Una imagen de Verónica Ronda.

Una imagen de Verónica Ronda. A.R.

Cultura

Verónica Ronda, Donna en el musical de Mamma Mía!: "Esta obra es todo un homenaje a las madres"

La actriz no es mamá en la vida real, pero reconoce que aborda la maternidad en el musical sobre las tablas de una manera muy especial: "En muchas de mis escenas digo... 'Esto me lo ha dicho a mí mi madre', lo que me mantiene conectada a ella o a mi abuela".

Más información: Mamma Mia! comienza su nueva gira en Málaga el 5 de julio: "Lo disfrutan niños de 5 años y hasta mayores de 90"

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Para llegar a Málaga como Donna en la gira nacional del musical de Mamma mía!, la actriz Verónica Ronda ha tenido que "currar" mucho. Su caso es el mejor ejemplo de que los sueños se cumplen, aunque tarden en llegar. "Aún recuerdo las lágrimas de mi padre el día que le conté que me habían ofrecido este papel. 'Al fin, hija, al fin', me dijo, como si no llevara veinte años trabajando sin parar, pero entendían esto como el tótem, lo máximo", relata emocionada, a la vez que riendo, a EL ESPAÑOL de Málaga.

Sus padres fueron cantantes líricos, ahora ya retirados, y ha crecido en una familia en la que siempre se entendió de perlas el mundo del espectáculo, por lo que desde muy joven se ha sentido apoyada en todas sus decisiones. "He tenido mucha suerte, estaba todo naturalizado y fue relativamente fácil", expresa.

Si bien, habla de "relativamente fácil" porque su padre, cuando se enteró de que estudiaría Arte Dramático, le dijo que tenía que buscarse la vida para pagar la matrícula y así "aprender lo que es apechugar, que luego llegan las vacas flacas". Todo ello teniendo una hermana que abogó por un camino completamente distinto, las Ciencias Políticas.

El elenco al completo de 'Mamma mia!' al final de una de las escenas de la obra.

El elenco al completo de 'Mamma mia!' al final de una de las escenas de la obra.

Pero ella lo tenía claro desde el minuto uno. Su sueño era el teatro musical. Así que con poco más de veinte años ya frecuentaba castings de diferentes producciones que se resumieron en un buen montón de noes. Tantos, que llegó a desilusionarse y a pensar que ese no era su camino y que tenía que buscar otras alternativas.

Su carrera avanzó más rápido por el teatro de texto, aunque siempre con la música como compañera, ya que se dedicó de manera complementaria a la formación como vocal coach en títulos musicales como Grease, Matilda o Billy Elliot. Entonces recibió una llamada que no esperaba: la ofrecían interpretar a Donna en Mamma Mia!. En ese momento, estaba inmersa en una obra de Lope de Vega, en pleno teatro clásico, lo que le daba aún más ese toque sorprendente a la propuesta.

Pero no lo dudó. Asegura que ha sido uno de "los grandes regalos de su carrera", aunque matiza: para que llegue un regalo así "también he tenido que trabajar mucho".

Se nota que no idealiza su recorrido, sino que lo entiende como fruto de la constancia y la preparación. Interpretar a Donna, reconoce, implica un enorme desgaste físico y emocional. El musical dura casi tres horas --dos horas y cuarenta minutos para ser exactos-- y exige una presencia constante en escena, además de un alto nivel vocal y coreográfico.

“He tenido que cambiar hábitos: alimentación, descanso —aunque duermo poco por la adrenalina que da actuar— y hacer calentamientos físicos y vocales muy cuidados. Porque esto es fondo. Los artistas de teatro musical somos atletas, y el esfuerzo que hay detrás de cada función es inmenso", declara.

Vivir en una gira es otro desafío. Siempre viaja con su perro, Harry —llamado así por uno de los personajes del musical—, y eso implica organizar la agenda con mucha antelación para que él pueda adaptarse a cada ciudad. Arrancan en Málaga el próximo 5 de julio, pero pasarán por un total de 18 ciudades durante el tour.

El elenco al completo de 'Mamma mia!' al final de una de las escenas de la obra.

El elenco al completo de 'Mamma mia!' al final de una de las escenas de la obra.

No es madre, algo que facilita mucho que pueda viajar con algo más de tranquilidad, pero reconoce que tiene compañeras que lo tienen muy complicado. "Hay que llegar a acuerdos, repartir funciones con alternantes, es duro", reconoce. También cree que, desgraciadamente, hay muchas actrices que no dan ciertos pasos por miedo a frenar su carrera, porque todavía falta apoyo estructural y comprensión en el sector.

Pero ojo, que interpretar a Donna ha despertado en ella una nueva sensibilidad hacia la maternidad. Desde que protagoniza el musical, siente que está mucho más conectada con su propia madre, con los recuerdos de su abuela —quien la cuidó mientras sus padres estaban de gira y ejerció de "segunda mami"— y con esa dimensión emocional que implica cuidar y ser cuidada.

"Durante la obra hay frases que digo en escenas con Sophie que me remueven realmente, porque son palabras que he escuchado a mi propia madre", dice con una sonrisa."Sinceramente, creo que esta obra es un homenaje a todas las madres del mundo", añade.

Aunque ahora mismo su trabajo en Mamma mía! ocupa gran parte de sus días, no puede desprenderse de su piel como vocal coach. "Soy muy autoexigente", expresa. No se relaja ni en una función. Siempre encuentra algo que podría mejorar y revisa su trabajo con detalle

. "He pedido alguna vez si puedo grabar la función para ver si me he acomodado en algo. Al final, puedes coger el hábito de hacer una nota de alguna forma que no es la correcta y caes en el automatismo", asevera.

Ronda comparte escenario con un elenco muy joven, y aunque ella aporta experiencia, confiesa que también aprende de la vitalidad que tienen sobre las tablas. Se ríe al contar que, al terminar algunas escenas especialmente emocionales como The Winner Takes It All, sale del escenario llorando y tiene apenas minutos para cambiar de maquillaje, vestuario y peinado.

"Es todo muy rápido y ellos me preguntan cómo aguanto ese ritmo función tras función. Ahí es donde entran la resistencia, las tablas y el trabajo que exige esta profesión, supongo", declara.

Entre sus escenas favoritas destaca Money, Money, por su fuerza coreográfica y energía visual, así como Super Trouper, por el vínculo emocional que despierta al recrear la reunión de las Dínamos, algo que la conecta con sus propias amigas. Pero los momentos más potentes para ella son Sleeping Through My Fingers y The Winner Takes It All, dos escenas que combinan emoción con una presencia en escena brutal.

"Esto, insisto, es un regalo... Yo no he sido consciente de la magnitud que tiene este papel hasta que he sido consciente de la felicidad que repercutió en ellos", concluye. Estarán en Málaga del 5 de julio al 10 de agosto.

Hay 43 oportunidades para verla a ella y al resto del equipo sobre las tablas y disfrutar de un musical que ya han disfrutado más de 800.000 espectadores en Madrid.