Esta es la programación para la Feria de Málaga 2025: la fantasía del dragón, el regreso de los moros y cristianos y más flamenco en el centro.
Toda la programación de la Feria de Málaga en el Centro: de la fantasía del dragón al regreso de los moros y cristianos
La concejala de Fiestas defiende la apuesta por los festejos en el casco histórico: "El Centro sigue vivo, con esencia tradicional. No es una Feria de nostalgia, es una Feria de presente".
Más información: Las novedades de la Feria de Málaga 2025: 'dresscode' en las casetas, despliegue de limpieza y una portada histórica
El sol cae con fuerza sobre las calles adoquinadas del Centro de Málaga y el aire empieza a oler a biznaga y a cartojal. Agosto no perdona, pero tampoco lo hace la alegría, que como cada año se instala con firmeza en plazas, casetas y callejones.
La ciudad se prepara para su semana grande, la Feria de Málaga 2025. Y con ella se ha organizado una extraordinaria programación que tiene en el casco antiguo uno de sus principales protagonistas.
Sus rincones se llenarán de flamenco y verdiales, entre otras actuaciones, dando continuidad a la programación del año pasado.
El viernes 15 de agosto se dará el pistoletazo de salida con la histórica cabalgata. Esta edición contará con más de 250 figurantes. Entre ellos estarán los integrantes de la Asociación de Moros y Cristianos de Benalauría, que este año se suma al desfile.
"Queríamos integrar también la riqueza festiva de la provincia, y este acuerdo con la asociación de Benalauría es una muestra de lo mucho que compartimos en identidad", ha afirmado Salvador Jiménez, presidente de la Asociación Cultural Zegrí.
El sábado 16 de agosto la ciudad se volcará con la Romería al Santuario de la Victoria, que saldrá desde el Ayuntamiento a las 11:00 de la mañana. "Invitamos a todos los malagueños y visitantes a unirse, y a vivir desde el corazón esa parte tan simbólica de nuestra Feria", expresa Fuensanta Villalobos, gerente de la Asociación del Centro Histórico.
El folclore también estará presente durante toda la semana, con actuaciones diarias de coros, pandas de verdiales y malagueñas en directo, de 13:00 a 14:00 horas.
Las plazas del Centro se llenarán de música, dando protagonismo a los artistas locales, que crearán un ambiente festivo y cercano.
Tres plazas serán el alma musical del Centro Histórico: la del Obispo, la de la Constitución y la de las Flores. En todas ellas los asistentes podrán disfrutar de música en vivo, flamenco, coros y mucho baile.
También destaca la carpa de Calle del Aire, que se transforma cada año en un punto de encuentro con sabor a raíz, donde actuarán agrupaciones como los coros de Isabel Mayorga.
La Feria Mágica estará dedicada este año al mundo de los dragones y tendrá su sede en la Plaza de la Merced, para disfrute de los más pequeños.
Y para los amantes del cante jondo, la Casa de la Peña Juan Breva ofrecerá flamenco de calidad en horario de tarde, en un ambiente íntimo y acogedor.
Desde el Ayuntamiento se insiste en que "la programación permite elegir: el Centro y el Real son escenarios complementarios, no excluyentes. Málaga ofrece opciones para todos los gustos".
A quienes critican que “ya no es como antes”, la respuesta por parte de la concejala de Fiestas, Teresa Porras, es clara: "El Centro sigue vivo, con esencia tradicional. No es una Feria de nostalgia, es una Feria de presente".
"El aumento de camas en Málaga nos hace pensar que esta será una de las mejores ferias en años", ha afirmado Francisco Moro, representante de la Asociación de Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), quien ha apuntado la previsión de que haya una ocupación hotelera del 92%.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos), Javier Frutos, ha subrayado el impacto positivo de los festejos en el sector, hasta el punto de preverse un pico de 116.000 trabajadores en agosto.
Y así, como cada verano, Málaga volverá a vestirse de lunares, a llenarse de sones y de palmas, de luz de farolillos y de abrazos. El dragón de la fantasía volará en la Merced, pero será la tradición la que una vez más alce el vuelo por encima de las calles, recordándonos que la Feria, como el verano, siempre vuelve.