Donald Trump.

Donald Trump. Europa Press

Economía

España agrava su déficit comercial con EEUU en un 45% tras siete meses de tensiones con Trump por los aranceles

El déficit comercial se eleva hasta los 8.235 entre enero y julio de este año, justo antes de que entrara en agosto en vigor el arancel pactado del 15%.

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Los siete meses de tensión a los que ha sometido Donald Trump el comercio con la Unión Europea (UE), que arrancaron con la promesa de aranceles en su investidura en enero y se han zanjado con la entrada en vigor en agosto del gravamen del 15% pactado con Bruselas, dejan un golpe multimillonario para España.

El daño, al menos el causado por la eufemística "incertidumbre" generada por el exmagnate en ese periodo en que nadie podía aventurar qué sucedería, puede cifrarse en el déficit comercial con EEUU. Este empeora un 45% en los primeros siete meses del año.

Es decir, desde que Trump advirtió en su investidura en enero que habría aranceles y hasta que llegó el acuerdo con Bruselas a finales de julio, el déficit acumulado de España en sus relaciones comerciales con EEUU es de 8.235 millones de euros. Esto supone 2.577 millones más que en los primeros siete meses del año anterior.

El desfase se explica por la reducción de casi el 6% en la factura de las exportaciones, que se sitúan en los 10.301 millones de euros. Mientras, las importaciones han crecido un 11,6% hasta superar los 18.500 millones.

Adelantos de compras y nervios

Para llegar hasta aquí ha sido fundamental el arreón final de julio, un mes marcado por las prórrogas que se dieron Bruselas y Washington para lograr un acuerdo que evitara que Trump cumpliera su amenaza de imponer un recargo del 30%.

El consenso llegó al cierre del séptimo mes, que se convirtió en un descalabro comercial para nuestro país. Lo reflejan los datos más recientes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa: las exportaciones a EEUU cayeron un 10,4% y las importaciones se dispararon casi un 22%.

O sea, hubo un recelo a vender por el temor a no saber y una fiebre de compras en la expectativa de que la amenaza se cumpliera y Bruselas aplicara la vendetta que tenía preparada, y que implicaba que se encarecieran hasta un 25% productos como motos Harley-Davidson, los vaqueros Levi's, la soja, o el zumo de naranja.

Solo en julio el déficit comercial se situó en 1.151 millones de euros, un 135% más que en julio de 2024.

Es un buen reflejo del nerviosismo que ha marcado la recta final de las negociaciones entre Trump y Ursula von der Leyen, que han afectado de forma dispar a los exportadores españoles. Bastan dos ejemplos dentro del agroalimentario, uno de los sectores más expuestos a los aranceles de EEUU.

Para los vinos ha significado menos salidas. Según los datos más recientes de la Interprofesional del Vino, las ventas de vinos envasados, que son los que se exportan a EEUU, cayeron en los once primeros meses de campaña un 4,8% en volumen, hasta los 762,7 millones de litros, aunque facturaron un tímido 0,1% más, hasta los 2.204,9 millones.

En cambio, para el aceite de oliva todo han sido parabienes porque se han incrementado compras para hacer stock en EEUU ante la previsión de que el oro líquido se encareciera por los aranceles. España ha exportado hacia EEUU 87.273 toneladas de aceites de oliva entre enero y junio, o sea, un 24,19% más.

Avanza Mercosur

España no es el único que ve empeorar su saldo comercial. Según Eurostat, en julio el superávit comercial de la UE en el intercambio de bienes con EEUU cayó un 27,8% interanual, desde los 18.000 millones de euros hasta los 13.000 millones.

De momento, aún está por ver el impacto que tendrá a partir de agosto el arancel pactado del 15%, presentado como una suerte de mal menor.

Con todo, desde el principio de las amenazas comerciales de Trump, Bruselas trabaja en realidad para encontrar alternativas, siendo la más potente de ellas Mercosur.

Los 27 quieren avanzar en la ratificación por parte de los Estados miembros de este acuerdo, el mayor que ha concluido nunca el bloque, para que entre en vigor a finales de este año.

En esencia, el pacto se basa en el canje de carne de vacuno y productos agrícolas latinoamericanos por coches y maquinaria de la Unión Europea, lo que permitirá a los exportadores comunitarios ahorrar 4.000 millones al año en aranceles, según Bruselas.

A falta de que se aplique, este es en todo caso un mensaje que va calando entre los exportadores españoles, que no han dejado de ampliar sus ventas al bloque suramericano desde que comenzó la tensión con Trump.

Entre enero y julio, el valor de las ventas al Mercosur creció un 3,8%, hasta los 2.750 millones. En julio, el mes de la recta final de amenazas y nervios, se disparó un 15,6%, anotando 494 millones. Esto supone el 18% del total exportado a estos países.