Un mes y medio desde que el Cristo de la Columna saliera con motivo de la procesión del centenario, la cofradía de los Gitanos se prepara para vivir otra jornada extraordinaria en la calle. En esta ocasión, la corporación del Lunes Santo se encuentra inmersa en los preparativos por el 50º aniversario de la bendición de María de la O. El hermano mayor, Eloy Losada, en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga, relata que estos días han sido "un no parar": "Hemos ido con el tiempo justo y todo se ha ido amontonando, aunque al final lo hemos sacado poco a poco".

En apenas dos, meses han tenido que hacer frente a los preparativos de dos procesiones extraordinarias. "Primero vino la magna Camino de la Gloria. Fue encerrar al Cristo y comenzar a preparar la de la Virgen. La cuaresma más larga del mundo", bromea. Destaca que, pese a lo apresurado del tiempo, ha sido fácil coordinarse porque hay una "buena organización interna", capaz de preparar un acto de este calibre "en poco tiempo": "Llevamos toda la vida juntos. Con mirarnos sabemos lo que tenemos que hacer", subraya. 

Esta procesión forma parte de los actos programados para la celebración del 50º aniversario de María la O. La titular mariana cumplió medio siglo de vida en 2020, pero la situación derivada de la pandemia obligó a posponer los eventos organizados. Un año después, la hermandad vuelve a recobrar la vida que desembocará en la procesión extraordinaria del 18 de diciembre, coincidiendo con la festividad de la Esperanza. Las sensaciones internas son similares a las que se vivieron el pasado mes de octubre: "Parece que se vuelve a ver la luz después de la pandemia. Tenemos esa ilusión de volver a la vida real, venir a la cofradía, comenzar a ver a tu gente... Somos amigos de toda la vida". 

¿Qué estampa vamos a ver en la calle? "Hemos intentado que María de la O sea una Virgen cofrade. Se han abierto las puertas a gente que no es hermana porque sabemos que es una imagen con tirón. Todos conocemos el andar que tiene el trono en la calle, muy alegre. Además, creo que el horario también va a acompañar".

Fruto de ese "tirón devocional" son los tres turnos de hombres de trono que van a portar a la Virgen. La respuesta ha sido "muy positiva". Aunque inicialmente estaba previsto que hubiera dos cuadrillas, la demanda de solicitudes hizo que se ampliaran a tres: "No queríamos cerrar la puerta a nadie".

De forma novedosa, en esta procesión extraordinaria van a participar submarinos de varias cofradías de Málaga. Una iniciativa que surgió gracias a un hombre de trono de la Esperanza, familiar de un hermano de la corporación: "Nos lo propusieron y vimos que podía ser una buena idea. La bolita se ha ido haciendo grande y van a salir hombres de trono de muchos submarinos".

En cuanto a la estética que lucirá María de la O en la calle, cabe señalar que la imagen saldrá con la nueva corona, regalo de hermano y devotos por el 50º aniversario de la bendición. Será algo extraordinario, ya que esta pieza de orfebrería no está hecha para procesionar. 

La procesión saldrá a las 11:00 de la mañana desde su casa hermandad, realizando el siguiente recorrido: Casa Hermandad, Frailes, Ramos Marín, Plaza Jerónimo Cuervo, Cárcer, Álamos, Carretería, Tejón y Rodríguez, Méndez Núñez, Plaza de Uncibay, Calderería, plaza del Carbón, Granada, plaza de la Constitución, Larios, Martínez, Puerta del Mar, plaza de Félix Sáenz, Sagasta, Moreno Carbonero, plaza Enrique García Herrera, Fernán González, Cisneros, pasillo Santa Isabel, rampa de la Aurora, avenida Rosaleda, San Rafael, Purificación, Wad Ras, Don Rodrigo, Álvarez, Marqués de Valdecañas, Plaza San Francisco, Nosquera, Comedias, Méndez Núñez, plaza Uncibay, Casapalma, Cárcer, Madre de Dios, Peña, Frailes, Casa Hermandad. El acompañamiento musical correrá a cargo de la banda de música de Zamarrilla. 

La talla, salida de los talleres de Francisco Buiza, llegó a la Hermandad de la Columna en 1970, justo un año antes de que Eloy Losada naciera. Relata que su familia vivió de manera directa todo el proceso, desde el encargo, hasta la bendición de la efigie. Rememorando tiempos pasados, hace alusión a las vivencias contadas en casa: "Recuerdo la miseria que había en la cofradía. No teníamos casi nada. De hecho, cuando se compró el terreno para la casa hermandad, los avales fueron las viviendas de algunos hermanos, entre ellos mis tíos, mis padres, Rafael Camacho... No había dinero ni para una hipoteca".

Señala que, por aquel entonces, lo único que había era el Cristo: "Era el motor para trabajar por ello. Luego llegó la Virgen y se siguió con esta labor, pero la ayuda era la justa. Todo lo que hay ahora ha sido posibles gracias al trabajo del equipo que hizo frente a la situación. Es muy duro que tu padre llegue a casa y diga que no hay dinero para salir y que a lo mejor la cofradía no puede pisar la calle este año. ¡Había cuñas en la radio pidiendo donativos!", sostiene.

Echar la vista atrás significa desempolvar vivencias que parecían perdidas en el olvido. Losada cuenta que, en aquellos años, los tronos se guardaban en una nave en Villa Rosa, muy cerca de un chatarrero que vivía en el Bulto: "Nos ofreció unas ruedas para poder sacar el trono y mi padre y mi tío Agustín fueron a por ellas".

Cuando todo comienza a rodar, y el día a día de la hermandad se vive desde la inercia existente por el trabajo pasado, "todo es más bonito": "Yo solo tengo que seguir la política que aquí se ha seguido".