No termina Pepe Mel de encontrar su once tipo para el Málaga CF. Las lesiones y la falta de efectivos en las bandas, están haciendo al entrenador malaguista hacer encaje de bolillos algunas ocasiones para armar las alineaciones. Desde que llegó, el de este lunes es el partido con el que más hombres cuenta para hacer la alineación, ya que recupera a varios efectivos y este domingo pueden llegar más buenas noticias en forma de recuperaciones. Pero entre todos, hay un nombre que cada vez gana más enteros para ser uno de los jugadores clave de este Málaga: Ramón Enríquez. 

A Pepe Mel se le llena la boca cada vez que le preguntan por el centrocampista de Órgiva (Granada). Incluso antes de su primer entrenamiento, ya se refirió al '6' del Málaga con elogios. Porque a Mel le gustan los jugones, los jugadores con "buen pie", que se dice ahora, y de eso Ramón tiene un rato. Sin ir más lejos, uno de los veteranos del vestuario, Juanfran, reconocía en una entrevista esta semana a Radio Marca que a Ramón le dice 'Ramonisco', comparándolo con el jugador del Arroyo de la Miel, ahora en el Sevilla.

El hecho que demuestra la confianza de Mel en Ramón fue el de darle la manija del equipo contra el Lugo, ocupando el lugar del sancionado Alfred N'Diaye. Hasta entonces no había sido titular con el nuevo entrenador blanquiazul, que sí recurrió al granadino en alguna ocasión, como el descanso de Santander, donde jugó toda la segunda mitad. 

El técnico malagueño no aclaró en la rueda de prensa previa al choque de este lunes contra el Oviedo si le volvería a dar la titularidad a Ramón, que podría acompañar a N'Diaye en el centro del campo, pero sí dejó clara la importancia del '6', destacando la "fiabilidad" en su rendimiento. 

Parece que por fin se encuentra ante el escenario propicio para terminar de explotar sus cualidades. Un entrenador que apuesta por los jóvenes y también por los jugadores de clase en el centro del campo. El sistema del Málaga, el 1-4-2-3-1, coloca por delante del periscopio de Ramón en esa medular a muchos jugadores con los que asociarse. Una alfombra roja para el granadino.