Imagen de archivo de un embalse de Málaga.

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Málaga

Este es el último plan de Málaga para hacer frente a la sequía: restauración de 18 pozos para conseguir un 50% de recursos

Estas estructuras ya fueron utilizadas durante la crisis hídrica de 1995, por lo que los expertos coinciden en las posibilidades de que suministre hasta la mitad del consumo diario.

12 febrero, 2024 14:57

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La situación de Málaga con respecto a los recursos de agua es crítica. El consejo de seguimiento de la sequía de la Junta decretó hace pocas semanas el estado de escasez grave debido a que los cinco embalses del sistema Gualdalhorce-Limonero están por debajo de 71 hectómetros cúbicos. A las restricciones aprobadas en el bando de noviembre se ha sumado el límite de 160 litros por persona al día como tope para el consumo. Sin embargo, parece que el Ayuntamiento tiene un último plan para lograr hacer frente al problema: la restauración y puesta en funcionamiento de 18 pozos del Bajo Guadalhorce.

Estos trabajos de rehabilitación y puesta en servicio (algunos de ellos están atorados, sin aforar o sucios) van acompañados del desarrollo de un plan de tuberías con el objetivo de transportar los recursos hasta el depósito norte del aeropuerto. En total, tendrá un plazo de ejecución de 6 meses y un coste de 15,5 millones de euros financiados por la Junta de Andalucía al estar amparado dentro de las medidas urgentes del decreto de la administración autonómica. 

Según los expertos hidrogeólogos la Universidad de Málaga, durante la gran sequía de 1995, estos pozos fueron capaces de administrar cerca de 800 litros por segundo. El caudal de salida de la estación de tratamiento es, a día de hoy, de 1.500/1.600 litros por segundo, por lo que estos pozos permitirían suplir el 50% de la demanda. A modo de referencia, el suministro de Emasa a todos sus clientes es de 47 Hm3 anuales; con estos trabajos se prevé alcanzar los 25hm3.

Hoja de ruta

Los primeros en ponerse en marcha serían los de Perales y Puente del Rey, ubicados en el entorno del aeropuerto y que en anteriores periodos de sequía han proporcionado un caudal importante a la ciudad de Málaga.

Además, ante un hipotético empeoramiento de la situación también se contemplan otros pozos del entorno como los de San Isidro (bajo de la segunda pista del aeropuerto), Intelhorce (margen izquierda del río), Amoniaco (norte del aeródromo) o los de las Fincas Marín y el Patillo (zona del arroyo Bienquerido).

Una vez se proceda a su aforo para medir el volumen almacenado y se analice la calidad del agua, el siguiente hito para su entrada en servicio será la ejecución de las conducciones necesarias para transportar el agua extraída hasta el depósito existente al norte del aeropuerto y, desde ahí, hasta las canalizaciones que conectan con la red principal hasta la estación potabilizadora de El Atabal.

Esta obra ha sido incluida en el cuarto decreto de sequía aprobado por la Junta de Andalucía (Decreto-ley 2/2024, de 29 de enero), supondrá una inversión de unos 15,5 millones de euros (IVA incluido) financiados por la Administración autonómica y tendrá un plazo de ejecución de seis meses. Emasa ya ha redactado y entregado la memoria valorada que servirá de base para la contratación de las obras.

Trabajo actual

Sobre las aguas subterráneas del entorno del Bajo Guadalhorce, cabe recordar que Emasa ha ido activando de forma progresiva desde junio de 2023 los pozos de Aljaima (cuatro unidades habilitadas) y Fahala (dos unidades habilitadas), los cuales vienen aportando hasta 3 Hm3 anuales al abastecimiento urbano, que junto al incremento en hasta 2 Hm3 del agua superficial del río Guadalhorce a través del mayor aprovechamiento del azud de Aljaima está permitiendo captar menos recursos de las reservas de los embalses.