión global transformó la demografía de la plataforma. En sus últimos años, Estados Unidos era su principal mercado, seguido por Arabia Saudí, Qatar, Filipinas y Brasil. España, su origen, había quedado relegada a posiciones secundarias.

Este crecimiento permitió monetizar pronto, aunque con ingresos inicialmente modestos: "Al principio ganábamos céntimos diarios. Recuerdo ir en el autobús con amigos comentando emocionado que estábamos ingresando dos euros al día. Y yo tan contento porque podría tomarme un café gratis todos los días sin hacer nada".

La cosa se puso seria bien rápido. El mundo de la publicidad digital, explica Balbona, presentó desafíos para unos jóvenes sin experiencia en el sector: "Se aprovecharon de nosotros varias veces. A alguno le estuvimos dando casi todo nuestro tráfico y luego, al final del mes, nos dijeron: 'Ah, no, realmente estaba mal, vamos a pagar una décima parte de lo que decíamos'".

"Como éramos estúpidos, primero caímos en esas trampas y, después, cuando nos reducían los pagos, simplemente lo aceptábamos. Con el tiempo aprendes que esas cosas no se deben permitir", reflexiona.

El momento decisivo

Tras dos años de crecimiento exponencial, llegó un momento crucial para Curious Cat: "Los usuarios seguían aumentando por millones, pero a nivel negocio no estábamos logrando lo que queríamos. Estábamos un poco frustrados", recuerda Nuno. Fue entonces cuando recibieron el correo de la empresa coreana Vonvon.

"Nos dijeron: 'Hemos estado mirando vuestro producto y nos parece súper interesante, queremos hacer una llamada para ver si estáis dispuestos a venderlo'", explica Balbona. Esta propuesta coincidió con la colaboración que mantenían con una empresa letona, que les propuso entonces comprarla por más dinero: "Durante una semana estuvieron en una guerra de precios, subiendo, subiendo, subiendo... Y al final lo acabamos vendiendo por bastante buenas condiciones a la empresa coreana".

Aunque Nuno prefiere no revelar cifras exactas, sí que reconoce que le cambió la vida de manera radical a un joven de origen humilde como él: "Yo crecí con muy poco dinero, y te da una tranquilidad que creo que no se puede ni describir. Me cambió como persona", confiesa.

"Pasar de ser autónomo con todas las preocupaciones de cuadrar las cuentas a convertirme en empleado y, además, tener el dinero de la venta en la cuenta, te da una tranquilidad increíble", añade. Él, que siempre fue "muy agarrado", se ha preocupado de no caer en excesos pese a todo. 

La vida después de vender

Nuno y Marco siguieron trabajando para la empresa compradora durante dos años, hasta 2020. Posteriormente, sus caminos se separaron profesionalmente: "Marco siguió trabajando como diseñador hasta que se dio cuenta de que no había mucha oferta con las condiciones que le gustarían. Entonces decidió hacer un cambio completo y hacerse programador como yo".

Nuno, por su parte, ha desarrollado varios prototipos desde entonces, pero ninguno ha llegado a despegar como Curious Cat: "He montado muchos MVPs, igual seis o siete de diferentes herramientas. Me falta quizás un poco de perseverancia para lanzar algo aunque sepa que no funciona del todo y que la gente me diga: 'Oye, esto es una mierda, pero si arreglas esto, igual me sirve'".

Reflexionando sobre su experiencia, Nuno destaca varias lecciones clave para jóvenes emprendedores:

- Entender al usuario es fundamental: "Si algo hicimos bien fue entender muy bien al usuario porque éramos nosotros mismos. Si montas algo, quiero que sea algo que yo entienda muy bien o que yo sea el propio modelo de usuario".

- Ser flexible con la idea original: "Nunca vas a tener la idea perfecta hasta que encuentras lo que funciona del todo. Hay que tirarse a la piscina y ser flexible".

- No todo es planificación: "Si hubiera sido algo planeado y nos hubiera funcionado, habría dicho 'nada, es que yo soy un genio'. Pero fue cien por cien al azar. Tuvimos la suerte del siglo, nos tocó la lotería".

- La inversión externa depende del modelo de negocio: "Si te preguntas si deberías levantar dinero, la respuesta debería basarse en tu negocio. En nuestro caso no queríamos hacer marketing pagado, no queríamos tener un equipo grande, no teníamos gastos fijos... entonces es un negocio que puedes montar bootstrapped facilísimo".

En 2025, casi una década después de su creación, Curious Cat cerró definitivamente. Para Nuno, ya establecido en Málaga buscando nuevos horizontes, la noticia no supuso un gran impacto emocional: "Me da un poco de pena, obviamente, pero yo cerré esa etapa hace años. Saber que está cerrado definitivamente me resulta indiferente".

Lo que sí mantiene vivo es el recuerdo de aquella sensación única: "Montar algo que está funcionando muy bien... esa sensación sí me gustaría volver a sentirla".