Una mujer compra en un supermercado en Pekín.

Una mujer compra en un supermercado en Pekín. Europa Press

Economía

La desaceleración china abre la puerta a las primeras bajadas de precios en la compra del supermercado

La menor demanda del país asiático hace que bajen los precios internacionales de lácteos y carne. La industria observa con prudencia.

25 septiembre, 2023 02:23

De todos los dolores de cabeza causados por la inflación, uno de los más inevitables es el que se produce en las cajas de los supermercados. Con los alimentos un 10,4% más caros que hace un año -mención aparte para el aceite de oliva, que se ha disparado un 52% en ese periodo- las subidas generalizadas parecen inevitables. Pero la desaceleración de China, a más de 8.700 kilómetros, abre la puerta a la primera rebaja. 

Por lo menos en lácteos y carnes. Su menor demanda de estos productos ya está repercutiendo en los precios mundiales, como constata la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En agosto, el índice de precios de los productos lácteos bajó un 4% con respecto al mes anterior. En el caso de las carnes, el descenso fue de un 3%. El informe destaca como factor relevante la ralentización de la demanda por parte de China; sus importaciones a la baja han tropezado con un excedente de oferta, especialmente en el caso de la carne de ovino. También el porcino lo sintió.

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Lácteos y carnes han tenido otras bajadas este año, pero que ahora vengan influenciadas por la evolución del gigante asiático -el mercado más grande del mundo de energía, materias primas y alimentos- da otra dimensión a ese descenso. Se observa así en el caso de la carne, que el mes precedente se encarecía y ha cambiado bruscamente de rumbo.

Pero ¿pueden estas bajadas de los precios internacionales llegar hasta las cestas de la compra española?

"Es probable que una parte de la caída del precio de la materia prima repercuta en el precio final del producto elaborado, pero en menor medida que la caída inicial de precio", apunta a EL ESPAÑOL-Invertia Pedro Aznar, profesor del Departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade.

Lo ejemplifica con los lácteos. "Mientras que en 2022 el precio pagado a los ganaderos subió cerca del 25%, este año lleva cayendo todos los meses, en concreto un 21% acumulado", expone. 

Pero desde enero no se han visto caídas de esa magnitud en el precio en lineales. Según el Instituto Nacional de Estadística, en lo que llevamos de año solo la leche desnatada y el yogur han bajado de precio, un 1,3% y un 1,9%, respectivamente.

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Mientras, la leche entera ha moderado su encarecimiento, hasta subir en ese periodo apenas un 0,3%. Pero han subido el queso, la mantequilla y otros productos lácteos: un 2,2%, un 4,3% y un 1,7%, para ser exactos.

Por eso, Aznar advierte: "la traslación al consumidor depende de toda la cadena de valor". Y también tendrá mucho que decir el cliente, más sensible a cambios de precio que en otras ocasiones por la inflación. 

Así, aunque haya solo una pequeña repercusión en el precio se producirán movimientos. "Si, por ejemplo, en el caso de la carne, las disminuciones de precio difieren en función del tipo de carne, cerdo respecto a ternera o pollo, puede haber cierto efecto sustitución", señala.

Y en este apartado, la carne de cerdo, la más demandada por parte de China, tiene mucho en juego. Es la que más se ha encarecido en lo que va de año: un 11,7%. Le siguen a mucha distancia la carne de vacuno, que ha subido un 2,7% en el mismo periodo, y la de ave, un 1,6% más cara. Solo ha bajado desde enero la carne de ovino y caprino (-3,6%).

La industria láctea española, expectante

Frente a esta situación, la industria española de lácteos está expectante. Considera que España, "al tener precios de leche cruda en origen más elevados que la media europea enfrenta un desafío en términos de competitividad en este contexto de menor demanda mundial".

Así lo expone Luis Calabozo, director general de la Federación de Industrias Lácteas. "La evolución de los precios de los lácteos a nivel mundial – y sobre todo en el contexto europeo - afecta en gran medida a la evolución de nuestro sector", admite.

Calabozo recuerda que los lácteos son commodities que cotizan en los mercados internacionales, y la reciente disminución de la demanda china "ha impactado en su disponibilidad y costos". 

Con una mayor oferta disponible, los lácteos españoles se la juegan. Desde la industria subrayan que habrá que esperar a ver no solo la oferta y la demanda global, también la "capacidad de competir" que tengan en nuestro mercado con los lácteos producidos fuera de nuestras fronteras. Todo ello determinará qué pasa con los precios.

Aunque en todo caso, Calabozo destaca que los precios de venta al público de los productos lácteos "en muchas ocasiones se han mantenido artificialmente bajos como parte de estrategias para atraer a los consumidores", por lo que insiste en la necesidad de que haya "una remuneración justa a lo largo de toda la cadena de valor de los lácteos".