Una imagen que tomó Ana desde el coche que cogió.

Una imagen que tomó Ana desde el coche que cogió. Cedida

Málaga

El viaje interminable de Ana, una joven malagueña, por los incendios en Galicia... y Toledo: "Ha sido una odisea"

Cuando creía que ya podía coger el tren que une Madrid con Málaga, otro incendio volvió a entorpecerle los planes. Gracias a su familia, ha tenido refugio estos días y no ha dormido a la intemperie.

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“Hay personas que lo han perdido todo, no soy víctima de nada, al revés, soy una privilegiada”, aclara Ana, una joven malagueña de 25 años que ha vivido en sus propias carnes el mes de agosto tan complicado que se está viviendo en Galicia, marcado por los graves incendios forestales que azotan a gran parte de la comunidad autónoma.

Lo que para Ana iba a ser un verano más en Galicia, donde cada año visita a la familia de su pareja, se ha convertido en toda una odisea. “Yo vengo a Galicia dos o tres veces al año desde hace seis porque mi novio y su familia son de Ourense. En verano siempre venimos”, comienza relatando.

Este agosto viajó hasta allí con su hermano, pero lo que parecía un plan de vacaciones tranquilo, se torció pronto. “Desde la finca veíamos que pasaban hidroaviones los dos primeros días y estuvimos comentando lo de los incendios, pero no imaginábamos la gravedad del asunto. El de Maceda estaba a 20-30 kilómetros”, sostiene.

El 12 de agosto, su hermano regresó a Málaga en AVE sin ningún problema. “Mi hermano se fue con total normalidad, el mismo viaje que iba a hacer yo días después, que es el que siempre hacemos cuando venimos en AVE… Pero a las dos horas de salir mi hermano de Galicia, cerraron ya la vía en dirección Ourense–Zamora”, recuerda.

Ella tenía billete para volver el domingo 17. Durante la semana fue comprobando cómo Renfe actualizaba cada pocas horas la información: la vía seguía cortada y cada vez brotaban más incendios. “Veíamos que estaban los fuegos activos... y Renfe cada cinco horas ponía en redes sociales que seguía la vía cortada. Y además lo malo es que parecía que era por descontrol de los fuegos más que por daño de la vía”, expresa.

La incertidumbre se fue convirtiendo en angustia. “Mientras tanto, miramos vuelos… los vuelos a 300 euros. Blablacar prácticamente inexistente… coches para alquilar, imposibles. También miramos la opción de coger un bus a Zamora, pero estaba agotado, ya que allí sí que Renfe daba opción de otros trenes”, sostiene.

Varias personas observan un incendio en Orense

Varias personas observan un incendio en Orense Brais Lorenzo Efe

Renfe, por su parte, les recomendaba esperar. “Una vez tú anulas y pides el reembolso, ya Renfe se lava las manos contigo. Es decir, te doy tu dinero y tú ya te vas como encuentres la forma de irte”.
El lunes 18, después de varias jornadas de incertidumbre, Ana y su pareja encontraron al fin un BlaBlaCar. “Un poco in extremis, porque no sabemos ni cómo nos cogieron, porque salía un BlaBlaCar y enseguida ya desaparecía. Hemos venido súper apretados porque hemos venido cinco en un coche. El viaje tampoco ha sido lo más barato del mundo, entiendo que también la gente medio se 'aprovecha'”, lamenta.

Salieron de Ourense a las 12:15 y llegaron a Pinto, en Madrid, pasadas las seis y media de la tarde. Desde allí tomaron un cercanías hasta Atocha. “Nos metemos en Renfe para reclamar nuestro billete de transbordo, de Madrid a Málaga…”, recuerda. Lo que ella no sabía es que la pesadilla no había terminado.

Ana se marchó al espacio de Iryo para lograr un billete que le devolviera al fin a su tierra natal. Les comunicaron que no podían darle ningún billete porque había un incendio en Toledo y que todas las vías con Andalucía estaban cortadas. “Y claro, yo ahí ya sí que me quería morir”, expresa.

Renfe canceló decenas de trenes y la estación se llenó de pasajeros sin alternativas. “Al final compramos el billete a las nueve de la noche igualmente para tener algo. Y la verdad que hemos hecho muy bien en hacerlo, porque por parte de Iryo hemos conseguido que nos reubiquen mañana este miércoles en el segundo AVE que había. Porque los AVE estaban parados desde las seis y media de la tarde y no solo sin salir en estaciones, sino a mitad de camino. O sea, que al final podía haber veinte o treinta AVE en plena vía antes que el nuestro. Que si salía, iba a ser a las doce de la noche o a la una”.

Pero eso no es todo, Renfe les denegó el reembolso del trayecto Madrid–Málaga que habían comprado de inicio. “Y todo porque, atención, cogimos un enlace que no llega a la hora y media. O sea, el enlace es de una hora y veintisiete y se lavan las manos, achacando que como ya hemos tenido el descuento del verano joven, pues que ya está, que perdemos los cincuenta euros básicamente”, critica.

Finalmente, ella y su pareja han llegado a Málaga sobre las 11.30 horas de este miércoles después de la odisea de los últimos días. Pero pese a todo, la joven reconoce que ha tenido suerte dentro de la adversidad. “Yo allí en Galicia no me pude venir el domingo, pero estaba en casa de los padres de mi pareja. Y este martes he pasado la noche en Madrid en casa de un familiar de él. Por ese lado sé que no puedo hablar ni quejarme tanto como los demás”, incide.

Aun así, el retraso le ha supuesto un problema laboral. “El lunes pude teletrabajar. Este martes, festivo en Málaga, lo pensaba usar para llegar hasta allí habiendo cogido el BlablaCar, pero no lo conseguí. He tenido que hablar con mi empresa y van a ser comprensivos hasta que llegue a mi casa este miércoles”, contaba a última hora de la noche de este martes.

Su caso refleja el de miles de viajeros atrapados por la ola de incendios en España y los problemas en las conexiones ferroviarias. “A mi viaje he tenido que sumar el dinero del Iryo, del BlablaCar… Y tengo que dar gracias al descuento del Verano Joven, que si no…”, zanja.