El ministro José Manuel Albares, el pasado 25 de mayo en la presentación de la propuesta de los dos Estados para resolver el problema de Palestina.

El ministro José Manuel Albares, el pasado 25 de mayo en la presentación de la propuesta de los dos Estados para resolver el problema de Palestina. Europa Press

Política

Los diplomáticos acusan de arbitrariedad a Albares en los destinos, Exteriores replica que se ciñe a la norma

Cuatro sindicatos de funcionarios han planteado a los Grupos Parlamentarios un decálogo de propuestas para mejorar la situación del personal.

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Los funcionarios de la carrera diplomática llevan meses quejándose del trato que reciben por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores y del propio José Manuel Albares.

La lista de agravios que enumeran los sindicatos que los representan es larga: censura, falta de transparencia, silencio y vacío ante consejos o sugerencias, mala gestión de personal, nombramientos arbitrarios, falta de claridad en la asignación de personas para determinados puestos, selección de candidatos afines al dirigente y edadismo.

Todas estas acusaciones se unen a otras deficiencias administrativas que datan de décadas, y que afectan al personal laboral contratado en el Exterior, con salarios bajos y condiciones precarias.

Mala gestión de personal

Pero también a los integrantes de la carrera diplomática cuando regresan del exterior con los hijos en edad escolar o a la imposibilidad de que sus cónyuges coticen mientras están en el extranjero.

La Federación de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado (FEDECA) viene movilizándose todo el año en contra de la situación “nada transparente, sin debate público, sin participación de la ciudadanía, sin escucha real ni respuesta por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores a los puntos de vista y planteamientos de sus integrantes”, advierte a EL ESPAÑOL Alberto Virella, presidente de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE).

“Existe una mala gestión de personal en el Ministerio, se desaprovechan los recursos humanos porque la asignación de puestos y responsabilidades, muchas veces, no guarda relación clara con las trayectorias y la especialización de sus funcionarios”, denuncia el diplomático.

“Se nombra a diplomáticos muy capaces”, añade, “pero en materias y para ejercer funciones y competencias sobre las cuales no han desempeñado ningún año de su larga carrera profesional”

Igualmente, apunta que “es sorprendente que a prácticamente todos los niveles y categorías, no solamente para los puestos que ocupan diplomáticos, solo hay una persona que toma la decisión de selección de puestos, que es el ministro".

"Todo responde a una manera muy personal de gestionar los recursos humanos", indica, "no hay una buena selección de candidatos, sino de candidatos afines a quien los selecciona”.

Como ejemplo, los sindicatos hacen alusión a cómo cinco embajadores de la carrera diplomática han sido destituidos sin explicaciones.

Por su parte, desde el Ministerio defienden que los nombramientos de embajadores y diplomáticos “se desarrollan con normalidad y según lo dispuesto en el artículo 44 de la Ley 2/2014 de Acción y Servicio Exterior, que establece que los Embajadores serán designados y cesarán por real decreto acordado en Consejo de Ministros a propuesta del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación”.

En relación a otros puestos en el exterior, “el Ministerio se rige desde hace muchas décadas por un sistema de libre designación, pero donde el ministro respeta en el 90 por ciento de los puestos todos los que no llevan asterisco por su particular relevancia política la decisión de la Junta de la Carrera Diplomática”, insisten desde el Ministerio en declaraciones a EL ESPAÑOL.

En todo caso, “la política de nombramientos siempre ha sido así. Cada partido que entra manda de embajadores a las personas que considera que pueden llevar a cabo la política del gobierno”, mantiene un exembajador cercano al Gobierno actual.

Censura de información crítica

En este punto, desde la ADE denuncian censura de las informaciones desfavorables al Ministerio o al ministro de Exteriores en el boletín de noticias interno.

El resumen diario de prensa nacional e internacional “antes era accesible desde la intranet, ahora es más difícil acceder a este instrumento importante para el desempeño de nuestras funciones. Estamos viendo una censura desde hace muchos meses de cualquier información de prensa nacional o de medios internacionales que sea mínimamente crítica con el Gobierno y con el ministro de Asuntos Exteriores en particular”.

El malestar de los diplomáticos con el ministro Albares, que “no quiere que nadie le haga sombra y castiga a los que consideran adversarios”, es patente; “tal vez porque sufrió como embajador durante el mandato del PP”, apunta un diputado consultado por este diario.

Reglamento del Franquismo

Por otro lado, a estas reivindicaciones y quejas más políticas, se une otra problemática de carácter administrativo, en relación a los diplomáticos y a los trabajadores en el exterior, “que se arrastra desde hace décadas y que necesita soluciones”, coinciden algunos de los políticos consultados en la Comisión de Exteriores en el Congreso.

Entre otras cuestiones, el Ministerio de Asuntos Exteriores está funcionando con un reglamento de 1950, de la época del dictadura franquista. José Manuel García-Margallo lo intentó cambiar cuando estaba al frente de Exteriores, pero los tribunales lo rechazaron porque no cumplía con el mandato de consultar a los sindicatos para su elaboración.

“Es un reglamento copiado de la Marina de Guerra que crea una serie de problemas enormes porque nadie sabe muy bien cuáles son las reglas de su funcionamiento y deja un gran margen de discrecionalidad a los subsecretarios, que son los encargados del mismo”, especifica un diputado exdiplomático.

Para buscar soluciones a esta situación, cuatro sindicatos (CSIF, CCOO, ADE y FEDECA) se reunieron con grupos parlamentarios y portavoces en el mes de febrero de este año y les presentaron un decálogo de medidas que sugieren implementar. La iniciativa recibió el apoyo del PP y de Sumar.

“Una mayoría veíamos claro que tenían razón. En general, expusieron reivindicaciones de sentido común y habría que buscar soluciones cara al futuro”, mantienen desde Bildu. Para este partido una vía podría ser una “subcomisión de estudio y elaborar un informe con reivindicaciones” a partir del documento con diez quejas que presentaron los sindicatos en febrero de 2025.

Sin embargo, desde ADE se quejan de que, después de seis meses, siguen sin tener respuestas del Ministerio.

“El ministro no atiende, no contesta ni recibe a las reuniones, entrevistas y citas pedidas por la carrera diplomática y sindicatos del sector. Le enviamos un informe con propuestas para financiar la mejora de la red consular, también le hicimos llegar un documento de cómo mejorar la comunicación institucional e interna de información en el Ministerio de Asuntos Exteriores, y seguimos sin noticias”, deplora Virella.

En todo caso, esta realidad no es nueva, se arrastra desde hace décadas, “no es tanto un problema de Exteriores como de Administraciones públicas”, mantiene Bildu. No obstante, en esa reunión no se expresaron quejas concretas contra el ministro Albares, más allá de “algo sutil sobre sus premios y castigos. Aunque, vamos, eso lo hacen todos”, confirmaron los presentes.

Condiciones de trabajo en el exterior

Asimismo, el gremio denunció la falta de aplicación de la Ley 2/2014 de Acción Exterior, que establece varias medidas, como que pueda cotizar el cónyuge del funcionario español destinado en el extranjero, el derecho a educación de los hijos de los funcionarios destinados en el exterior o que se les costeen algunos billetes anuales cuando cumplen funciones en otros continentes.

En cuanto a la atención a las condiciones de trabajo del personal del Servicio Exterior, desde el Ministerio señalan a este medio que el actual Gobierno ha impulsado importantes medidas “que los anteriores gobiernos eludieron acometer”.

Entre ellas, la primera subida salarial a todo el personal laboral en el exterior desde 2009, la ampliación de plantillas de las Oficinas Consulares en 150 personas tras la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática o la inversión de 115 millones en la digitalización de los servicios consulares, que se completará este año.

Además, adelantan que, a lo largo de 2025, “se van a llevar a cabo más de 650 nuevas contrataciones de personal en toda la red exterior”.

Recuerdan que, en 2024, “se tramitaron 118 contratos para mejorar las instalaciones de las sedes en el exterior, se inauguraron nuevos Consulados Generales en Reino Unido y China, a los que se sumarán próximamente dos nuevos Consulados Generales en Cuba e India”.

Asimismo, aluden a que “se ha reforzado la seguridad de determinadas legaciones en zonas donde existen mayores riesgos para el personal del servicio exterior”.

Papeleo lento en los consulados

Otra de las quejas es que el papeleo en los consulados es lento. Respecto a los servicios prestados a los ciudadanos en el exterior, el Ministerio se centra en obras de adecuación y rehabilitación de las Embajadas de España en Asunción, Caracas y Santo Domingo y en los Consulados Generales en Chengdú y Shanghái.

Igualmente, apunta a la intervención y renovación de las instalaciones en las Embajadas de España en Berlín, París, Rabat o Washington, o la mejora de las instalaciones en la Embajada en Kiev.

En la misma línea, se trabaja en los traslados y obras de las nuevas ubicaciones de las Embajadas de España en Bratislava, Tegucigalpa y Roma, y los Consulados Generales en Londres y Mendoza.

“Todo ello, con el fin de garantizar una mejora en la prestación de servicios, en la funcionalidad de los espacios y en la representatividad de España en el exterior”, defiende el departamento de Albares.

Sin embargo, en las quejas que se refieren a la falta de personal y atasco para los trámites de los ciudadanos españoles en los consulados, como la reagrupaciones familiares, no han recibido soluciones.

Falta de inspecciones

Desde los sindicatos subrayan la falta de inspecciones, de aplicación de procedimientos, de controles serios y rigurosos en el exterior.

“Nosotros somos defensores de la rendición de cuentas, de la transparencia y también de la investigación de la inspección. Es que si una institución no hace inspecciones ni aplica procedimientos de control serios y rigurosos, indirectamente está favoreciendo los prejuicios, las licencias, las fake news, la duda y la confusión. Por favor, dotémonos de medios para controlar y para proporcionar mejores medios y procedimientos a las oficinas”, recalca Virella.

Sobre las evaluaciones o inspecciones, “por primera vez en su historia, el Ministerio de Asuntos Exteriores hace evacuaciones. Lo hicimos en Afganistán. Lo hemos hecho en Sudán, en Níger, en Ucrania, en Israel, en Gaza, en Siria, en Irán. Y lo seguiremos haciendo igual que estamos liberando a personas que están detenidas e injustamente retenidas en distintos países”, indica el equipo de Albares.

Un exdiplomático que ahora forma parte del gobierno lo reduce todo a un problema de base: “No hay el número de plantilla diplomática suficiente. Hay 930 diplomáticos, cuando tenía que haber al más o menos los 1.200 o 1.300. Cuando mejor estuvimos fue con Moratinos con mil diplomáticos, pero no nos hemos recuperado de los recortes del PP”.

Por ello, considera que “cuando tienes ese número reducido no hay especializaciones reales. Todo el mundo tiene que hacer de todo, por decirlo de alguna forma”. De tal manera, que “el inconveniente del Ministerio no está ni en la voluntad política ni en la capacidad política del personal, sino en que básicamente se ha quedado atrás en un tema de recursos”.

En septiembre, los sindicatos van a volver a tratar más específicamente con los partidos políticos este decálogo de necesidades a implementar. Asimismo, esperan que el Ministerio termine el reglamento que sustituya al actual de la época del dictador Franco y poder reunirse con el ministro Albares, porque solo han sido recibidos en el Ministerio por el subsecretario a lo largo de estos meses.