El exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

El exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez. EFE

Tribunales Caso Bankia

Fernández Ordoñez niega que conociera los “demoledores” correos contra la viabilidad de Bankia

Defiende que esos 'mails' en los que un inspector ponía en duda la salida a bolsa de la entidad no tenían que llegar a la cúpula.

16 marzo, 2017 13:55

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Los “demoledores” correos electrónicos enviados por un inspector del Banco de España a su superior en los que alertaba de la inviabilidad de Bankia y los peligros de su salida a Bolsa no llegaron nunca a la cúpula del organismo. Así lo ha asegurado quien fuera en esas fechas, 2011, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, que ha declarado esta mañana en calidad de investigado en la Audiencia Nacional.

Según fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio, el máximo responsable del órgano regulador ha explicado al juez que investiga la fusión y salida a Bolsa de Bankia, Fernando Andreu, que los correos electrónicos enviados por José Antonio Casaus a Pedro Comín nunca les llegó. Sin embargo, considera que es lo normal porque a la cúpula sólo se le hace llegar los informes definitivos de la inspección, que avaló la salida a Bolsa de Bankia.

Fernández Ordóñez defiende que las cuentas de la entidad eran correctas y ha avalado el trabajo del supervisor. Lo que falló en Bankia fue la inesperada segunda recesión económica, pero eso se escapa del control del Banco de España.

En su declaración, el exgobernador del Banco de España ha insistido que los correos elaborados por Casaus estaban equivocados, "eran erróneos", se "equivocó en sus predicciones". "La preocupación de la salida a bolsa es que consiguieran los 3.000 millones de euros que necesitaban", ha asegurado Fernández Ordoñez, según las mismas fuentes.

A preguntas del abogado Andrés Herzog, el exgobernador ha negado que hiciera ninguna gestión a favor de la salida a bolsa de Bankia ni conoce que nadie la hiciera, en referencia a la posibilidad de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hubiese apoyado la operación. También ha declarado el ex subgobernador, Javier Arístegui, quien ha mantenido la misma línea que el anterior.

El juez, contrario a investigarle

Ni el magistrado ni la Fiscalía Anticorrupción apoyan que tanto Fernández Ordoñez como el resto de altos cargos del Banco de España ni de la Comisión Nacional del Mercados de Valores (CNMV) sean investigados. Entienden que el trabajo del regulador y del supervisor se hizo correctamente y sospechan que fue Bankia quien ocultó datos y maquilló sus cuentas para hacer posible su salida.

Sin embargo, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional obligó a Andreu a investigarles y a citarles a declarar, al considerar que los correos electrónicos remitidos por Casaus e incorporados a la causa son “demoledores” y evidencian que desde el Banco de España se conocía que Bankia no era viable ni rentable.

El tribunal consideró procedente la petición de la acusación, representada por la Confederación Intersindical del Crédito (CIC) con Andrés Herzog como abogado, de llamar a declarar a los responsables de ambas entidades, que tenían bajo su competencia la supervisión de BFA-Bankia en el momento de su constitución y salida a bolsa y que, según aquellos, la autorizaron "pese a las reiteradas advertencias del equipo de inspección del BdE de la inviabilidad del grupo y de que la solución de salida a bolsa no debía ser aprobada, pues suponía grave perjuicio para accionistas, preferentistas y contribuyentes (estimado en unos 15.000 millones de euros)".

"Una máquina de perder dinero"

Después de Fernández Ordónez, ha sido el turno de Casaus, el autor de los correos electrónicos y quien fue citado de urgencia por el juez para declarar en calidad de testigo y dar la opción a las partes de contrarrestar las declaraciones. Ha ratificado el contenido de los 'emails' y ha asegurado que Bankia era una "máquina de perder dinero".

Durante su interrogatorio, ha recordado que en esas fechas una persona del Banco de España le comentó, en tono informal, que dejara de llamar al BFA "el banco malo" y él le contestó: "Tienes razón, el banco malo es Bankia; el BFA es muy malo".

El inspector ha señalado que esos correos electrónicos enviados a su jefe, Pedro Comín, no fueron espontáneos sino que estaban muy "meditados y pensados" y se realizaron en común acuerdo con el resto de su equipo. Nunca recibió contestación, sólo tuvo un silencio por respuesta. Según ha relatado, en los correos había reflexiones de futuro como la inviabilidad de la entidad pero también había de las cuentas del banco en esas fechas.