Una imagen del manto.
Todos los secretos tras el manto de flores de la Virgen de las Penas de Málaga: está dedicado a la Esperanza
El diseño consta de margaritas euryops blancas, marfil, amarillas y naranjas, además de anastasia blanca sobre el tradicional fondo de ciprés verde.
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El Martes Santo es, sin duda, el día más especial del año en la Hermandad de las Penas de Málaga. Ese día, sus sagrados titulares salen desde el Oratorio de las Penas para procesionar por las calles de Málaga. Ella, la Virgen de las Penas, como manda la tradición, viste un espectacular manto realizado con flores que cada año tiene una nueva temática y diseño. En esta ocasión, el manto tiene como eje central el escudo del Vaticano, del que nace un ancla como símbolo de la Esperanza, en referencia a la Archicofradía que procesiona el Jueves Santo de Málaga y que el próximo mes de mayo irá a Roma.
El manto vegetal, confeccionado sobre un fondo clásico de ciprés verde, incorpora una cuidada selección de especies florales. Destacan los claveles blancos que llenan las ánforas, junto a un delicado dibujo formado por orquídeas, rosas blancas, margaritas de diversos tonos (crema, blanco, marfil, amarillo y naranja) y flores anastasia. En total, se han utilizado 1.875 claveles, 203 tallos de vendela ecuatoriana, 350 rosas blancas, 240 orquídeas y 525 paquetes de margaritas euryops holandesas de color crema.
Ocho jardineros han trabajado durante tres días para dar forma al manto y que estuviese listo a tiempo para la ofrenda. Tres metros cúbicos de tallos de ciprés, procedentes en su mayoría del Jardín Botánico-Histórico La Concepción, han servido como base vegetal. Según han detallado desde el Ayuntamiento de Málaga, la poda no afecta a la integridad de los árboles y forma parte del mantenimiento habitual de las zonas verdes de la ciudad.
El manto de este año, como decíamos, está estrechamente vinculado al jubileo peregrino que celebra la Iglesia Católica este año. Así lo ha explicado la concejala de Medio Ambiente, Penélope Gómez, quien ha destacado que la maroma del ancla representa a los nazarenos de la Esperanza, mientras que el conjunto floral rinde homenaje a los símbolos más característicos del Vaticano.
Llevan más de ochenta años llevando a cabo esta tradición, que se viene celebrando desde 1944. La confección del manto, que requiere un minucioso trabajo por parte de los jardineros municipales, comienza con la preparación, sobre una malla metálica unida al trono, de una base tupida de tallos de ciprés que sirve de fondo sobre el que se colocan los adornos florales.
Esta mañana, como hace tradicionalmente, una representación del Ayuntamiento de Málaga le ha entregado una ofrenda floral a la Virgen de las Penas compuesta por Lilium oriental blanco, rosas blancas, alhelíes blancos, helechos de cuero y palmas de Phoenix roebelenii.
