varios desperfectos de la comisaría de Carabanchel.
La comisaría de los horrores de Carabanchel: denuncian "montones de desperfectos" tras una obra de medio millón
Desde la Confederación Española de Policía piden una "revisión integral" que determine si las instalaciones respetan "los mínimos exigidos en materia de seguridad".
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Cuando en el año 2022 comenzaron las obras para remodelar y mejorar las instalaciones de la comisaría de Policía de Carabanchel, los agentes pensaban que iban a poder trabajar en las instalaciones modernas que llevaban tiempo reclamando. Tiempo después de que hayan finalizado, denuncian que las obras, lejos de mejorar el edificio, lo han dejado lleno de desperfectos.
Así lo cuenta un portavoz de la Confederación Española de Policía (CEP) que apunta a que el resultado de las obras fue "muy deficiente": "Ha sido chapuza tras chapuza".
"Cuando se plantearon las obras se pensaban gastar 729.000 euros en las reformas, pero, al final, la empresa a la que se le adjudicó la obra presentó un presupuesto de 509.000 euros. Esa cifra más baja se justificó con informe y, aun así, se adjudicó la obra", cuentan desde el CEP.
El edificio fue construido en 1975 y su última gran reforma tuvo lugar en el año 2008, por eso, según consta en la Memoria Justificativa de la Obra a la que ha tenido acceso Madrid Total, la finalidad de la obra de 2022 era la mejora de "las plantas semisótano, primera, segunda, cubierta y galería de tiro".
En el citado documento, se exponía que "el interior con el paso del tiempo ha quedado obsoleto y en mal estado" por lo que había que "mejorar las condiciones de trabajo, salubridad y conservación del inmueble".
🚨 Unas obras que empezaron mal (con una adjudicación a la baja, casi 200.000 € por debajo de la oferta que hizo Interior) y que han acabado dejando un reguero de desperfectos. Es la comisaría de #Carabanchel, en Madrid, y las víctimas son los compañeros/as. Denuncia @cepmadrid pic.twitter.com/xlHCL7I8ZE
— CEP Madrid (@cepmadrid) August 6, 2025
Ahora desde el CEP denuncian que "la lista de deficiencias es larga": "Hablamos de un espacio esencial para el buen funcionamiento de un servicio público clave, en el que cientos de profesionales desarrollan su labor diaria al servicio de la ciudadanía".
"Para empezar, el elevador salvaescaleras para personas con movilidad reducida está averiado y para entrar a la comisaría no hay rampa. El sistema de cierre de la verja que da acceso a vehículos policiales se cierra con un cordel con una lazada, hay que desatar el nudo para poder entrar", cuentan.
El cordel que engancha la puerta de la comisaría de Carabanchel.
Estos dos detalles, "son vergonzosos, ofrecen una imagen deplorable" y "comprometen la seguridad del operativo".
Por fuera del edificio, hay "una toma de corriente expuesta directamente a la intemperie" con "una trampilla completamente rota en la pared del edificio": "La falta de protección y el deterioro evidente de esta apertura aumentan el riesgo de electrocución, cortocircuitos o incendios"
El aire acondicionado de la comisaría de Carabanchel.
"Justo sobre la misma pared, se ha instalado un aparato de aire acondicionado de forma completamente deficiente: está visiblemente torcido, mal fijado y sujeto con bridas, en una solución improvisada y peligrosa", detallan.
Al entrar en el edificio, "cuya puerta presenta una rotura en el muro", se llega a los calabozos, donde "los desperfectos son variados": "El extintor está caducado, las rejillas metálicas de desagüe están mal encajadas, con bordes cortantes, salientes y oxidados que han dado lugar a lesiones a prisioneros. Además, las baldosas de goma están abombadas debido a la humedad".
La toma de corriente de la comisaría de Carabanchel.
Desde el CEP denuncian que esto "vulnera lo dispuesto en el Real Decreto 486/1997" que "establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo".
"En los pasillos que comunican las celdas pueden observarse múltiples rejillas de ventilación en mal estado. Algunas carecen por completo de la rejilla protectora, dejando los conductos a la vista, mientras que otras presentan una acumulación evidente de polvo, suciedad, óxido e incluso posibles restos de moho", detallan.
Las rejas de la sala de calabozos.
Pero la zona que los agentes señalan como "más peligrosa" es "la sala de la caldera": "El equipo está obsoleto, digno de museo industrial, cuya sola presencia ya despierta serias dudas sobre su eficiencia y seguridad".
Nada más entrar en la sala, "el olor penetrante a combustible y la atmósfera cargada de vapores hacen que permanecer allí resulte casi irrespirable".
Las tuberías de la sala de calderas.
"El suelo, visiblemente manchado y pegajoso, revela fugas pasadas, la ventilación es claramente insuficiente, con una única ventana de aluminio antiguo que ni garantiza una renovación adecuada del aire ni cumple los requisitos exigidos por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE)", detalla el CEP.
El deterioro se extiende por toda la sala: "Tuberías y aislantes del techo que se desprenden, impactos directos sobre la caldera y, como colofón, dos cubos repletos de agua recogiendo goteras de origen incierto, lo que introduce un riesgo añadido por humedad, corrosión y posibles contactos eléctricos".
Cubos en la sala de calderas.
Denuncian que cuesta "entender cómo esta sala continúa operativa". "Que una instalación tan delicada como la sala de calderas, la cual está en un estado de abandono tan flagrante, haya quedado al margen de una obra presentada como 'modernización', no es solo una omisión, sino que es una negligencia en toda regla", cuentan.
En la Oficina de Denuncias y Atención al Ciudadano, "el suelo original de baldosas ha sido alterado de manera rudimentaria para alojar el cableado eléctrico, lo que da una imagen lamentable".
El cableado eléctrico de la comisaría de Carabanchel.
"En esta misma sala el método de climatización, consistente en un pingüino con la tobera de calor pegada a la ventana con cinta policial", apuntan.
Dentro de la oficina del DNI, "el sistema de climatización sigue el mismo patrón deficiente que en otras estancias de la comisaría": "El sellado para evitar la entrada de aire no puede ser más elocuente: cartones recortados y cinta policial".
Uno de los aparatos de aire acondicionado de la comisaria de Carabanchel.
En la planta primera, donde se ubican las unidades de Policía Judicial, Secretaría y el despacho del comisario, la situación es "más que aceptable". Pero vuelve a torcerse en el vestuario masculino y en la sala de Seguridad ciudadana.
"El espacio disponible resulta claramente insuficiente: apenas cabe un agente de pie sin estorbar a otro, y la distribución interior agrava aún más el problema. En la sala de Seguridad, algunas ventanas han sido sustituidas por modelos nuevos, mientras que otras, justo al lado, permanecen sin tocar, conservando marcos viejos, oxidados y carentes de aislamiento", apuntan.
Una de las ventanas de la comisaría de Carabanchel.
Por todo ello, desde el CEP afirman que "la reforma no admite eufemismos": "Lo que debía representar una mejora estructural se ha convertido en una actuación fallida, marcada por la improvisación, la desigualdad de criterios y la negligencia".
Por todo lo descrito, solicitan que al Comité Territorial de Seguridad y Salud Laboral Policial que con carácter urgente se realice una evaluación completa de las instalaciones.
"La magnitud de las deficiencias detectadas hace ineludible una revisión integral que determine si las condiciones actuales respetan los mínimos exigidos en materia de seguridad, salud y ergonomía", apostillan.