Una semana. Siete días han pasado desde que los colegas marplatenses Maxi y Emma, así los llama su entorno, se adentraron en el mar desde la playa de Huelin para tomar mate desde su tabla de paddle surf. Buscaban pasar un rato de paz viendo el amanecer. Iban a volver para comer. Sin embargo, desde las 7.40 horas que los vieron por última vez, nada se sabe de ellos.

La mañana de aquel 27 de agosto se antojaba huracanada, algo poco habitual en la Costa del Sol. Hasta rachas de 70 kilómetros por hora se registraron la noche anterior dejando incluso a tres personas heridas por caídas de ramas en Málaga. Sin embargo, el mar Mediterráneo, muy traicionero, logró engañar a ambos haciéndoles creer que estaba en calma, pese al fuerte viento que soplaba.

En un vídeo grabado por un turista a las 7.41 horas de aquella jornada, supuestamente aparecen ambos remando mar adentro a una velocidad descomunal. El viento favorecía su entrada. Desde el primer momento en el que la familia recibió el vídeo tuvo claro que las siluetas que se ven en él son las de Maximiliano y Emmanuel, sobre todo por la forma en la que reman y las posturas en las que aparecen. 

Es por ello por lo que las dos familias no paran de luchar porque la búsqueda no finalice, ahora más que nunca. Esta semana se están movilizando para recaudar dinero para que la familia de Maxi pueda viajar desde Argentina hasta Málaga, pues aquí solo residía parte de la familia de Emmanuel. Según Camila Soria, hermana de Emmanuel, en España solo está el padre de Maxi, pero en Argentina siguen su hermana y su madre, "tristes y muy desesperadas". De hecho, su hermana, Cindy, ha aparecido en varios medios argentinos para tratar de buscar de la forma más temprana una tarjeta de embarque hacia España planteando incluso un posible intercambio con alguien que ya tuviera su billete comprado para esta semana. 

Argentinos unidos

Desde que se inició esta triste etapa en sus vidas, once personas están durmiendo en la casa de los Soria. Todos se organizan para colgar carteles, compartir información en redes e incluso buscar por su propia cuenta. "Está muy complicado económicamente, cada uno vino como pudo y la realidad es que no tenemos 'plata' y nos estamos manejando como podemos", contó ante los micrófonos de Canal Sur Radio Soria.

Pese a que todos los argentinos están unidos aunando fuerzas para ambas familias, la realidad es que estas, después de tantos días, empiezan a desesperarse ante la falta de noticias. El pasado lunes a las 18.43 horas, un velero localizaba la tabla donde viajaban y la bombilla de mate que llevaban atada a la tabla, pero ni rastro de los chicos. Ambos objetos estaban a quince millas de la costa malagueña, entre Benajarafe y Torre del Mar.

Es por ello por lo que este domingo los Soria han organizado en redes sociales una convocatoria junto al merendero Casa Jose de Huelin, junto a las rocas del paseo marítimo. "Invitamos a que se solidaricen con nosotros. Con un abrazo, con una palabra de fe o con una contención. Han pasado muchos días y necesitamos renovar energías", plantea Pancho Soria con tristeza en su cuenta de Instagram.

Los jóvenes

Maxi tiene 29 años y Emmanuel, 34. El primero lleva entrando en casa de los Soria desde que tenía apenas cuatro años de vida. Ambos han compartido cientos de experiencias juntos y eran como hermanos. Además, tenían una gran pasión, como buenos argentinos: el fútbol.

Eran deportistas, pero no expertos paddlesurfistas. Llevaban un mes con la tabla, que compraron por Internet y la habían usado cinco veces contadas. Es decir, no tenían conocimientos de cómo funcionan las corrientes, entre otros detalles a tener en cuenta cuando se utiliza este tipo de tablas.

Emmanuel estaba en España porque gran parte de su familia estaba aquí. Había venido de vacaciones y el próximo mes de septiembre volvía a su tierra natal tras todo el verano en España disfrutando, entre otras cosas, de festejos como la Feria de Málaga. Así, Maxi llevaba meses viajando por Europa y ahora se encontraba en Málaga porque encontró trabajo en una heladería. En principio, iba a quedarse hasta septiembre.

Fue su jefe quien levantó las sospechas de los Soria que, la tarde del domingo cuando se produjo la desaparición vieron que en el teléfono de Maxi había casi un centenar de mensajes de su jefe, pues no se había presentado a trabajar a las cuatro de la tarde. Como Emmanuel tampoco había aparecido, decidieron acudir a hospitales por si les había pasado algo, ante la falta de respuestas, su hermana Camila no dudó en acudir a denunciar por la noche. Tras iniciar la investigación la Policía Nacional, a las 3.15 horas del lunes 28 Salvamento Marítimo fue alertado de la desaparición y desde entonces los buscan en largas jornadas de trabajo diarias de más de 15 horas.