El castillo de Hins-Canit.
El bonito castillo medieval que debes visitar en Málaga: se sitúa en un pequeño pueblo de casas blancas
Su construcción comenzó en el siglo IX y no se dio por terminada hasta el XVI, lo que lo convierte en testigo de distintas épocas y culturas.
Más información: El pequeño pueblo de Málaga que conquistó al Rey Carlos de Inglaterra por el estómago: una fonda con comida casera
Andalucía guarda verdaderos tesoros escondidos entre sierras y pueblos de casas encaladas. En la provincia de Málaga hay rincones donde la historia sigue viva entre murallas, torres y leyendas. Uno de los ejemplos más fascinantes es el castillo de Hins-Canit, la joya monumental del municipio de Cañete la Real, un enclave con siglos de historia y vistas inigualables.
Situado a 800 metros de altitud, esta fortaleza se alza imponente sobre un cerro rocoso al norte de la Serranía de Ronda. Su construcción comenzó en el siglo IX y no se dio por terminada hasta el XVI, lo que la convierte en testigo de distintas épocas y culturas. Hoy, sigue siendo el emblema más reconocible del pueblo.
El nombre originario de esta fortificación musulmana procede del árabe Qanit, que significa caños, en alusión a los manantiales que rodean el casco urbano. Durante siglos, fue una de las plazas más codiciadas en las guerras cristianas y granadinas.
En su interior se distinguen tres áreas principales: la zona de acceso, el sector residencial con viviendas, almacenes de grano y depósitos de agua, y finalmente la parte señorial, coronada por la Torre del Homenaje, que aún conserva tres cuerpos y una azotea con panorámicas espectaculares.
En excavaciones realizadas se han hallado piezas de cerámica, molinos manuales, herramientas agrícolas e incluso una cesta de esparto con cereales, vestigios que nos transportan al periodo nazarí.
La historia del castillo está marcada por continuos cambios de manos. Fue conquistado por Alfonso XI en 1330, momento en el que el municipio recibió el título de “Real”. Más tarde pasó por episodios de reconquista y pérdida: Pedro I el Cruel lo recuperó en 1362, los nazaríes volvieron a tomarlo en 1468 y, finalmente, la corona castellana lo consolidó en 1407.
El último capítulo de su papel estratégico llegó con Muley Hacén, que lo ocupó en 1482. Sin embargo, tras la caída de Ronda en 1485, el castillo perdió su valor militar y quedó como un símbolo histórico de la zona.
Qué ver en Cañete la Real
Más allá del castillo, el visitante encuentra en Cañete la Real otros vestigios medievales, como la Torre de Ortegícar, levantada para proteger una antigua alquería, y el puente nazarí que daba acceso a ella.
El patrimonio del pueblo no termina ahí. Entre los siglos XV y XVIII se construyeron edificios que hoy son parte del encanto del casco urbano, como la iglesia de San Sebastián (1526), los conventos de San Francisco y del Santo Sacramento.
Quien busque naturaleza tiene una cita en la Sierra del Padrastro, ideal para hacer rutas y avistar aves, mientras que los amantes de la gastronomía pueden descubrir recetas tradicionales como el relleno de verdura, el gazpacho tostado o el potaje de tagarninas, platos que conservan el sabor auténtico de la cocina de la serranía.