Los participantes en el debate de la Mesa de la Hostelería.
Hosteleros de Málaga alertan de la situación actual: precios altos, personal poco formado y pérdida de identidad
Varios expertos participaron ayer en la Mesa de la Hostelería organizada por el Círculo de Empresarios con la colaboración de EL ESPAÑOL de Málaga en Torremolinos.
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Málaga está en plena ebullición. Hay miles de turistas por las calles de la capital y del resto de municipios de la Costa del Sol y uno de los sectores más beneficiados es el de la hostelería.
Cada vez hay más bares y restaurantes y en la mayoría de ellos es necesario reservar con antelación para poder conseguir una mesa.
No faltan clientes y eso, en principio, es positivo para obtener una alta facturación. Pero la cantidad y la calidad muchas veces van reñidas. Y hay otros elementos a tener en cuenta que pueden acabar con la gallina de los huevos de oro.
Varios expertos participaron ayer en la Mesa de la Hostelería organizada por el Círculo de Empresarios en colaboración con EL ESPAÑOL de Málaga y el mensaje fue claro: los precios están muy altos, es muy difícil encontrar personal cualificado y se está perdiendo identidad y producto local.
Un momento de las intervenciones.
"Me preocupa mucho el aumento de precios y hay que defender el producto local porque si hay lo mismo en Málaga que en cualquier otra ciudad no aportamos nada. Tenemos la peligrosa tendencia de ser un destino global y perder autenticidad", señaló Ángel Salazar, especialista en industria agroalimentaria y productos gourmet.
"No podemos depender del turismo. El turista no es tonto y sabe que muchos restaurantes no están ofreciendo calidad", expuso el hostelero Daniel Cotini.
Fernando Huidobro, presidente de honor de la Academia Andaluza de Gastronomía y Turismo; Víctor Modesto, profesor de la UMA y experto en innovación y digitalización aplicada a la hostelería; Raquel Hidalgo, directora del CIO Mijas; Francisco Arias, CEO de MH Hospitality; y el emblemático cocinero Adolfo Jaime participaron posteriormente en una mesa redonda.
Y fueron igual de claros. "Hay poco personal y estamos viendo a supuestos profesionales que son pésimos", lamentó Arias.
Adolfo Jaime reclamó más escuelas de hostelería y Raquel Hidalgo también subrayó la necesidad de que se motive a los jóvenes para querer trabajar y formarse en esta profesión que, pese a quien pese, muchos aún ven como algo de paso y de escaso valor.
Estos expertos pidieron también a los empresarios que cuiden a su personal, sobre todo teniendo en cuenta lo difícil que es fidelizarlo. "Hay camareros que se van de un sitio a otro por apenas unos euros de diferencia", dijo Arias.
Directivos del Círculo de Empresarios y de EL ESPAÑOL de Málaga con el cocinero Adolfo Jaime.
Otro aspecto a tener en cuenta es la imparable entrada de la tecnología. Aún está en una fase incipiente, pero se utilizará cada vez más la inteligencia artificial para pedir platos, sugerir y crear nuevas recetas, etcétera.
Ya hay robots que actúan de camareros y restaurantes en los que pide a través de un QR directo a cocina. Si a eso se le suma que el servicio dado por muchos camareros físicos no es el mejor, puede haber un cambio del hombre a la máquina en poco tiempo.
La profesión de camarero debe ser prestigiada para no caer en el olvido. Porque, como explicó Jesús Tejedor, directivo del Círculo de Empresarios, "un buen camarero no solo lleva platos de un sitio a otro sino que es también psicólogo y hasta vendedor de sueños".
Cualquier lector sabe de sobra cuando un camarero es un profesional y le atiende de maravilla y cuando es alguien que pasa por allí, le suelta los platos y a volar.
Para reconocer a los buenos profesionales, el Círculo de Empresarios presentó ayer el Homenaje al Personal de Sala que realizará en el salón H&T en febrero. Habrá una serie de premios y esta patronal irá anunciando los requisitos para poder presentarse.