El cementerio se encuentra a algo más de media hora en coche de Madrid capital. La necrópolis se levantó para los restos de los soldados marroquíes que lucharon por Franco en la Guerra Civil. Se reabrió en 1978 y se cedió su gestión al Consulado General de Marruecos en Madrid. Desde entonces es el único espacio en la Comunidad para dar descanso según el rito musulmán. Hace unos años, el Ayuntamiento del municipio se hizo cargo tanto del cementerio como de la mezquita asociada.

El cementerio ha llegado a su capacidad máxima. Sus 697 sepulturas están ocupadas. En los últimos años, sin contar los de la pandemia, se ha enterrado a una media anual de entre 90 y 100 musulmanes en el cementerio de Griñón. Ahora, la única "solución real y posible" para que los musulmanes puedan seguir sepultando a sus seres queridos en la Comunidad de Madrid es el proyecto ofrecido por el propio municipio. Pero es sólo un parche. El objetivo que persiguen es que se acondicione de una vez una parcela de 10.000 m2 en el cementerio de Carabanchel, tal y como aprobó el Ayuntamiento de Madrid en 2022. 

145 tumbas más

El proyecto de Griñón consiste en tirar abajo la mezquita del municipio para ganar espacio en el cementerio para 145 tumbas: 135 para civiles y otras 10 para militares. "Es un lugar de gran importancia para la población musulmana residente en España, tanto históricamente como en la actualidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, la falta de espacio para nuevos enterramientos, el deterioro de las edificaciones, la existencia de enterramientos desordenados y la falta de control sanitario de los cuerpos han llevado al Ayuntamiento a planear un proyecto para acondicionar el cementerio", explica Mohamed Ajana El Aoufi, secretario de la CIE en España.

El recinto no se quedaría sin templo. El plan es construir un nuevo espacio de culto, algo más pequeño, y habilitar un edificio para las labores administrativas y la preparación de cuerpos. Estas obras, en cualquier caso, sólo permitirían ganar entre un "año y año y medio de plazo para poder seguir peleando" para que se construya el de Carabanchel, apunta este órgano. 

35 cementerios en España

¿Cómo es posible que, hasta la fecha, sólo haya existido una alternativa en Madrid para enterrar a los cuerpos de los musulmanes? En España, según la 'Guía para la gestión de la diversidad religiosa en cementerios y servicios funerarios', publicada en 2013 por la Fundación Pluralismo y Convivencia, existía entonces una treintena de parcelas habilitadas para albergar a los musulmanes difuntos. A fecha de 2020, había 35 cementerios en el país -30 a "efectos prácticos"- que ofrecían entierros siguiendo la tradición musulmana. La mayoría de ellos ubicados en Andalucía (11), Cataluña (cinco), Comunidad Valenciana (cuatro) o Canarias (tres). 

Igual que en regiones como Murcia, Vizcaya, Pamplona o La Rioja, los musulmanes sólo cuentan con un campo santo en la Comunidad de Madrid, el de Griñón. Un cementerio que, según Mohamed Ajana, hace un tiempo sí que "cumplía" su función. Pero el perfil del musulmán residente en la región ya no es el mismo que en décadas anteriores. No todos estos ciudadanos quieren repatriar a sus seres queridos fallecidos a sus países de origen. Cada vez son más los que prefieren enterrar a los suyos en España, confirma el secretario de la CIE. En Alcobendas sí que existe un cementerio privado pluriconfesional, es decir, que no tiene una sección determinada para cada sección. 

Los 10.000 m2 de Carabanchel

La opción de Carabanchel aseguraría, según los cálculos de la Comisión, 50 o 60 años de enterramientos de musulmanes en la Comunidad de Madrid. Maysoun Douas, concejala de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, recuerda que ya durante el primer mandato de Alberto Ruiz-Gallardón en Cibeles se contempló habilitar una parcela en el cementerio municipal del sur de Madrid. "No se llegó a firmar", detalla. 

El siguiente intento fue durante la época de Manuela Carmena como alcaldesa (2015-2019). También quedó en nada. El año pasado, sin embargo, el PSOE recuperó la iniciativa y se aprobó con el único voto en contra de Vox. La propuesta -publicada en el Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid el 3 de octubre- aprueba acondicionar una parcela "de no menos de 10.000 m2" en la necrópolis de Carabanchel para "cubrir las necesidades derivadas del fallecimiento" de personas musulmanas en la ciudad de Madrid. La Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid quedó como encargada de gestionar la parcela y de las inhumaciones que se realicen en el futuro en este espacio. 

Por ahora, en la parcela de Carabanchel no se ha 'movido una roca'. "A nosotros nos llamó la atención que en el proyecto de Presupuestos de 2023 -que no se llegó a aprobar- no se había asignado una cantidad a un estudio o licitación" para llevar a cabo el acondicionamiento de este espacio, denuncia la edil de Más Madrid. 

A principios de enero, la CIE contactó preocupada con la empresa funeraria por la "tardanza en el inicio de las obras" y para "subrayar la urgencia" de la puesta en marcha del cementerio. 

[El drama de Safaa: no puede enterrar a su bebé "española" en su pueblo por ser musulmana]

Ajana insiste en que lo "urgente" es habilitar cuánto antes las unidades de enterramiento. No supone un problema para la comunidad musulmana que la construcción de la mezquita asociada al cementerio avance más despacio. "Toda la documentación que ha pedido la funeraria ya la tiene", señala el representante de la CIE, que confía en que el nuevo Ayuntamiento de Martínez-Almeida retome el asunto y comience las obras.