Presentación del Plan para la Prevención de la Conducta Suicida.
La UMA pone en marcha su segundo Plan para la Prevención de la Conducta Suicida
El proyecto cuenta con una mesa técnica de expertos y contempla un conjunto de estrategias orientadas a facilitar la detección temprana y garantizar una intervención eficaz.
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La Universidad de Málaga (UMA) da un paso más para "situar la salud mental en el centro" con la segunda edición del Plan para la Prevención de la Conducta Suicida. Este proyecto cuenta con una mesa técnica de expertos y contempla un conjunto de estrategias orientadas a reducir la incidencia en este ámbito.
Está impulsado por el Vicerrectorado de Igualdad, Política Social y Bienestar Universitario, y liderado desde la Facultad de Psicología y Logopedia por la catedrática Berta Moreno Küstner.
La iniciativa, "pionera en las universidades españolas", se centra en crear señales de alarma, entornos protectores y en reducir factores de riesgo mediante el acompañamiento, la promoción de lazos sociales y actividades que fortalezcan la vida comunitaria.
Su objetivo final es facilitar la detección temprana y garantizar una intervención eficaz. El rector de la Universidad de Málaga, Teodomiro López, ha subrayado la importancia de esta iniciativa, y ha destacado que para la institución supone "una enorme satisfacción poder otorgarle hoy la visibilidad que merece".
El proyecto cuenta además con la colaboración del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental (Copao), el Ayuntamiento y la Diputación de Málaga, además de la Asociación Alhelí y otros actores de la sociedad civil.
El plan también busca sensibilizar a la ciudadanía y difundir los recursos disponibles en la ciudad para personas con conductas suicidas y sus entornos. Además de la línea telefónica 024 del Ministerio de Sanidad, Málaga cuenta con numerosos recursos gestionados por entidades asociativas.
De esta forma, se contempla formación especializada, campañas de sensibilización y protocolos de actuación ante situaciones de riesgo.
Berta Moreno Küstner ha reafirmado el compromiso de su equipo con "una universidad más consciente, más empática y cada vez más preparada para atender problemas de salud emocional". Desde la aprobación del plan en julio y su publicación en septiembre se ha evaluado y mejorado la primera edición para reforzar la prevención y la intervención.
También ha detallado que aproximadamente el 0,7% del alumnado ha presentado intentos de suicidio y que, para afrontar esta realidad, se están organizando jornadas formativas dirigidas a la comunidad universitaria, además de consolidar una red de centinelas que escucha y canaliza los casos hacia equipos de salud mental.
Ana Cristina Ruiz, profesora y asesora en Igualdad y Diversidad de la UMA, ha destacado que "el suicidio es un problema social que nos afecta a todos. Detrás de cada caso hay mucho sufrimiento, y desde la comunidad universitaria podemos trabajar para acompañar y mitigar ese sufrimiento. En España, once personas al día mueren por suicidio, y es fundamental dar visibilidad y difundir los recursos disponibles", ha señalado.