Restaurar todas las cosas en Cristo, bajo este lema ha trabajado la Cofradía del Santísimo Cristo de la Clemencia en su camino a la recuperación, participación y normalización de la vida cofrade que tanto necesitaba la corporación y sus hermanos han buscado.

Este Sábado de Pasión, se resolverá D.m., uno de esos mitos que circundaban nuestra Semana Mayor, la salida del Cristo Mutilado en procesión. Y es que, esta cofradía del Mutilado ha sido arrancada de la historia de nuestra Semana Santa por motivos que no vienen al caso y que, pasados más de 40 años, a pocos cofrades importa. Lo que realmente importa, a los cofrades desde luego, es que mañana, tal y como si fuera un Jueves Santo de los años 70, se volverá a ver al Cristo de Jerónimo Gómez de Hermosilla por las calles de Málaga.

Pero detrás de esta recuperación histórica, hay un proceso lento, conciso y firme de los hermanos de la cofradía, sobre todo por avanzar hacía lo que se va a ver mañana. Una labor que tiene como piedra angular la restauración y reintegración de las piernas del Santísimo Cristo de la Clemencia, siendo la elección de esta advocación su segundo paso al frente, que afianza su intención de dar culto, como cualquier cofradía de penitencia, a su sagrado titular. Así mismo, el Cristo de la Clemencia, al que el profesor Juan Manuel Miñarro ha devuelto su esplendor original, tiene actualmente restaurado el trono, obra de Adrián Risueño y renovado por Alberto Berdugo, Adán Jaime, Agustín Fernández y Manuel Molina, con el ímprobo trabajo de sus hermanos en la recuperación de piezas con muchos años, que estaban dañadas por el paso del tiempo y mala conservación en algunos casos.

También aprobó la cofradía unos nuevos estatutos, que la equiparan al resto de hermandades y cofradías de la diócesis, bajo el amparo de unas bases episcopales comunes para todas ellas y renovó su escudo, usando la jarra y azucenas como cofradía de la catedral junto con la tiara papal y las llaves, de acuerdo a los privilegios obtenidos por su Santidad. Aunque sin duda, lo más importante a mi modo de ver, ha sido la incorporación de su titular mariana, Santa María Madre de la Divina Providencia, que no saldrá en procesión mañana, pero en el futuro no se descarta que lo haga. Esta imagen, obra de Antonio del Castillo, era propiedad de las RR.MM. Dominicas y recibía culto en el coro alto de la iglesia de la Aurora y Divina Providencia, sede la Hermandad Sacramental de Viñeros. Fue adquirida por el bordador Joaquín Salcedo, que la restauró y posteriormente cedió a la Cofradía del Mutilado para hacerla titular de la misma.

En resumen, tras muchos años de parón, tras vivir un encierro constante, dejando de ser lo que realmente le corresponde, una cofradía histórica de nuestra ciudad, podemos decir que el Mutilado ha vuelto, que el Cristo de la Clemencia estará presente y los malagueños recuperan algo que se les arrebató por circunstancias obsoletas. Ahora, vuelve con paso firme, con su prestancia y categoría, con su patrimonio de incalculable valor y, por supuesto, con una espiritualidad, religiosidad y búsqueda de la rendición de culto a Dios, que es, aunque a veces no lo parezca, lo más importante de una cofradía o hermandad, que no se nos olvide nunca.

Málaga, hay una cita con la historia en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en calle Compañía, a las 18.30 h. de la tarde, sale el Cristo de la Clemencia, la cofradía del Mutilado, 46 años después. No lo duden, será uno de los momentos de la Semana Santa 2022, por lo que representa, lo que aporta y lo que recuperamos todos para mayor gloria de Nuestro Señor.