El Tren de los 40 días a su paso por Villar del Olmo.

El Tren de los 40 días a su paso por Villar del Olmo. Europa Press

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La increíble ruta por el famoso "Tren de los 40 días": la vía más breve de la historia para evitar el aislamiento de Madrid

Villar del Olmo cuenta con varios kilómetros de este ferrocarril que se construyó durante la Guerra Civil y atraviesa algunos túneles históricos.

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M. T. | Agencias
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No todo el mundo sabe que en Madrid existió una conexión de ferrocarril que buscaba construirse en sólo 40 días y que conectó Torrejón con Tarancón durante los meses que Madrid estuvo sitiado por las tropas franquistas.

Esta Vía Negrín, como también se le conoce a esta ruta, tardó mucho más en construirse aunque se hizo en tiempo récord y fue clave para la resistencia de Madrid en 1937, aunque acabó desmantelada al final de la Guerra Civil.

Sin embargo, vestigios de los que fue esta vía clave para la República Española pueden recorrerse a pie en el municipio de Villar del Olmo, que esconde parte del trazado del antiguo Ferrocarril Estratégico Torrejón-Tarancón.

Imagen del municipio de Villar del Olmo.

Imagen del municipio de Villar del Olmo. Ayuntamiento Villar del Olmo

Del famoso Tren de los 40 días se puede caminar por un tramo bien conservado de más de 6 kilómetros y atravesar hasta tres túneles históricos para defensa de Madrid: Fuente Elena, Valdelloso y Fuente del Quemado, todos ellos construidos en plena guerra.

Tal y como señala José María Olivera Marco, autor de El Tren de los 40 días. Ferrocarril Estratégico Torrejón-Tarancón, esta vía pretendía mantener conectada la zona centro de la península con el resto del territorio de la República tras los intentos del ejército franquista de tomar la capital durante el otoño e invierno de 1936-1937.

El Ayuntamiento ha señalizado un recorrido circular de 12 kilómetros, con dificultad media-alta, que parte desde la Plaza Mayor del municipio y permite visitar algunos de los elementos más destacados de esta infraestructura.

A lo largo del trayecto, los caminantes pueden acceder a paneles informativos con códigos QR que aportan datos sobre la historia del ferrocarril y el entorno natural de la zona.

Además de los túneles, el trazado en Villar del Olmo conserva trincheras, terraplenes, muros de cantería en seco y la ubicación de la antigua estación del municipio. Todo ello en un entorno de alto valor paisajístico y ambiental, lo que convierte esta ruta en una de las más destacadas dentro de la Comunidad de Madrid por su contexto histórico.

En su ejecución participaron obreros civiles, unidades militares y, en menor medida, prisioneros de guerra y presos políticos. Estuvo en funcionamiento apenas un año y fue desmantelado poco después del final del conflicto.

Impulsado por Juan Negrín, presidente del Gobierno de la República, el proyecto fue en realidad una iniciativa del Estado Mayor del Ejército del Centro y tuvo un uso casi exclusivamente militar.

La línea, de 91,3 kilómetros entre Torrejón de Ardoz y Tarancón, incluía 16 túneles, 11 estaciones y 3 puentes sobre los ríos Henares, Tajuña y Tajo, además de numerosas obras de fábrica menores. El tramo de Villar del Olmo sigue siendo, a día de hoy, uno de los mejor conservados del trazado.

Puntos de interés

Uno de los puntos más singulares de la ruta es el conocido como Chozo del Guarda, una pequeña construcción del siglo XIX destinada a la vigilancia agrícola. Situado a pocos metros del antiguo trazado ferroviario, el chozo se encuentra en una posición elevada que ofrece amplias vistas sobre lo que un día fueron tierras de cultivo, hoy reconvertidas en monte mediterráneo.

A su lado, un gran pino piñonero destaca entre el paisaje, convirtiéndose en brújula para los visitantes y lugareños que lo utilizan como punto de referencia, incluso desde el Arroyo Vega.

En la ruta del Tren de los 40 días también es posible atravesar el Túnel de Valdelloso, de 154 metros de longitud, una de las estructuras más representativas del recorrido.

La construcción se llevó a cabo en condiciones extremadamente difíciles. Aunque se estimaban 8.000 trabajadores, se llegaron a emplear más de 20.000 personas. Este, como otros túneles en aquel momento, se construyeron sin chimeneas de ventilación, por lo que los trenes debían atravesarlos a gran velocidad para evitar intoxicaciones por el humo de las locomotoras.

La ruta también invita a detenerse en los alrededores de Peña Rubia, donde los caminantes podrán descubrir de cerca una antigua leyenda local. En 1836, durante la Primera Guerra Carlista, un grupo de soldados escapó de la cárcel de Alcalá de Henares y llegó hasta Villar del Olmo, donde asaltaron al alcalde y mataron al secretario del pueblo antes de refugiarse en los corrales del lugar.

Desde allí llevaron a cabo diversos asaltos en los caminos cercanos hasta que, meses después, fueron capturados por una compañía de cazadores enviada desde Madrid.

Sin embargo, los objetos robados --joyas, monedas y otros enseres-- nunca aparecieron. Por ello, la tradición popular sostiene que el tesoro carlista sigue oculto entre los riscos de Peña Rubia, esperando el día en el que vuelvan a encontrarlo.