El pequeño pueblo de Málaga que visitó el Rey Carlos de Inglaterra.

El pequeño pueblo de Málaga que visitó el Rey Carlos de Inglaterra.

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El restaurante de un pueblo de Málaga en el que almorzó el Rey Carlos de Inglaterra: "Se come lo que Pepa haya preparado"

De las paredes de esta fonda cuelgan fotografías familiares, hay plantas, mesas y sillas con sus hules.

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La provincia de Málaga es una de las más turísticas de Andalucía. Tanto sus grandes ciudades como sus pequeños pueblos atraen a visitantes, algunos de ellos inesperados. Una de sus localidades, de 700 habitantes, fue precisamente el lugar que un día sorprendió con la visita de un personaje que jamás habría pasado desapercibido en ningún otro rincón del mundo.

Se trata de Carratraca, que destaca por el murmullo del agua termal que fluye desde las montañas. El nacimiento del pueblo actual se sitúa alrededor del siglo diecinueve y se debe a la ampliación del balneario, que se convirtió en uno de los principales atractivos turísticos de este municipio.

El atractivo de este pueblo va más allá de sus conocidas aguas. El mundo gastronómico de Carratraca tiene nombre propio y entre sus visitantes ilustres destaca una figura que pocos imaginarían ver en un lugar tan modesto: el Rey Carlos III de Inglaterra, quien en los años 90, cuando aún era Príncipe de Gales, almorzó en la mítica Fonda Casa Pepa.

Según contó la propia Pepa Baeza, fundadora del restaurante, el príncipe llegó sin aviso, acompañado de miembros de seguridad, y se sentó a comer como un cliente más. El menú fue sencillo pero contundente: puchero de primero y magro con tomate de segundo. No hubo formalidades ni protocolo, y la cocinera solo supo a quién había servido cuando, al terminar la comida, uno de los acompañantes le reveló la identidad del invitado.

Pepa Baeza falleció en 2023, pero su legado continúa gracias a sus hijos. Si algo tiene de especial este restaurante es que el visitante venía para comer "a la sorpresa". "Se come lo que Pepa haya preparado en el día, desde una sopa de puchero a un potaje de callos, un típico gazpachuelo malagueño o una cazuela de fideos", explican en su página web.

Eso, de primero. Entre los segundos no suelen faltar las patatas, los huevos y los chorizos fritos, así como albóndigas en salsa de almendra, carrillada, alitas de pollo o magro con tomate", continúa el post. Todo ello sin olvidar el tinto con gaseosa, "nada más genuino para beber".

El atractivo del lugar es innegable y es fácil sentirse como en casa, pues el comedor es el mismo que se puso en marcha hace 50 años. De las paredes cuelgan fotografías familiares, hay plantas, mesas y sillas con sus hules.

Qué visitar 

Junto a su famoso restaurante y al histórico balneario, otros lugares de interés en Carratraca son su plaza de toros, el palacete de Doña Trinidad (hoy Ayuntamiento) y su iglesia.

Las particularidades carrateñas se expanden incluso en su arquitectura, que por su volumen y diseño, son distintas al resto de la comarca. Hay casas de tres pisos, alzadas por los burgueses de la época que trasladaron allí su residencia por el balneario.

Su balneario es de estilo neoclásico y edificado en piedra arenisca y mármol. Se levantó a mediados del siglo diecinueve (1847), y posteriormente se hizo necesaria la construcción del establecimiento que sería inaugurado en 1855.