Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. EFE Mariscal

Economía

La inestabilidad política del Gobierno pasa factura ya a las empresas: la mitad reconocen verse impactadas en su día a día

La Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE) demuestra que la debilidad institucional está afectando a las compañías. 

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Las claves

El 49,3% de las empresas españolas afirman verse condicionadas negativamente por la incertidumbre generada por la política económica del Gobierno de Pedro Sánchez.

El impacto de la inestabilidad política es especialmente relevante en sectores como el transporte, la industria y las empresas reguladas, mientras que es menor en los servicios.

La falta de mano de obra cualificada y los altos costes energéticos también figuran entre los principales problemas para las empresas, superando al acceso a financiación.

A pesar de la incertidumbre, el 55% de las empresas prevén mejorar su facturación en 2025, aunque las pymes muestran menos optimismo en inversión y empleo respecto a las grandes compañías.

La mitad de las empresas españolas (49,3%) se ven condicionadas negativamente en su actividad por la incertidumbre que genera la política económica que desarrolla el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez.

La Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE) del cuarto trimestre de este año, publicada dos días después de la debacle socialista en Extremadura, demuestra que la debilidad institucional y el momento crítico de la política española no pasa desapercibido en las empresas.

El impacto es mayor en las compañías que dependen de sus decisiones en política energética o regulatoria, como es en el transporte o la industria. La incidencia es menor en el caso de los servicios.

La encuesta, realizada entre el 17 de noviembre y el 1 de diciembre, se basa en una muestra de más de 6.800 sociedades, muchas de ellas de la central de balances del banco, que representan el grueso del tejido empresarial español.

El problema de la inestabilidad política está ligeramente por encima de la falta crónica de mano de obra cualificada, de financiación y de demanda que sufren las compañías españolas. Y a un nivel similar por los costes energéticos.

La escasez de mano de obra es una percepción compartida por el 48% de las empresas, 2,4 puntos porcentuales más que hace tres meses. Por sectores, el problema se agrava en la construcción, la hostelería y la agricultura, donde el ratio se coloca en niveles del 60%.

En ese podio de factores que inciden en la actividad empresarial, los costes energéticos, que tienen mucho que ver con la estabilidad política, también son un obstáculo para el 46,5% de las sociedades encuestadas.

Frente a ello, el acceso a la financiación representa un problema grave sólo para el 13% de las empresas, dos puntos más si se trata de pymes. Y apenas un 9,7% de las más compañías grandes.

En este campo se deja ver el recorte en el endeudamiento privado que se ha logrado en España desde hace más de dos años. Sólo un 17,7% de las empresas ven su nivel de apalancamiento como una dificultad, un dato que tiende a la baja.

Optimismo moderado

La encuesta del Banco de España, que se ha convertido en una referencia sobre la evolución empresarial, presenta unas líneas generales en este final de año, muy similares a la tónica de todo el ejercicio, en el que se ha tocado techo de crecimiento y actividad.

De hecho, un 55% de la muestra consultada espera mejorar su facturación el año que viene, mientras que un 34% la mantendrá y sólo un 11% teme reducciones. En este último caso muy centradas en la agricultura y el campo.

A pesar de esa elevada confianza en que las cosas irán bien, aunque sólo sea por inercia después de un buen 2025, casi la tercera parte de las empresas mantiene una incertidumbre elevada sobre el cumplimiento de las expectativas.

Los datos son más favorables sobre la evolución del cuarto trimestre de este año, que acabará con un crecimiento anual del 2,9%. Se mantiene el patrón de otros trimestres, con mejoras en actividades profesionales y administrativas, frente a los malos augurios de la hostelería.

También en el empleo se deja ver la mejora entre octubre y diciembre. Pero con un dato preocupante: estaría creciendo en las grandes empresas, aunque a un ritmo muy inferior al de hace un año. Mientras que entre las pymes se espera una leve reducción.

La inversión, sin embargo, va a cerrar el séptimo trimestre de crecimiento, muy de la mano de las grandes empresas en industria y construcción, como se ve en todos los informes de coyuntura.

Y también se deja notar para el primer trimestre de 2026 una inercia al alza en el ánimo inversor de las empresas, de la que ya habló el mes pasado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

Pero al igual que ocurre con la facturación y el empleo, esa tendencia al alza se deja notar sobre todo en las grandes empresas, mientras que en el caso de las pymes todo apunta a una congelación y un recorte de la inversión.