Mariano Barroso: "Vine muy joven asustado a Málaga desde Córdoba y esta ciudad me ha ayudado mucho"

Economía Málaga se mueve

Mariano Barroso: "Vine muy joven asustado a Málaga desde Córdoba y esta ciudad me ha ayudado mucho"

El presidente de la firma malagueña Torsa, una de las cuatro mejores empresas del mundo en sistemas anticolisión en minería, desgrana cómo fue su paso por varias de las industrias de bebidas más importantes de la provincia o su apuesta por las energías renovables.

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Mariano Barroso fue uno de los pioneros en las energías renovables en Andalucía, instalando parques eólicos en varias provincias. Reconoce que cuando entró en este sector "no tenía ni idea", pero acabó creando una empresa con inversiones millonarias.

Aunque es cordobés de nacimiento, vino a Málaga 'obligado' por su novia y posterior mujer. Y aquí le ha ido de maravilla. Ha trabajado como ingeniero en tres de las grandes fábricas de esta provincia como Colema, Coca Cola y Bacardi.

Su último gran reto está siendo Torsa, una empresa que en muy poco tiempo se ha convertido en una de las cuatro mayores del mundo en sistemas anticolisión para maquinarias en la minería. Todo el desarrollo tecnológico lo hacen desde el parque tecnológico de Málaga.

A pocos metros de su sede, en las oficinas de Opplus, grabamos esta entrevista para la sección Málaga se mueve.

Es uno de los empresarios más conocidos de Málaga, aunque es de origen cordobés.

Yo no soy malagueño como la mitad de los que vivimos en Málaga. Nací en Córdoba, pero con diez días me llevaron a Los Pedroches. Mi padre era funcionario y allí hice mi niñez. Con 9 años entré interno en Córdoba y luego hice la carrera también allí. El arraigo de mi familia en Córdoba es fuerte. Tengo familiares documentados desde el año 1500.

¿Por qué vino a Málaga?

Por muchos arraigos que tengas, cuando conocí a mi mujer, entonces mi novia, teníamos 18 años, y me lo dejó bien claro. Su obsesión era volver a Málaga porque era de Málaga. En cuanto terminé la mili mi suegro me encontró un trabajo en la fábrica de Colema en Málaga.

Fue mi primer trabajo de ingeniero. No tenía ni idea de dónde me metía, iba con mucho miedo, mucho susto, pero con mucha ilusión. Mi mujer trabajaba en el Banco Bilbao y pidió el traslado a Málaga.

Y aquí hicimos una familia. Venía asustado por esa apertura enorme que había en Málaga. Cuando vienes de una ciudad interior, que somos más cerrados, al principio te sorprende. Pero luego me di cuenta de que ese era uno de los valores de Málaga, esa apertura, te sientes bien nada más llegar, haces amigos nada más llegar, y mi desarrollo profesional no sé si hubiera sido posible en otra ciudad, lo que sí sé es que ha sido en esta y esta ciudad me ha ayudado mucho.

Llegó en 1970.

Sí, con veintipocos años. Estuve en Colema, de ahí pasé a Coca-Cola, y luego he estado 20 años en Bacardi.

Estuvo en tres empresas punteras del sector de bebidas.

Me especialicé en el sector de bebidas y en esa época no había tantos ingenieros. La primera vez busqué yo el trabajo y las otras dos empresas me buscaron a mí. He disfrutado de mi trabajo, me han pagado muy bien e hicimos muchísimas cosas en una fábrica como la de Barcardi que era la más puntera que había. Hacíamos una caja de ron cada dos segundos. Sin embargo acabó cerrando la fábrica. Fue una pena.

"Es la única vez en mi vida que me he alegrado de no hablar inglés, porque si hubiera hablado inglés sí me hubieran ofrecido irme fuera, como lo ofrecieron a otros, y probablemente hubiera aceptado. Hubiera sido un error y a los hechos me remito"

¿Qué hizo entonces?

Me tuve que reinventar. Mi mujer había abierto unos años antes una tienda y no me quería ir de Málaga.

¿Le ofrecieron irse al extranjero a trabajar en Bacardi?

Es la única vez en mi vida que me he alegrado de no hablar inglés, porque si hubiera hablado inglés sí me hubieran ofrecido irme fuera, como lo ofrecieron a otros, y probablemente hubiera aceptado. Hubiera sido un error y a los hechos me remito.

En Málaga le ha ido bien. ¿Cómo pasó al sector de las energías renovables?

Eduardo Merigó era presidente de Visa Europa y amigo. Estábamos un día en el campo cogiendo setas y me dijo “oye, esto de la eólica viene, ¿quieres que hagamos algo juntos?” Y yo dije, pues mira, no tengo otra cosa que hacer. Era 1996. Fui presidente de la patronal 14 años y hemos hecho unos buenos desarrollos.

Las energías renovables eran un sector nuevo en España con poca inversión. Fue una apuesta arriesgada.

Yo no tenía ni idea, ni yo ni mucha gente. Además había muchísimas dificultades. No se conocía bien el tema eólico y había una oposición brutal por el desconocimiento. Costó mucho tirar adelante, mucho. Andalucía se quedó atrás porque no había apoyo institucional. Otras comunidades sí lo apoyaron y las fábricas de molinos y de palas se ubicaron en otras comunidades. Yo iba a la Junta de Andalucía con fabricantes dispuestos a invertir en Andalucía y al final se fueron a Galicia o Castilla León por dejadez. Fue una pena.

Hoy sí hay un apoyo total. Ha cambiado el escenario no solo por el apoyo de la Junta sino incluso de la percepción de la gente. Siempre hay opositores, pero se ve de otra forma. Hemos peleado, ha sido duro, pero mira, lo conseguimos.

Es curioso cómo ha costado tanto implantar energía renovable en Andalucía cuando parece razonable su uso.

Un promotor fue a ver a un alcalde porque quería poner en los montes de su municipio unos molinos de viento y el alcalde le dijo: “¿Para qué vais a poner molinos si ya hay mucho viento? ¿Para qué queréis más viento?”. Para que te des cuenta de la falta de conocimiento que había.

Incluso en los propios periodistas había desconocimiento y dificultades para distinguir entre vatios y megavatios.

Era un desconocimiento total y había cuatro ecologistas a los que la prensa le hacía caso y movían aquello sin ningún sentido y con ánimo de protagonismo. Pero eso calaba en la población. Decían que íbamos a acabar con todas las aves, con la caza… Todo mentira. Se informó a todo el mundo y no hubo ningún problema.

"Un promotor fue a ver a un alcalde porque quería poner en los montes de su municipio unos molinos de viento y el alcalde le dijo: “¿Para qué vais a poner molinos si ya hay mucho viento? ¿Para qué queréis más viento?”. Para que te des cuenta de la falta de conocimiento que había"

Ahora hay un boom de paneles fotovoltaicos. Se está llenando la provincia.

Sí. Eso hay que verlo. En las horas de sol el kilovatio vale cero y eso viene muy bien para los que consumimos, pero muy mal para los que producen. Hay un montón de parques fotovoltaicos que se están cuestionando si montarlos o no.

¿No son viables económicamente?

Claro. La solución son las macrobaterías. Guardas el kilovatio cuando vale cero, lo produces cuando vale un poco más, y, entonces, equilibras, porque así no valdrá cero de día ni 180 de noche. El mercado se equilibra. Ese es el camino que viene ahora.

¿Le sorprendió el gran apagón que tuvimos en España?

Muchos amigos me han preguntado cómo y por qué fue el apagón. Fue un problema técnico totalmente.

¿Pensaba que podía pasar algo así en este país?

Fueron coincidencias. Había una nuclear parada, los ciclos combinados también estaban parados, hubo un exceso de renovables entrando en la red... Tenemos de las mejores redes eléctricas del mundo pero hay que ponerlas al día.

Se han conectado más parques eólicos, más fotovoltaicas, y eso hay que regularlo y preparar la red para eso. La red eléctrica no supo prever lo que venía. Eso es lo que yo tengo entendido técnicamente por lo que he preguntado, pero ya se sabrá.

Bueno, ya ha pasado tiempo. Igual no lo sabremos nunca.

Se va a saber porque están las compañías de seguros ahí a ver a quién le cargan el tema. Mucha gente ha pedido indemnizaciones al seguro. Y no son los congeladores de las viviendas. Se tiene que saber forzosamente.

Volviendo a su trayectoria empresarial. Su último proyecto de éxito es Torsa. ¿Cómo nace y qué hacen?

Mi hijo conoció a Raúl Santana (actual CEO de Torsa) en una nave en Promálaga y nos lió, así de sencillo. Yo tenía ganas de desarrollar algún equipo para evitar el choque de las aves con los molinos de viento. Al final no hicimos nada de eso, pero hemos metido mucho dinero y esfuerzo en Torsa.

En Torsa tenemos tres divisiones. Una es en Neptune. Controla que las medicinas que van dentro de las cajas desde los almacenes farmacéuticos a las farmacias vayan bien. Es un desarrollo totalmente nuestro que está en el 70% de las medicinas que se sirven en este país. Tenemos más de 200 Neptunes instalados en España y se controla todo desde Málaga.

"Se va a saber por qué fue el apagón porque están las compañías de seguros ahí a ver a quién le cargan el tema. Mucha gente ha pedido indemnizaciones al seguro. Y no son los congeladores de las viviendas. Se tiene que saber forzosamente"

Por otro lado, hemos desarrollado el Borea, un equipo que controla lo que tú quieras, temperatura, humedad, CO2… Por ejemplo, los Borea fueron los que controlaron las vacunas de la pandemia a menos de 80 grados. Hay un montón de Boreas instalados en hospitales y estamos en expansión todavía.

Y luego tenemos la parte de minería con el anticolisión. Una rueda de una maquinaria de una minería es tan alta como una habitación y el conductor no sabe bien qué pasa alrededor. Nosotros le damos información de todo lo que pasa alrededor. Y no solamente eso, damos información de las vibraciones a las que está expuesto el conductor, si el conductor se ha desviado, si está cansado, si ha mirado el teléfono…

¿Dónde tienen estos sistemas anticolisión?

En varias minas de Perú, Australia, Sudáfrica o Arabia. Todo instalado y controlado desde Málaga. Hay un mercado enorme porque, por ejemplo, en Sudáfrica está legislado que se pongan estos sistemas para evitar accidentes.

Las revistas especializadas, que no están pagadas por nosotros, dicen que hay cuatro compañías en el mundo con la tecnología más avanzada en anticolisión: Caterpillar, Komatsu, Hexagon y Torsa.

Estamos entre los cuatro mejores del mundo y ahora mismo estamos compitiendo en un concurso muy grande en Perú.

Fruto de ello es que una gran empresa peruana ha entrado en vuestro accionariado.

Efectivamente. El grupo Ferreycorp es un grupo que factura mil y pico millones al año en Perú. Los conocíamos desde hacía tiempo porque habíamos trabajado con ellos. Quisieron entrar en nuestra empresa. No tienen mayoría, pero están con nosotros. Eso nos da más seguridad. Están muy contentos, han estado aquí en Málaga y están encantados con nuestra tecnología y con lo que hacemos.

¿Qué perspectivas tenéis en Torsa?

Realmente nosotros estamos en la rampa de salida. Muy asegurados, muy bien, muy solventes y todo lo que quieras. Pero estamos en la rampa de salida. Ya empezamos el despegue.

Ten en cuenta que lo que fabricamos está desarrollado aquí, fabricado aquí en el parque tecnológico de Málaga, todo, absolutamente todo. Hasta las carcasas, todo. De hecho, estamos haciendo una ampliación provisional.

Llevamos ocho años sufriendo en desarrollar los equipos. Lo haces aquí para una cercanía, por ejemplo, de un metro. Coges el aparato, vas a Perú, 8.000 kilómetros de viaje, subes a lo alto de la mina a 5.000 metros que son 12 horas. Te da un mal de altura, estás 48 horas en un hospital de campaña, revives, lo pruebas todo allí con polvo, agua, frío, calor y cuando ya lo has probado todo te dicen vale, pero quiero una cercanía de un centímetro. Vienes otra vez a Málaga, los desarrollas, vuelves a Perú, etcétera. El esfuerzo no es solamente económico, ha sido también físico.

Bueno, si están entre los cuatro mejores del mundo y todavía queda despegar las perspectivas son muy buenas.

Dios lo quiera. Estamos hablando con gigantes.

Cuando compites con los grandes al final te suelen acabar comprando. ¿Ha recibido ya ofertas?

No. Eso ya es un tema que lo dejo para mi hijo y Raúl. Nosotros tenemos la mayoría. Pero a mí no me gustaría. Aunque llega un momento que o te compran o te anulan. Pero espero que eso tarde en pasar. Hay muchas personas que llevan con nosotros desde el principio y me gusta que disfruten de los triunfos.