La Semana Santa de Málaga no entiende de idiomas: Rosanna, la 'guiri' que repite como nazarena este Domingo de Ramos

La Semana Santa de Málaga no entiende de idiomas: Rosanna, la 'guiri' que repite como nazarena este Domingo de Ramos

Cofradías

La Semana Santa de Málaga no entiende de idiomas: Rosanna, la 'guiri' que repite como nazarena este Domingo de Ramos

Más de 2.000 kilómetros separan Beverwijk, el pequeño pueblo holandés donde nació, de la casa hermandad de la Salud; pero cuando Rosanna reza a sus titulares, las distancias se acortan y su fe crece.

24 marzo, 2024 05:00

Más de 2.000 kilómetros separan el pequeño pueblo holandés donde nació, Beverwijk, de la casa hermandad de la Salud, pero cuando Rosanna reza a la Virgen de la Salud y al Cristo de la Esperanza en su Gran Amor las distancias se acortan y la fe se engrandece.

En 2023, esta joven, que apenas tiene 18 años, realizó un año sabático. Tras pasar el invierno trabajando sin parar, logró ahorrar para viajar en primavera. Tuvo la suerte de conocer un año antes Málaga y se enamoró de la ciudad, por lo que decidió que quería pasar unos meses allí para mejorar su español, pero también para vivir en primera persona su Semana Santa.

En Beverwijk no hay nada similar a la Semana Santa de Málaga, principalmente porque Holanda no es un país demasiado católico. "Solo celebramos el Viernes Santo, que es festivo, pero no hacemos nada grande; también celebramos el Domingo de Pascua y el lunes posterior, desayunamos en familia, pero poco más", expresa Rosanna, en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga. 

Esta pasión por la Semana Santa de Málaga nace, precisamente, en su primera visita a Málaga junto a su madre, que es gallega, en 2022. Ambas hicieron un tour en bicicleta por el centro de la ciudad y pasaron justo por delante de una cofradía. Aunque no recuerda cuál era, la guía les explicó que era la Semana Santa de Málaga y qué suponía para toda la ciudad. "En ese momento supe que tenía que vivir la Semana Santa en persona", dice.

Y dicho y hecho. En la primavera del año pasado, Rosanna salió una tarde con sus compañeras de piso a tomar algo. De camino a casa, cruzaron por delante de la casa hermandad de la Salud. La puerta estaba abierta y desde el exterior observaron que estaba a la vista el trono de María Santísima de la Salud. "Había un grupo de gente y nos invitaron a pasar. Así lo hicimos. Ellos nos contaron sobre la hermandad, nos dijeron cómo funcionaba todo. Después entramos a la iglesia a ver a la virgen", recuerda.

Una imagen de este sábado en la iglesia.

Una imagen de este sábado en la iglesia. Cedida

En el interior de San Pablo, precisamente, les propusieron si querían vivir la experiencia de salir un Domingo de Ramos acompañando a los titulares de la corporación. "Mis compañeras de piso se iban a Mallorca el 1 de abril y al día siguiente era Domingo de Ramos, por lo que yo era la única que podía salir. De inicio pensaba que era broma, ¿por qué querrían que una guiri como yo saliera con ellos? Pero resultaba que no era una broma. Me dieron la túnica y toda la información", explica con gracia Rosanna.

Unos días después de aquella propuesta, acudió, como buena cofrade, a la búsqueda de un capirote y los guantes. "Y bueno, el Domingo de Ramos salí con el Cristo. No me lo pude creer. Mi sueño era ver la Semana Santa y pude salir y formar parte de ella. Ha sido lo más especial que me ha pasado en la vida. Un sueño hecho realidad, de verdad", dice con emoción.

Rosanna no entiende el hábito de nazareno como un juego o un disfraz. Todo lo contrario. Pese a que nació a más de 2.000 kilómetros de San Pablo, para ella, la iglesia trinitaria ya es "un hogar". "Tomé la decisión de salir porque creo que la Salud llegó a mi vida por alguna razón. Me hacía mucha ilusión ver la Semana Santa, pero como es muy especial salir siendo turista o extranjera, estaba convencida de que tenía que hacerlo; lo vi como una bonita oportunidad para crecer en mi fe y resulta que sí, creció un montón", asegura.

Su madre es católica y su padre, protestante. Por este motivo, no quisieron criarla en una religión concreta. Gran parte de su familia es gallega y alguna vez había ido a misa con ellos, pero reconoce que comenzó a involucrarse más en el ámbito religioso a inicios de 2023, justo antes de viajar a Málaga. "A partir de ese momento empecé a ir a misa con regularidad, antes no hacía tanto caso a eso", expresa.

A día de hoy, asegura, no sabe cómo sería su vida si no hubiera aprovechado la oportunidad de acompañar a su Cristo en procesión. Trató de exprimir cada minuto del recorrido al máximo, principalmente porque creía que sería la única vez que lo haría en la vida al vivir tan lejos. "Aunque parecía complicado, la gente de la cofradía me ha ayudado con todo. Siempre están ahí cuando tengo dudas o preguntas. Cuando terminó la procesión el año pasado sabía que tendría que repetir al siguiente año. Lo disfruté muchísimo", explica.

Para ella, la Virgen de la Salud transmite "consuelo, esperanza y protección". "Antes de saber que saldría estuve allí en San Pablo un par de veces. Por eso esta iglesia tiene un significado tan especial para mí", confiesa la joven, que está a apenas unas horas de volver a repetir como nazarena, algo que le genera mucha emoción y nerviosismo.

Rossana junto a su Cristo.

Rossana junto a su Cristo. Cedida

"Me acuerdo cuando salí por la puerta de la iglesia el año pasado. Estaba muy nerviosa, pero me emocioné mucho. Toda la plaza estaba llena de gente y, si no recuerdo mal, hasta lloré en aquel momento. Salir en la procesión me proporciona una paz y un sentimiento que es difícil de describir con palabras", cuenta, deseosa por volver a salir del barrio de la Trinidad camino al centro para volver a "retar" a su "perserverancia" y sus "límites".

Aunque sus amigas no estuvieron con ella, a Rosanna le sorprende que en ningún momento sintió que estuviera sola. "Yo solo conocía a mi mayordomo, pero me sorprendió la unión que había, fue increíble poder experimentarlo. También fue muy bonito ver la devoción de tanta gente. No estoy acostumbrada a ello. Esto, sin duda, es algo que jamás olvidaré", cuenta con emoción.

Este Domingo de Ramos, su situación es totalmente diferente. Tras la procesión del año pasado, comenzó a tener una relación más cercana con el grupo joven de la hermandad, que ahora considera como "grandes amigos". Así, su madre viajará a Málaga en Semana Santa con ella para verla salir, un aspecto que le ha sorprendido mucho, dice, pues no esperaba que ella quisiera vivir esa experiencia con ella. 

"Este año va a ser muy especial, como el año pasado", zanja Rosanna, que además se quedará en Málaga toda la semana para disfrutar de principio a fin de las procesiones malagueñas si la lluvia lo permite. Su historia deja claro que la Salud, que en holandés se dice gezondheid, no entiende de idiomas ni ciudades de nacimiento.