Una imagen de la exposición.

Una imagen de la exposición.

Cultura

Carlos Canal: la memoria de los caídos en la Primera Guerra Mundial hecha fotografía en Málaga

El artista explora temas como el dolor y la muerte en su nueva exposición en el Archivo Municipal donde retrata el Camino de las Damas en los Hauts-de-France, escenario de sangrientos combates en la Gran Guerra.  

22 septiembre, 2021 11:55
Málaga

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La Primera Guerra Mundial dejó tras de sí un reguero de cadáveres. Todavía no se sabe con exactitud cuántas personas murieron aunque el balance oficial sitúa en diez millones el número de fallecidos. Carlos Canal ha rendido homenaje a los miles de caidos en el sangriento conflicto en su nueva exposición, Tombés. El rastro de los ausentes, inaugurada en el Archivo Municipal de Málaga estos días.

El artista reflexiona sobre el dolor, la memoria y la muerte a través de fotografías, vídeo e instalaciones. "La celebración del primer centenario de la Gran Guerra me activó para investigar a cerca de las huellas que dejaron los miles de soldados muertos en un conflicto devastador y cruel", ha contado el autor de la muestra con "un territorio cargado de memoria y dolor" como protagonista.

Canal ha paseado por el Camino de las Damas en los Hauts-de-France, escenario de sangrientos combates durante la Gran Guerra con un balance final de 500.000 soldados muertos, y ha fotografiado lo que ha visto en él. "Se trata de un lugar para la memoria donde se suceden los monumentos nacionales y los cementerios militares", ha precisado.

Más imágenes de la muestra.

Más imágenes de la muestra.

"Geográficamente es un altiplano con suaves pendientes, horadado por numerosas canteras de piedra que forman grutas, entre ellas la Caverna del Dragón, que sirvió de hábitat y refugio a los soldados franceses y alemanes durante los cuatro años de guerra", ha continuado.

Para el artista, "una tumba también es una huella, un rastro, como una imagen que perdura en el tiempo, y nos revela que la muerte ha ocurrido, que el tiempo ha pasado y que la vida ha terminado". "Los cementerios militares son lugares de memoria, de silencio, pero también de reflexión, donde las preguntas no encuentran respuestas, y donde solo algunos de los muertos tienen identidad", ha explicado.

La inmensa mayoría de soldados comparten fosas comunes donde dialogan los huesos de unos y otros en "una sinfonía caótica y macabra". "Contemplando esta cartografía de la muerte (el alineamiento conceptual de las tumbas, la belleza tenebrosa determinada por la geometría y el orden) un sentimiento de profunda tristeza y dolor me invade, el impulso de condenar todas las guerras que todavía hoy recorren el mundo", ha reconocido.

Las fotos están hechas en  el Camino de las Damas en los Hauts-de-France.

Las fotos están hechas en el Camino de las Damas en los Hauts-de-France.

La muestra estará acomopañada de un ciclo de tres conferencias que aportarán un enfoque teórico y sentimental a la exposición de Canal. El historiador del arte Rafael Doctor iniciará la serie de conferencias. El gestor cultural situará la exposición y mostrará como la fotografía se convierte en el medio principal para crear el relato de la guerra y recuperar la memoria de los caídos a través de los rastros y las tumbas.

El periodista y experto en la vida natural Héctor Márquez seguirá el ciclo hablando de la deforestación, el espíritu de los árboles y de cómo las plantas ayudan a vencer la muerte. Y, por último, el filósofo Javier Sádaba aportará su punto de vista respecto a la muerte y el duelo desde un punto de vista filosófico.

Los bosques, supervivientes

Las imágenes se acompañan de un proyecto paralelo donde explora la transformación del bosque. "Algunos se han convertido en campos de batalla contemporáneos, donde las necesidades económicas determinan la tala de unos árboles llenos de vida. Estos caídos sin voz, están marcados. Pintados con colores fluorescentes, muestran líneas, círculos, números, rastros; son las huellas de la muerte", relata.

El objetivo de la instalación interactiva es recuperar la memoria de los hombres y los árboles; y "generar en los visitantes una experiencia corporal y emocional que desencadene una conciencia crítica para rechazar la guerra y adquirir el compromiso futuro de plantar un árbol utilizando las semillas de roble que están en la sala de exposiciones; como un ciclo sin fin la vida remplaza a la muerte", ha sostenido el artista. El público podrá disfrutar de la conmevedora experiencia hasta el 24 de octubre.