Unas velas.
El apagón sorprende a Málaga y provoca una avalancha en tiendas en busca de transistores, velas y linternas
Muchos malagueños se vieron sorprendidos sin provisiones básicas para un suceso de estas características y ahora abarrotan las tiendas.
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Este lunes tan atípico en Málaga ha hecho volver a muchos a tiempos pasados. Notas que se tomaban en papel en bares, herramientas que cerraban persianas eléctricas, velas como bombillas improvisadas y transistores que, literalmente, dieron la vida a todos los privilegiados que los guardaban como auténticas joyas.
La radio es ese medio que nunca falla en situaciones extremas y fueron muchos los que recurrieron a aparatos de sus padres e incluso abuelos que guardaban por algún cajón de su casa. Con la clásica reedita trataban de atinar en medio de la oscuridad para 'cazar' una buena emisora con la que enterarse de lo que estaba ocurriendo, mientras otros miles vivían en silencio en sus casas sin saber lo que ocurría.
Es por ello por lo que en cuanto hemos vuelto a la normalidad, cientos de malagueños han optado por acudir a bazares asiáticos en busca de uno, así como velas, pilas, linternas e incluso algún que otro camping-gas para estar prevenidos ante un nuevo apagón próximamente. Manolo, un vecino de la zona de La Paz, confesaba a este periódico que le daba rabia no haber tenido un transistor a mano, con lo que él llegó a usarlos en su momento, por lo que ha pasado la mañana recorriendo tiendas para encontrar uno.
En la tienda M. Elena, en la avenida de La Luz, la encargada confesaba que les está siendo muy complicado localizar estas radios tan clásicas, unos elementos que han sido olvidados por gran parte de la población y que han salvado a muchos en una noche difícil. Tener una voz apoyándote en una crisis, sobre todo cuando estás solo y a oscuras, ayuda y mucho.
Así, la trabajadora reconoce que la mañana se ha basado en atender al público que se llevaba velas y linternas, con un miedo generalizado a que se volviera a repetir. Por ese motivo, ha optado por colocar junto al mostrador una gran caja con velas, así como un stand de linternas y pilas. "Está siendo difícil hasta para nosotros, porque ayer no podíamos pagar en los almacenes donde compramos. Para saber los precios tenían que tener electricidad", ha contado a este periódico la joven, quien asegura que en su proveedor de confianza le explicaron que pueden tardar en traer transistores una semana aproximadamente.
De la misma forma, en un comercio cercano del barrio de La Luz, Asia Home, otro dependiente asiático explicaba a EL ESPAÑOL de Málaga que les ha pillado el apagón por sorpresa y no tenían "tantas radios preparadas como quisiéramos". "Hemos vendido algunas, pero no muchas, principalmente porque no teníamos. Contábamos con unas diez o quince, no me ha pillado preparado", ha indicado el hombre, aún alucinando con lo ocurrido.
"También vendí velas y linternas... Pero tengo que decir que también me han robado mucho, la gente aprovechaba que no tenía luz y cámaras para robarme", lamenta el dependiente, mientras repone algunos productos en unas enormes cajas.
La locura generalizada por el apagón también llevó a los malagueños a abarrotar los supermercados en la tarde del lunes, quedando estos momentáneamente desprovistos de agua y pan principalmente. Así otros locales pequeños hicieron su agosto particular con el agua, subiendo los precios a niveles desmesurados por su alta demanda. "Hay gente a la que le pidieron entre cinco y ocho euros por un paquete de seis botellas de agua grande ayer, es patético", han contado a EL ESPAÑOL de Málaga varios vecinos de la zona oeste.