Construcción de viviendas en Valladolid
Crisis total de la VPO privada en Málaga: solo 2 de cada 100 nuevas viviendas impulsadas este año son protegidas
De 6.623 viviendas visadas por el Colegio de Arquitectos a promotores privados en los primeros nueve meses del año, apenas 143 son protegidas.
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El bloqueo de la vivienda de protección oficial (VPO) adquiere niveles catastróficos en una provincia altamente necesitada de soluciones residenciales inmediatas.
Frente a la urgencia con la que deberían liberarse nuevos desarrollos a precio asequible, la dura realidad estadística, que constata el sometimiento que sufre una parte elevada de la población, incapaz de afrontar el reto de adquirir o alquilar una casa.
La deriva negativa que se viene registrando en los últimos años tiene continuidad en la presente anualidad. De acuerdo con los datos del Colegio de Arquitectos de Málaga, de las 6.623 viviendas visadas en los primeros nueve meses del año, apenas 143 corresponden a proyectos de VPO de carácter privado.
Esto es lo mismo que decir que son menos de 16 al mes en todo el mapa de Málaga. Las operaciones se han impulsado en Marbella, Rincón de la Victoria y Algarrobo.
Asimismo, en los tres primeros trimestres de 2025 se han terminado 4.752 viviendas, de las que sólo 142 son VPO, localizadas en Málaga y Marbella.
Estos parámetros constatan el estancamiento de las promociones protegidas en el conjunto de la provincia malagueña y el nulo o escaso interés de los empresarios privados por avanzar en esta línea.
Antecedentes
Si los datos relativos a estos primeros nueve meses son preocupantes, lo es aún más el tiempo precedente.
Pese a que todos los diagnósticos insisten desde hace años en la necesidad de allanar el camino a la construcción de promociones de protección oficial, las iniciativas siguen siendo escasísimas.
Acudiendo de nuevo a los datos del Colegio de Arquitectos, desde el año 2014 y hasta el pasado mes de septiembre, el número de viviendas sociales ejecutadas es de apenas 1.065.
Una cifra que contrasta de manera contundente con los 47.724 pisos libres desarrollados. La relación es apabullante: por cada VPO se han ejecutado casi 45 libres.
El plan para los próximos años hace prever que los proyectos privados de nuevo cuño mejoren. Al menos en la capital de la Costa del Sol, donde las promotoras avanzan ya en la construcción de unas 1.168 unidades en Distrito Zeta y Cortijo Merino. Más tiempo habrá que esperar para la puesta en carga de Lagar de Oliveros (2.752 unidades protegidas), Soliva Oeste (1.000) y Buenavista (1.362), a cargo del Gobierno central.
El panorama, en cualquier caso, sigue siendo desolador pese a las medidas aplicadas en los últimos tiempos para, en apariencia, hacer más atractivo el acercamiento de los promotores privados a la VPO. Muestra de ello fue la decisión de la Junta de Andalucía de elevar el precio de los módulos.
Esto abre la puerta a vender un piso protegido por hasta 226.565 euros (es el caso de las de precio limitado), al tiempo que se amplía la capacidad económica de los potenciales adjudicatarios, que pueden llegar a cobrar alrededor de 45.000 euros brutos anuales.
Más recientemente, el Gobierno andaluz ha avanzado en la tramitación de una nueva ley de vivienda que persigue allanar el camino a este tipo de operaciones residenciales.
Entre las medidas se incluye el incremento del techo edificable en las parcelas calificadas para VPO, así como la posibilidad de poner en carga terrenos actualmente destinados a equipamiento.
Justo esta fórmula es la que ha seguido el Ayuntamiento de Málaga, que cuenta con una lista de demandantes superior a los 35.000 ciudadanos.
La previsión es que el Ayuntamiento ponga en marcha en las próximas semanas la licitación para adjudicar 22 solares repartidos por la ciudad para la construcción de entre 1.400 y 1.700 pisos en alquiler a precio asequible.
Los alojamientos transitorios tendrán entre 45 metros útiles, para los inmuebles de un dormitorio, y los 60 metros, para los de dos dormitorios.
A ojos de los responsables municipales, se trata de dimensiones adecuadas al tipo de adjudicatarios a los que van destinados: jóvenes o parejas incapaces de afrontar grandes desembolsos en el pago de alquileres o para la compra de su primera vivienda. Al menos el 60% de estos alojamientos tienen que destinarse a jóvenes de menos de 35 años.