Canco firmando un barril con The Hole X.

Canco firmando un barril con The Hole X. A.R

Cultura

"Ojalá algún día pueda firmar un barril de El Pimpi como Canco Rodríguez, actor malagueño"

El elenco de The Hole X firmó en nombre de la compañía uno de los toneles, pero Rodríguez sueña con que sus padres puedan disfrutar de ese homenaje de Málaga a su hijo por sus propios méritos en el mundo cultural.

20 junio, 2023 05:00

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Canco Rodríguez (Málaga, 1977) ha vuelto a su ciudad natal para volver a dar vida al maestro de ceremonias de The Hole X, un show que le fascina y le agota a partes iguales por el esfuerzo anímico que tiene que hacer cada noche en la carpa, a la que él mismo llama "el agujero". Aunque vuelve por motivos laborales, la realidad es que Canco nunca se ha ido de Málaga. Es habitual verle pasear por el Centro junto al pequeño Hiro, su hijo, que nació en 2021; o incluso en el Martín Carpena, dando ánimos al Unicaja, pues se considera un amante del basket. Y cuando le es imposible por motivos laborales, es de esos que llevan la bandera verde y morada allá por donde va.

La pasada semana, EL ESPAÑOL de Málaga tuvo la suerte de compartir unos minutos con el actor malagueño en el pasillo de las estrellas de El Pimpi, frente a una barra donde cuelgan numerosos cuadros que muestran imágenes de celebrities locales, pero también de todo el mundo. Antonio Banderas, Fran Perea... y hasta Lola Flores, pero ni rastro de Canco.

Reconoce con mucha honestidad en su mirada que es una espinita que aún tiene clavada. Ese mismo día, firmó uno de los clásicos barriles de El Pimpi junto a la compañía de The Hole X, pero no como Canco Rodríguez. "Me encantaría firmarlo algún día como Canco, actor malagueño, y tener una foto mía aquí en El Pimpi algún día. Oye, hay que currárselo mucho para tenerla, pero parece que aún no he hecho tanto como para conseguirlo", lamenta.

Canco disfruta junto a sus padres y compañeros en El Pimpi.

Canco disfruta junto a sus padres y compañeros en El Pimpi. A.R

Sus padres le miran con rostros de ilusión a un par de taburetes de diferencia. Han venido a apoyar a su hijo. "A mí mis padres me lo han dado todo, sobre todo la posibilidad de ser actor. Cuando yo les dije que me marchaba de Málaga a Madrid para ser actor, el apoyo que recibí de mis padres no es la típica historia que se cuenta. Siempre se cuenta que los padres por miedo no apoyan al hijo a dedicarse a esta profesión, y con ellos no fue así. Se liaron la manta a la cabeza porque vieron que yo estaba profundamente enamorado del teatro y me dijeron que sí, que me apoyaban en todo. Entonces aquí los sigo teniendo y me emociono. Estoy súper orgulloso de los padres que tengo y me siento afortunado", expresa con emoción.

Desde que tomó aquella decisión, Canco ha hecho de todo. Pese a que la mayoría del país le recuerda por interpretar al Barajas de Aída, hacer el Festival de Teatro Clásico de Mérida y The Hole 2, Zero y X han sido los dos proyectos que más le han demostrado que ha cumplido el objetivo que se prometió con apenas 18 años.

"The Hole es un espectáculo agotador, pero la cabra siempre tira al monte y siento que el espectáculo aporta mucho sentido a mi vida como actor, porque me hace sentirme muy realizado, pero a la vez creo que le aporto mucho al espectáculo porque creo que he nacido para hacer esto. Yo siento que este espectáculo va en mi ADN. En más de una ocasión digo que no lo voy a hacer más... pero siempre acabo volviendo", declara.

La gira de The Hole X comenzó hace un año en Málaga y parece que es en esta ciudad donde se despedirán de la península para siempre. "Esto es como cuando acaba una serie. Te lo hueles pero en realidad ni el propio elenco lo sabe oficialmente. Pero insisto, nos olemos que esto se acaba, acabamos en Málaga y nos hace mucha ilusión porque empezamos en Málaga. Es demasiado poético para que no sea real. Y ahora vamos a Mallorca, que es fuera de la península y cerramos seguramente España. Y ahora ya es probable que venga a lo mejor el extranjero...", dice.

Sobre su presencia en el show fuera de nuestras fronteras cree que, por ejemplo, en París lo tendría todo perdido, pues no sabe francés, pero que no descarta, si cuentan con él, poder optar a actuar en inglés. "Sé inglés, estaría chulísimo... ¿Te imaginas? Un malagueño triunfando en Londres", confiesa entre risas. De la misma forma, uno de sus sueños sería ir con The Hole hacia Latinoamérica. "Ojalá The Hole vaya girando por el mundo. No sé si el elenco será español... A mí me da mucha pena despedirme de España, pero también me enorgullece que Málaga sea la ciudad elegida para cerrar la gira de la península", sostiene.

Para todos aquellos que quieran ver The Hole X en la carpa ubicada en el Recinto Ferial de Málaga capital, han de saber que estarán allí hasta el próximo 26 de junio. Después de un fin de semana glorioso como maestro de ceremonias, toma la batuta el talentoso Víctor Palmero los días 20,21 de mayo y 22 de junio. Eva Isanta finalizará el show con doble función en los días 23, 24 y 25 de junio a las 21:00h. Por último, Edgar López conduce el show en la función del domingo 25 de junio a las 17:30h. 

Para los que lo vieran el año pasado, la estructura del show es muy similar, pero han cambiado algunos aspectos. "El show en gran parte es parecido al que hicimos cuando vinimos en verano, pero han cambiado textos, han cambiado algunos números y sobre todo ya saben que cada espectáculo se vive de forma diferente y de forma nueva. ¿Qué es lo bueno del espectáculo de The Hole X como de todos los The Hole que la gente ha ido viendo? El mensaje, ese que necesitamos escuchar todos una y otra vez. Necesitamos que nos digan a la cara que tenemos que ser felices, que nos hagan reflexionar preguntándonos si estamos cumpliendo los sueños que siempre quisimos o si estamos siendo la persona que prometimos ser cuando éramos jóvenes", relata Canco.

Los asistentes a The Hole X no sé si tendrán claro si son o no son lo que prometieron cuando fueron jóvenes. Canco sí. Empezó la carrera de Periodismo, pero sabía que lo suyo era la interpretación y vivir el momento, es por ello por lo que no quiere hablar de proyectos lejanos, pues ha aprendido que cuando habla de ellos "o se caen, o no me cuadran". "He aprendido a vivir el presente. Por eso prefiero no vivir acojonado con que se me suspenda lo que tengo el año que viene. Pero bueno, más allá de ello, si todo va bien, habrá dos cositas el año que viene, una en enero y otra en marzo. Una de ellas... igual te sorprende mucho", zanja con una gran sonrisa.