Un apartamento.

Un apartamento. Pixabay, Pexels.

Observatorio de la vivienda

Alquilar una casa de dos dormitorios ya es un 46% más caro que comprarla

Entre los grandes mercados, Valencia es la ciudad que registra la mayor diferencia (56%). Le siguen Barcelona (39%) y Sevilla (33%).

27 noviembre, 2023 07:03

Alquilar una casa de dos dormitorios ya es un 46% más caro que pagar una hipoteca por el mismo inmueble. Así, una familia española necesitaría, de media, 31.550 euros para mantener su vivienda en alquiler, mientras que los ingresos medios requeridos para tenerla en propiedad se reducirían a 21.561 euros anualmente.

Son los datos que se derivan del último informe publicado por el portal inmobiliario Idealista y que están calculados teniendo en cuenta que los núcleos familiares no superarían el umbral recomendado del 30% de inversión en vivienda

El problema radica en que, junto a esos 21.561 euros, es necesario aportar, también de media, una entrada que asciende a un total de 43.467 euros. Una cuantía que la mayoría de inquilinos no puede ahorrar debido al 'círculo vicioso del alquiler'.

Porque la primera opción al emanciparse no es -no acostumbra a serlo- la de adquirir una vivienda en propiedad. Los jóvenes suelen optar por el alquiler, reduciendo su capacidad de ahorro y terminando por caer en la citada situación. Es decir: alquilo, no ahorro y, al final, tampoco compro

Y ese círculo, del que tanto cuesta escapar, se ha visto alimentando de un tiempo a esta parte por la incontrolable espiral alcista por la que transita el mercado de la vivienda en España. Con una capacidad de ahorro nula, resulta muy complicado alcanzar los 43.467 euros que deben abonar de entrada a la hora de adquirir un inmueble. 

Prueba de esta situación es que la edad media del perfil de comprador de primera vivienda se ha retrasado en los últimos años. Sólo el 30% de los menores de 30 tiene ahora una hipoteca, por el 70% de los jóvenes que la tenían en 2011.

"La alta demanda genera tensiones en los precios, que siguen subiendo y exigiendo cada vez un mayor esfuerzo a los inquilinos y limitando cada vez más su capacidad de ahorro, lo que hace que sean cada vez más las familias que se ven condenadas a vivir de alquiler", matiza Francisco Iñareta, portavoz de Idealista.

Entre los grandes mercados del país, Valencia es la capital que registra, porcentualmente, una mayor diferencia entre los ingresos necesarios para alquilar y comprar, elevándose esta cifra al 56%. Por detrás estarían: Barcelona (39%), Sevilla (33%), Bilbao (32%), Madrid (24%) y Málaga (15%). Lejos de las grandes urbes, las diferencias más notorias se encuentran en Huelva, donde la diferencia alcanza el 81%. Le siguen Lleida (77%), Jaén (71%) y Murcia (66%).

Atendiendo exclusivamente a la cantidad de ingresos que destinan las familias al alquiler de una vivienda de dos dormitorios, la Ciudad Condal es el enclave de España donde se exige la cantidad más elevada. En concreto, el total anual asciende a 59.125 euros.

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En datos facilitados por la mencionada plataforma, Barcelona marcó el pasado mes de octubre su máximo histórico en el metro cuadrado en alquiler: 17,5 euros. El repunte anual ya supera el 16%.

Barcelona ha sido una de las ciudades que más restricciones ha aplicado al alquiler en España. Esta situación está provocando que los propietarios hayan dejado de ofertar sus viviendas con un alquiler tradicional -el de toda la vida, que está regulado en la Ley de Vivienda- y hayan comenzado a ofrecer los mismos pisos bajo la modalidad de alquiler de temporada, un formato que escapa a la regulación de la norma.

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Sólo en la Ciudad Condal, el 30% de los pisos en alquiler ya se arriendan bajo esta modalidad. La media de España está en el 10%. Madrid, que no es tan restrictivo en este aspecto, se encuentra en el 11%. A Barcelona, en cuanto al total de ingresos, le siguen Palma (51.002 euros netos), Madrid (50.835 euros netos), San Sebastián (47.573 euros netos), Valencia (44.674 euros netos), Bilbao (37.508 euros netos) y Málaga (37.280 euros netos). En el lado opuesto encontramos a Ciudad Real, con 17.840 euros netos de ingresos para alquilar una vivienda de dos dormitorios.

"Este informe vuelve a poner de manifiesto el perverso efecto de la Ley de Vivienda en el mercado inmobiliario que, al reducir la oferta del alquiler, ha dificultado el acceso a la vivienda no sólo en alquiler, sino también en venta", asevera Francisco Iñareta.

Pagar la entrada

El principal problema de las familias, por encima incluso del acceso a la financiación, es encontrar los ahorros necesarios para afrontar la entrada del piso. Esto es, el 20% del valor de la tasación que no financia la banca, así como el 10% del gastos e impuestos.

Según los datos aportados por el Banco de España el pasado mes de septiembre, las familias tuvieron que retirar cerca de 22.800 millones de euros en ahorros por culpa de la incesante inflación que asola España desde que se desatase la guerra de Ucrania en 2022. Bajo esta tesitura, ahorrar para poder afrontar una entrada parece imposible.

Más aún en ciudades como Palma de Mallorca, donde la cuantía ya es la más alta de España y alcanza los 114.211 euros. Por encima de la barrera de los 100.000 euros sólo se encuentra otro enclave: San Sebastián.

Por debajo de esa cifra, están el resto de principales núcleos urbanos, como son Barcelona (85.595 euros), Madrid (82.951 euros) y Málaga (65.124 euros). Jaén es la ciudad en la que menos ahorros son necesarios (23.936 euros), seguida por Huelva (25.501 euros) y Palencia (26.309 euros).

"La mejor manera de romper este círculo vicioso pasa por un cambio en las políticas de alquiler que logre aumentar significativamente la oferta de viviendas en alquiler, relajando la tensión sobre las mismas y logrando una tendencia bajista en los precios que incremente la capacidad de ahorro de las familias para hacer frente a la entrada en un futuro", añade el portavoz de Idealista.

El nuevo Gobierno aseguró en campaña, del mismo modo que hiciera la nueva titular de Vivienda, Isabel Rodríguez, que esta materia iba a convertirse en el "quinto pilar del Estado de bienestar". Para ello el Gobierno ya ha anunciado medidas, sin embargo, estas no convencen a ninguno de los agentes del sector.