Mazda 3 con la tecnología de captura de carbono
La tecnología móvil de captura de carbono de Mazda se estrena en competición
La marca japonesa propone diferentes tecnologías para llegar a la neutralidad de emisiones.
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Está visto que Mazda quiere ser un actor distinto en el panorama mundial de fabricantes, siguiendo su propio camino a la hora de interpretar cómo quieren llegar a la neutralidad de emisiones en 2050.
Si bien muchos fabricantes se abrazaron a la electrificación total, Mazda está desarrollando diferentes soluciones, algunas de ellas muy interesantes, para seguir exprimiendo el potencial de los motores tradicionales, aunque haciéndolos cada vez más eficientes.
Para ello, un Mazda3 de competición, equipado con la nueva tecnología Mazda Mobile Carbon Capture participó hace unos días en las Super Taikyu Series, en el circuito internacional de Fuji, situado en la localidad japonesa de Oyama.
A lo largo de la carrera, que duró cuatro horas, el nuevo dispositivo de captura de carbono de Mazda demostró su capacidad de retención del CO2 de los gases de escape. La novedad es que lo hacía por vez primera en unas condiciones tan exigentes como las del automovilismo de competición.
Mazda tiene intención de continuar probando esta tecnología en la próxima edición de las Super Taikyu Series, con el objetivo de seguir mejorando los índices de retención de CO2, gas que es el principal origen del efecto invernadero y que es el centro de todos los límites que la Unión Europea quiere imponer para 2035.
Previamente, el 29 de octubre Mazda había presentado en el Japan Mobility Show un modelo conceptual de su sistema de captura de carbono.
El prototipo de la tecnología “Mazda Mobile Carbon Capture” que se puso a prueba en Fuji, está formado por una estructura porosa de zeolita que retiene por absorción el CO2 de los gases de escape, confinándolos en un depósito.
Ese CO2 capturado se podría utilizar para fabricar materiales de carbono de altas prestaciones o para suplementar con CO2 la atmósfera de los invernaderos, con el fin de acelerar el crecimiento de los cultivos. Como medida para reducir, las emisiones de CO2, el Mazda3 que compitió lo hizo con un combustible diésel HVO 100 neutro en carbono.
Mazda sigue una estrategia doble ya que, por un lado, está desarrollando toda clase de vehículos electrificados: híbridos ligeros, convencionales y enchufables, y eléctricos de batería. Pero, al mismo tiempo, sigue trabajando en la reducción de las emisiones de CO2 de sus modelos con motor de combustión.
Para ello, introduce constantemente mejoras en la eficiencia de sus motores, contribuye al desarrollo y la introducción de combustibles neutros en carbono e investiga en tecnologías de captura del CO2 presentes en los gases de escape.
Mazda ha asumido el compromiso de alcanzar la neutralidad en carbono a escala mundial para el año 2050. Igualmente, ha puesto en marcha un enfoque multisolución para cumplir los objetivos intermedios de la UE para 2030 y 2035.
De hecho, en la marca japonesa están convencidos de que la forma más efectiva de reducir las emisiones de sus vehículos pasa por adoptar múltiples soluciones técnicas y no solo centrarse en los vehículos eléctricos a batería.
La prueba de ello se puede ver en los modelos expuestos en el concesionario exclusivo Mazda Koni Motor para Málaga y Marbella, donde en pocos días se presentará ante el público malagueño el nuevo Mazda CX-5, el SUV más vendido de la marca.