La situación del Unicaja en Liga Endesa es absolutamente desoladora. La afición ha pasado de hacer cábalas para entrar a la Copa del Rey a tener que estar pendiente de los partidos que tienen en juego los rivales del descenso porque la realidad es la que es: la zona peligro está delimitada con siete victorias y son ocho las que tienes los cajistas. Los malagueños tenían una oportunidad de coger aire tras alcanzar esa primera plaza del Top 16 en la BCL, pero el encuentro contra el Gran Canaria solo fue un borrón estadístico en la historia.

El partido no pintaba mal en un principio. El Unicaja comenzó anotando 10 puntos en los cuatro primeros minutos con Cameron Oliver ejerciendo de líder. Es más, llegó a ir por delante con un triple de Abromaitis (12-13) en el minuto 6. Y nada más. No volvió a anotar hasta pasado el minuto 11 con una bandeja de Matt Mooney. Llegaron igualados al descanso y en el inicio del tercer período todo cayó por su propio peso. 59 puntos en Gran Canaria, la sexta peor anotación del Unicaja en los últimos 10 años en la temporada regular de la Liga Endesa.

La temporada en ataque no empezó mal. Precisamente, una de las apuestas al principio trataba los muchos anotadores con los que contaba Fotis Katsikaris. Un poco más adelante, el equipo vivió un bache en el que era frecuente que acabara los partidos con un marcador inferior a 75 puntos, pero eso acabó y en esa parcela se recuperaron. Con la llegada de Ibon Navarro no cambió el plantel. 91 contra el Real Madrid y 87 contra el UCAM Murcia daban esperanza hasta que tocó visitar a los de Porfi Fisac.

Es más, el equipo volvió a ser todo lo que quiso dejar de ser. Intentó más tiros desde la línea de 6.75 (31) que canastas (30), cuidó poco del balón (17 pérdidas) y registró su peor partido no solo en anotación, sino también en valoración. Y ocurrió desde el principio: los cajistas tiraron nueve triples en el primer cuarto, el 60% de los tiros de campo totales. Darío Brizuela fue el único jugador que superó la decena de puntos (13), el banquillo solo aportó 20 y no pudo correr al contraataque, donde estaba siendo dominante esta temporada.

No obstante, no es el primer partido de este calibre que se recuerda. El peor en los últimos 10 años tuvo lugar contra el Barça, en el que solo anotó 50 puntos (12/13). El siguiente en esta clasificación tan poco ilusionante también se produjo contra el Gran Canaria y también en su cancha (17/18), donde tampoco el Unicaja consiguió superar los 55 puntos. El Top 3 lo vuelve a cerrar un partido también contra los blaugranas mucho más reciente: la temporada 20/21 en el que también se quedó como tope en los 55.

La cuarta posición la ocupan los 57 contra el Valencia en la campaña 18/19. Es más, no solo dejaron el marcador en esos niveles ofensivos, sino que los rivales superaron los 90. La quinta posición se remonta a los 58 puntos contra el Joventut en la temporada 13/14 y la sexta esos 59 de este mismo sábado en Gran Canaria. El resto de la clasificación la completan los 60 puntos frente al San Pablo Burgos (19/20), 60 en la pista del Andorra (17/18), 60 puntos contra el UCAM Murcia (15/16) y 61 en el pabellón del Lenovo Tenerife (20/21).

Anotación por cuartos

Además, no solo fue mala la anotación global, sino que también lo fue en cada uno de los cuartos del partido: ninguno de ellos superó los 20 puntos. Y sorprende sabiendo la evolución del baloncesto y las necesidades que tiene el Unicaja en Liga esta temporada. Cada vez es más veloz este deporte, en cada temporada se intentan más tiros por partido y cada vez son más los jugadores que lanzan triples, amplían su rango. 

En el primer período anotó 13 puntos, en el segundo 15, en el tercero de nuevo 15 y en el cuarto 16. A pesar de otros partidos con una mala actuación ofensiva, esta es la primera vez que sucede este fatídico acontecimiento. Contra el Real Madrid anotó 74, pero en el último período superó la veintena (19-18-16-21). De la misma manera, la actuación en la cancha del Manresa tuvo un reparto muy similar: 18-18-15-23. Por lo que Ibon Navarro habrá vuelto a Málaga con mucho trabajo que corregir.

Así que al Unicaja se le van acabando las oportunidades. Marzo iba a determinar si a la temporada aún le quedaba algo de esperanza o estaba destinada al precipicio y está siendo bastante claro. El sábado juega una final contra el que es ahora un rival directo, el Monbus Obradoiro. El día 27 recibirá en el Martín Carpena al Coosur Betis y el miércoles 30 al Bilbao Basket. Los días se van consumiendo y las jornadas en las que respirar se han acabado por completo. Quién lo diría.