Aterrizaron en la capital de la Costa del Sol en junio de este año, con un planteamiento: "remangarnos y trabajar". Así, crearon junto con la comunidad startupera local Málaga Tech el hub de impacto, un punto de encuentro para todos los proyectos y emprendedores con enfoque social y medioambiental. Se trata de Zubi, un grupo de compañías centradas en ese impacto que ha llegado a la ciudad andaluza con un objetivo: encontrar talento.

"El objetivo de Zubi es reunir talento e inversión para resolver retos sociales y medioambientales para crear un futuro mejor; y creo que Málaga tenía esas dos patas", explica en una entrevista con este periódico la directora de comunicaciones de Zubi Group, Luz Martínez, que defiende el "potencial muy grande" de la ciudad ante unas Madrid y Barcelona que ya están "muy copadas".

¿Qué es lo que buscan en el sur? "El talento es uno de los hándicaps que tenemos en estos momentos. No hay tanta gente en el mundo startup. Creo que atraer el talento al emprendimiento es fundamental", explica Martínez: "Creemos que Málaga está atrayendo a ese público y que debemos estar ahí".

"Mi percepción es que Málaga te abre mucho las puertas, hay mucha apertura de mente, muchas ganas de hacer cosas. Ese es también nuestro ADN", valora la directora de comunicaciones de Zubi: "En Valencia y Madrid, donde estamos, estamos muy integrados en el ecosistema. Aquí, lo mismo". Es por ello por lo que "nada más llegar", lo primero que han hecho ha sido ese hub de impacto: "remangarnos y trabajar", como resume.

Pero, ¿en qué consiste exactamente Zubi? Se trata de un proyecto del emprendedor español Iker Marcaide, que decidió reinvertir en su país lo que ganó con la venta de su empresa Flywire. El grupo de empresas de Zubi tiene cinco áreas, todas ellas con la pretensión de tener un impacto positivo a nivel social y/o medioambiental: educación, ciudades, emprendimiento, inversión y consultoría. Es el vertical de emprendimiento, Zubi Labs, el que ha aterrizado en Málaga.

José Luis Martínez es managing director of ventures —lo que podríamos traducir como director general de emprendimientos— de Zubi Labs, y su terrateniente en Málaga. En la entrevista con este medio, desarrolla a qué se dedican: "Conceptualizamos y trabajamos las ideas de negocio. Tenemos diferentes problemáticas que tratamos de atajar, desde la reducción de emisiones de CO2 hasta los problemas sociales. De ahí, pasamos a la fase de validación y creamos compañías desde cero".

"En este proceso de creación, estamos muy involucrados en las fases iniciales y ahí es cuando buscamos un equipo fundador e invertimos capital", prosigue: "Invertimos un millón de euros en cada startup que lanzamos; habitualmente, en dos tramos: uno primero de 300.000 euros en la constitución de la empresa y luego un segundo tramos de 700.000 euros en el que, idealmente, buscamos a alguien que acompañe". Esos alguien que también invierten en el proyecto suelen suponer, habitualmente, otro medio millón de euros más.

Es decir, ellos parten del problema y plantean una solución, encuentran un equipo para que la lleve a cabo en forma de tecnológica emergente y le invierten dinero para que la lleven a cabo, sumando además nuevos socios en el camino: "Nosotros tenemos ideas y grandes problemas que queremos solucionar en el mundo del impacto medioambiental y social y buscamos emprendedores, que es la pata más importante, de forma continua", explica Martínez. Y lo hacen con el requisito, además, de que el equipo fundador del proyecto siempre cuenta con más del 50% de la participación total del proyecto.

"A veces, cuando estamos explorando un problema que nos parece muy interesante, nos encontramos con una empresa que suele estar en fases iniciales y un equipo fundador que nos gusta mucho y también los podríamos incorporar. Tiene que ser algo que nosotros realmente estamos explorando, donde podamos aportar, que tenga sentido para los dos lados y que esté en fase muy inicial", explica Martínez sobre la posibilidad de sumar proyectos ya existentes.

Otro punto importante es que, además de tener ese enfoque social y/o medioambiental, buscan que sus compañías "tengan realmente capacidad de crecimiento económico": "Nosotros somos agnósticos en la categoría. El único requisito es que tenga un impacto cuantificable y medible claro", especifica.

¿Y qué tipo de emprendedor es el que ojean? "Buscamos que el fundador principal, el CEO, ya tenga un currículum con 2 o 3 startups, que tenga una trayectoria demostrable de haber creado una compañía y haberla llevado a un número determinado de ingresos y responsabilidad, haber captado dinero...", explica José Luis Martínez. El resto del equipo fundador sí puede contar con menos experiencia pero estar muy especializados en un sector o una tecnología concreta, pero para liderar el proyecto buscan ese emprendimiento en serie.

"No es un perfil tan abundante, pero sabemos que en Málaga hay mucha gente que encaja", defiende.