
Raúle. Sevilla
Raule, cantante: "La música me ha dejado quitar a mi madre de trabajar; llevaba 30 años cocinando y le tocaba disfrutar"
El artista gaditano actuará el próximo 28 de junio en el Málaga Fórum en un concierto que promete ser una montaña rusa de emociones en el marco del Selvatic Fest.
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Raule (Jerez de la Frontera, 1984) es uno de esos artistas 'hormiga'. Va creciendo poco a poco, juntando migas de pan, con una guitarra y su voz como herramienta principal. Se crio en La Constancia, un barrio humilde al que, cuando puede, vuelve para recordar sus raíces. Ese balcón desde donde su madre lo llamaba para comer, cuando se iba a jugar con los amigos, o ese local donde surgieron las primeras canciones.
Tiene más de 500.000 oyentes mensuales, llena sus conciertos, pero sigue manteniendo los pies en la tierra. Asegura que le 'flipa' ir al Mercadona a comprar y 'aburrirse' para reinventarse siempre que puede. Su bandera son su pareja y su hijo, Avi, al que ama por encima de todo, pero también sus padres, que le dieron alas para convertirse en lo que siempre soñó.
El próximo 28 de junio, Raule actúa en Málaga, concretamente en el Málaga Fórum, antiguo Autocine. Hablamos con él en EL ESPAÑOL de Málaga:
Estás inmerso en un sinfín de conciertos, por lo que he visto.
Hasta diciembre, vamos. Empezamos la semana pasada... bueno, la anterior, en Granada. Y esta semana hemos estado haciendo grabaciones con gente de Argentina y tal. Y ya arrancamos de verdad, ahora nos vamos a Mallorca y ya no paramos hasta diciembre. Madre mía...
Lo último que has sacado es Muero contigo, tu último sencillo. ¿Con qué mueres, Raule?
Yo muero con mi gente, con mi familia, con mis amigos, con mi hijo. Es a quienes les dedico esto. Las tres últimas canciones que he sacado van dedicadas a mi familia y a mi gente. Lo hice sobre todo por la edad de mi hijo, que tiene tres años. Eran tres canciones que quería sacar. Y bueno, ahora las que vienen son más de “puñaladita en el corazón”. Llevábamos demasiada felicidad, demasiada dopamina... y la gente ya me decía 'Quillo, que ya sabemos que estás enamorado'.
@raule_ Porque lo que importa no es llegar, lo que importa aquí es quedarse.. #proximamente ♬ sonido original - Raule
¿Y en qué momento crees que está tu proyecto?
Bueno, ahora mismo estoy en plena locura. Desde finales de 2021 esto ha sido… todavía no me he bajado de la moto. Y el poco tiempo que tengo para parar intento aprovecharlo con la familia, porque la cabeza no para. Hoy en día vamos muy rápido escuchando música, y no te puedes quedar dormido. Porque si te quedas un poco parado, parece que desapareces: de la red, del mundo, de todos lados.
Claro, es que es una rueda…
Sí. Nosotros estuvimos como 11 meses prácticamente sin componer tras Zurdo, porque no tenía tiempo y me había quedado seco, seco. Había puesto todo mi arsenal en Zurdo, me dejé la vida. Luego pasé una etapa seca de composición, porque estaba centrado en que el proyecto llegara donde tenía que llegar.
Y lo conseguimos: hicimos 45 conciertos, vendimos un montón de entradas, fue espectacular. Y seguimos montados en la moto. No me da tiempo ni a coger aire. Vivimos en una época donde consumimos música muy rápido, y eso me da miedo, porque cuando no te dé la cabeza, tirarás de las herramientas que existen ahora, y eso no me gusta. No me mola que la música la hagan máquinas, soy muy orgánico.
Hay gente que ya compone pensando en TikTok, a mí me lo han dicho cantautores. ¿Tú te llevas bien con las redes?
Yo con las redes sociales me llevo bastante bien, sí. En mis canciones intento que haya alguna frase con la que alguien se identifique y que le sirva para compartirlo en redes con alguna foto o algún vídeo. En cuanto a mi perfil, estamos un poco obligados a crear contenido constantemente.
Pero es difícil, porque hay gente que se dedica solo a hacer contenido, otros a hacer canciones, y otros intentamos hacer las dos cosas. Y más teniendo un hijo y tantos proyectos en la cabeza… Intento ponerme las pilas y tener dos o tres publicaciones semanales para el público, pero no me da la vida normalmente.
Además, es cada vez más difícil diferenciarse entre tanta gente que hace cosas.
Sí. Veo gente que pinta, pero también te explica cómo se come el bar… Estamos locos por un like, por tener ese minuto de gloria, aunque sea por pocos días. Eso daña la creatividad, porque no tienes tiempo de crear cosas buenas en tan poco tiempo. Y hay herramientas que, si se usaran solo como herramientas y no para crear por crear, sería genial. Pero es lo que hay.
He leído que uno de los mejores regalos que te ha hecho la música es poder quitar a tu madre de trabajar.
Sí, definitivamente.
¿A qué se dedicaba?
Mi madre era cocinera. Llevaba 30 años cocinando, con las manos quemadas, con mil historias que me contaba cuando llegaba del curro, con más horas encima de un reloj… Desde pequeño siempre pensé: “Todo lo que mis padres han hecho por mí, ojalá algún día se lo pueda devolver.”
Y tuve la suerte de que la música me lo puso fácil. Lo primero que hice fue comprarme una furgoneta para poder mover a la banda. En mi coche no cabíamos todos. Y lo siguiente fue decirle a mi madre que ya estaba bien, que se olvidara de trabajar, que ahora era el momento de disfrutar de su nieto, de su familia, de su hijo. De todas esas horas que pasó en la cocina, ahora que las disfrute con nosotros.
¿Y ahora va a tus conciertos?
Claro. En los que están cerca viene siempre.
¿Y es de esas madres que te dice: "Oye, la camisa está un poco arrugada, hay que plancharla"?
Como buena madre. Siempre está pendiente de todo, de que coma, de que me cuide… lo que es una madre. "¡Qué estás muy canijo, niño!"
El 28 paras en Málaga. ¿Qué ha significado Málaga en tu carrera?
Málaga es de las ciudades donde más me quieren. Málaga, Sevilla, Cádiz… Estoy eternamente agradecido. Málaga me ha dado momentos preciosos. Recuerdo cuando iba a ver conciertos y veía la sala llena, y pensaba: “Madre mía, qué locura, ¿cuándo haré yo esto?” Y lo conseguimos dos veces en las mismas fechas el año pasado, cuando la París 15. Un regalazo.
¿Y qué se va a encontrar la gente en tu concierto del día 28 de junio en Málaga Forum?
Las canciones de los dos discos, los temas nuevos… El espectáculo es muy diferente al del año pasado. Hemos metido pantallas nuevas, nuevos shows, alguna cara nueva en la banda… Hemos preparado un espectáculo totalmente nuevo. Esto ya es como una obra de teatro, que tienes que imaginarte y no se te puede olvidar nada.
Yo me lo quise proponer como reto, porque si siempre hacemos lo mismo me aburro pronto. Dije: "Me da igual, quiero hacerlo aunque sea loco". Y creo que lo estamos consiguiendo. El primer concierto fue increíble, mejor de lo que esperábamos, aunque estábamos nerviosos. Este año va a ser muy bonito y tengo que decir que hay una parte del concierto que resulta muy emotivo.
Me has dicho que te aburres rápido. Algunos artistas dicen que es bueno aburrirse porque de ahí salen cosas bonitas
Eso lo dijo Ed Sheeran hace poco. Decía que mola aburrirse porque cuando te aburres salen ideas nuevas. Si estás todo el día en redes sociales, crees que has creado algo pero realmente no has creado nada, solo has visto algo y lo has adaptado. Lo guay es no tener nada delante y pensar tú solo: “Me apetece hacer esto".
Y si funciona, lo pruebas. Y si no, lo cambias. Yo voy probando. Además tengo la suerte de trabajar con mis mejores amigos, que no me mienten, no me bailan el agua, me bajan los pies al suelo cuando hace falta. Porque si me dejo llevar, empiezo a tener muchas paranoias y cuando ellos me dicen “eso es muy caro” o “eso no es viable”, me aterrizan.
@raule_ Este es mi barrio…
♬ sonido original - Raule
Llevas desde 2021 en plena vorágine, pero en realidad llevas toda la vida en la música. Esto demuestra que la música es una carrera de fondo, ¿no?
Totalmente. Me hace gracia cuando alguien me dice: “Ahora te has puesto a escribir.” Llevo componiendo canciones desde 2005. Pero creo que mi momento llegó en 2017, cuando empecé a crear canciones con las que la gente se sentía identificada, sobre todo el público de 25 a 40 años. Es el momento en el que la gente empieza a vivir ciertas cosas: parejas estables, problemas cotidianos, rutina, monotonía…
Yo me sentía así y lo conté. Antes componía canciones más radiales, para enganchar en la radio. Pero llegó un momento en el que dije: “Voy a componer lo que realmente quiero contar.” Salió La habitación prohibida y desde ahí hasta hoy.
Tu música cuenta verdades. Es algo con lo que la gente se siente reflejada.
Sí, sí, por supuesto. De hecho, mi chica sale en el videoclip de Ninfómano porque quería tener ese detalle y ese regalo para el día en que mi hijo tenga 15 o 20 años pueda ver a sus padres en una canción.
¿Raúl ha tenido que renunciar a cosas por ser Raule? Antoñito Molina, por ejemplo, casa vez tiene más difícil salir en carnaval o con su banda de música. En tu caso, ¿cómo llevas esa parte del “Raúl” más personal?
Bueno, la vida te cambia por completo. Tu intimidad ya no es la misma, pero, si te soy sincero, a mí me encanta que me paren por la calle, que me pidan fotos, que me digan "Raúl, me encantan tus canciones, me has ayudado". Me flipa tener contacto con el público. Soy de los que va al Mercadona a comprar, ¿sabes? Mucha gente me pregunta: "¿Pero tú qué haces aquí?". Y yo les contesto: "Pues comprar igual que tú". Me encanta recorrer los pasillos, llenar el carro como siempre he hecho.
Sigo teniendo prácticamente la misma vida. Es verdad que hay cosas que ya no puedes hacer, como salir de fiesta tranquilo, estar con tus colegas sin preocuparte de quién te escucha. Ahora vas con dos espejos retrovisores: quién está detrás, quién graba, quién puede malinterpretar lo que dices.
Pero intento mantenerme al margen de polémicas. No me meto ni en política, ni en fútbol, ni en temas que no me gustan. Si puedo sacarte una sonrisa en Instagram, ya es suficiente. No quiero poner a nadie en un bando. Cada uno tiene sus problemas como para que yo venga a sumarles más.
La gente que me sigue me tiene mucho cariño. Me levanto y leo mensajes de gente que me dice que les he ayudado en su relación, en su día a día, que han ido a un concierto y mi música les ha levantado el ánimo. Ese es mi mayor premio.
Hablando de redes sociales, subiste un vídeo a TikTok paseando por tu barrio y se te escuchaba de fondo explicando puntos como el lugar desde el que te llamaba tu madre para que subieras a comer, o tu primer local de ensayos.
Sí, ese soy yo. Muchas veces da miedo mostrar quién eres realmente, por miedo a perder seguidores. Pero pensé: estoy aquí por cómo soy, por cómo escribo, por quién soy. Y decidí seguir compartiendo mi vida personal poco a poco. No tengo problemas con la gente en redes, me tienen mucho cariño, e intento contestar a todo el mundo, aunque a veces tarde unos días. Yo diría que no tengo haters.
¿Hay algo a lo que Raúl aún no le haya escrito una canción y tenga ganas?
La verdad es que he escrito de casi todo. Mi primer disco era muy social, no hablaba de amor. Estaba cabreado con la vida, con la industria musical que no funcionaba. Escribí sobre separaciones, hijos en medio de divorcios… Pero cuando empecé a escribir el siguiente me di cuenta de que la gente no quería temas sociales; ya para eso están las noticias.
La gente quería felicidad, o al menos canciones que les ayudaran a recomponerse. Descubrí que mucha gente tenía los mismos problemas que yo y no hacía falta contarlo desde el enfado. Puedes decir lo que sientes sin señalar a nadie. Y eso fue clave para que funcionara el proyecto de Raule.
Es cierto que a veces cuesta encontrar inspiración porque parece que está todo inventado, pero siempre encuentras alguna frase, alguna idea que puede ser el lema del día de alguien. Si consigo que alguien escuche mi canción a las nueve de la mañana y le acompañe durante el día, ya es un premio.
Y ahora que tienes más de 500.000 oyentes mensuales en Spotify, ¿qué diría ese Raúl de barrio que jugaba al fútbol y empezaba en la música?
Que es mentira, que me están engañando. He tenido muchos sueños rotos por culpa de gente que solo quería aprovecharse. Me han robado, estafado, desilusionado… hasta que un día decidí que iba a hacer las cosas a mi manera, con humildad, como me enseñaron mis padres. Ese niño del barrio seguramente me diría: "Estás loco, tío".
Ha sido un camino durísimo, muchas lágrimas, mucha gente que se quedó en el camino, pero también mucha sabiduría: entender que no todo el mundo es tu amigo y que, si realmente quieres algo, tienes que moverte tú mismo. Nadie va a llamar a tu puerta con la fama servida en bandeja.
He tenido la suerte de tener una familia y unos amigos que siempre me apoyaron desde el minuto uno. Eso no lo tiene todo el mundo. Muchos artistas, como yo, hemos necesitado que alguien nos dijera: "Trabaja, paga tus deudas, pero no abandones tus sueños". Y yo tuve esa suerte. Me dijeron: "¿Qué necesitas? ¿Que te lleve a Madrid? ¿A Sevilla?". Eso es lo más bonito.
Y para cerrar, ¿tienes previsto algún nuevo lanzamiento?
Estamos preparando una colaboración muy bonita, que aún no puedo desvelar. Los dos estamos muy ilusionados, pero dependemos de las discográficas y sus números. A ella, porque es ella, le gusta mucho lo que hago y tiene mil ganas.
A veces los que manejan los números no aman la música, aman el dinero, y eso complica todo. Pero estamos en un buen momento, hay buena energía, y seguimos escribiendo. No sé si me dará tiempo antes de septiembre a sacar algo nuevo porque en breve arrancamos gira hasta diciembre.
Pero en los huecos de la gira, cuando la moto lo permita, igual algún finde, me meteré en el estudio. Es una lucha continua entre la gira y la creación, pero estoy muy feliz. Soy un afortunado por tener a tanta gente que me quiere.