Miriam Nogueras y Jordi Turull, este sábado ante el Consell Nacional de Junts.

Miriam Nogueras y Jordi Turull, este sábado ante el Consell Nacional de Junts. Europa Press

Política INDEPENDENTISMO

Junts presume de haber puesto fin al reparto "insolidario" de menas: "Les metían un billete en el bolsillo y nos los enviaban"

Jordi Turull ve "justo y equitativo" el acuerdo que destina sólo 30 menas a Cataluña, mientras que Madrid tendrá que acoger a 700. 

Más información: El Gobierno acuerda con Junts el reparto de 4.400 menores inmigrantes no acompañados: Cataluña acogerá entre 20 y 30

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El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el secretario general de Junts, Jordi Turull, han presumido este sábado del acuerdo alcanzado con el PSOE, por el que Cataluña recibirá sólo 30 menores inmigrantes procedentes de Canarias, mientras que Madrid tendrá que acoger a 700.

Este acuerdo, ha señalado Turull, "resuelve una cuestión de humanidad", ya que pone fin al hacinamiento en el que se encontraban estos menores en Canarias, pero lo hace "con criterios de reparto justos y equitativos".

"A algunos les ha faltado tiempo para llamarnos insolidarios", ha añadido ante el Consell Nacional de Junts, "cuando Cataluña ha sido la región más solidaria para acoger a estos menores y lo seguirá siendo".

"Lo que no puede ser", ha apostillado, "es que a esos menores les metan un billete en el bolsillo y los envíen a Cataluña", como venía ocurriendo hasta ahora.

Turull también ha alardeado de que el acuerdo con el PSOE para que la Generalitat asuma la "gestión integral de todas las políticas de inmigración" da a Cataluña "herramientas similares a las de los Estados, esenciales para afrontar el reto demográfico".

Una vez se apruebe la ley pactada entre ambos partidos, ha señalado, la Generalitat podrá decidir "las políticas de contratación [de los inmigrantes] en origen, de  acompañamiento de los menores y agilizar los trámites" de los permisos de residencia de larga duración.

Del mismo modo, ha recalcado, el conocimiento del catalán será un "requisito fundamental" para otorgar estos permisos. Porque, ha razonado, "sin integración no hay progreso ni nación".

"Nosotros somos los del discurso de Cataluña, un solo pueblo", ha dicho el secretario general de Junts, "necesitamos esas herramientas de Estado para hacer posible esta Cataluña de un solo pueblo". Y para que quienes se establecen en la región tengan "iguales derechos y deberes" que el resto de ciudadanos.

También Carles Puigdemont, que ha intervenido por videconferencia desde Bruselas, ha presumido de ambos acuerdos, alcanzados con el PSOE en Suiza gracias al mediador internacional.

Pero ha intentado distanciarse del discurso xenófobo que practica la Aliança Catalana de Sílvia Orriols.

Puigdemont ha dicho que Junts representa el "hilo rojo del catalanismo que no niega la catalanidad a nadie. Hay que ser solidario", ha señalado, "con todos los pueblos que luchan por su autodeterminación, sean ricos o pobres".

Un catalanismo, ha añadido, que "combate el odio y la catalanofobia, y no responde con otro odio" contra los que llegan de fuera.

"Los dos extremos no paran de atacarnos e insultarnos", ha asegurado el expresidente de la Generalitat, "no nos empeñezcamos con polémicas absurdas, por más que nos insulten, provoquen o mientan sobre nosotros".

Aunque Puigdemont ha dirigido sus principales ataques contra el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, al que ha acusado de viajar a Madrid para decir que "todo va como una seda, mientras el país se colapsa" por las constantes averías de los trenes de Rodalies.

"Cataluña no necesita un Govern", ha dicho Puigdemont "que abandone la lengua catalana, que sólo mira a Madrid, que tiene consellers que viven en Madrid y que pone en peligro inversiones críticas" para la región.

También ha negado que Cataluña haya recuperado la "normalidad", como sostiene el presidente Pedro Sánchez.

"No tiene nada de normal que el Estado no invierta nunca lo que aprueba para Cataluña", ha afirmado Puigdemont sobre las inversiones de los Presupuestos del Estado que no llegan a ejecutarse.

"No es normal que en tu país corras el riesgo de ser insultado si pides un café en catalán", ha insistido, "o que no te atiendan en el centro de salud porque el médico dice que no te entiende".