Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón en distintas manifestaciones feministas.

Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón en distintas manifestaciones feministas.

Política 8-M

El primer 8-M sin Monedero ni Errejón: los casos de machismo en la izquierda agitan la "rabia" de las feministas

Las denuncias recientes ponen en la picota a Podemos y Sumar. Los organizadores de las marchas creen que estos casos son "un motivo más" para manifestarse. 

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Cada 8 de marzo era habitual ver a Íñigo Errejón, con un pañuelo morado al cuello, en la manifestación por el Día Internacional de la Mujer. Desde el principio de su carrera política hizo bandera del feminismo, un movimiento que catalogó como "el más importante de nuestro tiempo". Fue, precisamente, un 8-M

Juan Carlos Monedero no era tan asiduo de estas movilizaciones, aunque también ha participado en alguna. "Estamos manifestándonos, desgraciadamente, contra nosotros mismos", afirmaba en una marcha contra la violencia machista en 2015, poco después del nacimiento de Podemos. 

Ahora ambos viven apartados de los partidos que contribuyeron a fundar: Sumar y Podemos, respectivamente. Éste será el primer 8-M en el que los dos líderes permanecerán en el ostracismo, tras sendas acusaciones de acoso sexual contra ellos. 

La duda está en cómo incidirán estos casos en las convocatorias por el Día Internacional de la Mujer, que se celebran este sábado. Y, sobre todo, de qué manera afectará a la imagen de Sumar y Podemos, que a buen seguro participarán en las manifestaciones convocadas. 

El año pasado, por parte de Podemos acudieron a la marcha de Madrid Ione Belarra e Irene Montero; mientras que por Sumar, estuvieron presentes Yolanda Díaz y la ministra de Juventud, Sira Rego. Era el primer 8-M tras la creación de Sumar y el cisma con Podemos, por lo que unas y otras concurrieron por su lado. A éste se añade otra polémica.

Íñigo Errejón en la manifestación del 8-M en Madrid en 2023.

Íñigo Errejón en la manifestación del 8-M en Madrid en 2023.

Ahora, igualmente divididas, a las dos formaciones les preguntarán por estos casos. Porque, además, tanto con Errejón como con Monedero existen sospechas de que sus respectivos partidos tardaron en apartar a sus líderes tras las primeras denuncias, aunque ambas ejecutivas lo niegan.

De nuevo este año habrá dos manifestaciones en Madrid: la mayoritaria y la convocada por las llamadas feministas clásicas. Los partidos de izquierdas siempre han acudido a la primera, que defiende los derechos de las personas trans o la ley del sólo sí es sí, entre otras cosas. Si bien, no son las fuerzas políticas quienes convocan.

La organización al frente se llama Comisión 8M y, aunque se sitúa en la órbita de Podemos, en ella están representadas más de una veintena de asociaciones, que van desde colectivos vecinales a movimientos LGTBIQ+ o grupos antirracistas. Consultadas por este medio, responden que episodios como los de Errejón o Monedero generan "rabia", aunque consideran que eso les da más motivos para salir a las calles.

"El machismo y las agresiones son algo transversal, que se ha normalizado desde siempre y que se dan en todos los espacios laborales, universitarios o sociales. Llevamos toda la vida denunciándolo y luchando contra ello", subrayan. Y argumentan que si estos episodios salen a la luz es porque "cada vez más mujeres deciden romper el silencio".

"No necesitamos que ningún partido ni cargo político nos secunde para que el feminismo siga conquistando espacios, empezando por nuestras calles, plazas, barrios y pueblos", insisten las organizadoras de la principal manifestación que se celebrará en España con motivo del 8-M. 

El lema que han elegido este año es "Feministas antirracistas, ¡a las calles! Nos va la vida en ello". Y aunque en su manifiesto hablen de una "justicia feminista" que "busque la verdad, que escuche y repare y que genere el compromiso colectivo para garantizar la no repetición del daño", en su presentación señalaron que "no es noticia que diferentes cargos públicos se vean involucrados en temas de violencia machista".

"Lo que sí que es noticia es que cada vez más mujeres nos estamos organizando en contra de la violencia", remacharon.

Ábalos y 'La Manada'

Desde el PP aprovechan estos escándalos para cuestionar la credibilidad de la izquierda ante el feminismo. "Ver al PSOE, a Podemos y a Sumar el próximo 8 de marzo va a ser algo muy sorprendente, además de una verdadera indecencia", dijo la semana pasada Alberto Núñez Feijóo en una entrevista en Telecinco.

Una ecuación en la que incluía a los socialistas, ante la investigación sobre el exministro José Luis Ábalos y su pareja Jésica Rodríguez, que sigue el Supremo. "Ver cómo con el dinero de los españoles se paga a prostitutas y se les da empleos públicos en los ministerios, haría caer a cualquier Gobierno", añadió Feijóo. 

Juan Carlos Monedero en una manifestación junto a las dirigentes de Podemos Irene Montero e Isa Serra.

Juan Carlos Monedero en una manifestación junto a las dirigentes de Podemos Irene Montero e Isa Serra.

También el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se preguntó "si el Gobierno más feminista" acudirá a la manifestación del 8-M "con Jésica", "los de La Manada" [recientemente dos condenados han visto reducidas sus penas por la ley del sí es sí impulsada por Podemos] o "con Monedero, Errejón y Pablo Iglesias". 

Mientras, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha insistido ante el caso de Monedero en que "se tienen que seguir pidiendo y dando más explicaciones". "En política estamos para ser ejemplares, decentes, honestos y coherentes", aseveró también en televisión. 

Dos marchas

Porque ésta será la cuarta ocasión consecutiva, desde el 8-M de 2022, en que las marchas en Madrid se dividan. El año pasado Ana Redondo asistió a la concentración mayoritaria, aunque nunca ha ocultado que se siente cerca del otro colectivo, capitalizado por el Movimiento Feminista de Madrid, que reivindica la abolición de la prostitución, a diferencia de la Comisión 8M.

Los casos de Errejón y Monedero, responden a EL ESPAÑOL desde el Movimiento Feminista de Madrid, "son dos ejemplos más de la violencia" sufrida por las mujeres "en cada ámbito, independientemente de la ideología política".

"No por ser de izquierdas o derechas están exentos de ejercer violencia contra nosotras. Es algo que las feministas tenemos claro y que, respecto a la repercusión que puede tener en el 8-M, la rabia y sed de justicia suele ser movilizadora, por lo que por este motivo y muchos otros las mujeres saldremos a las calles", defienden.

Sus principales demandas en este Día de la Mujer son la protección contra la violencia machista, la aprobación de políticas que "luchen contra la desigualdad entre sexos" y la abolición de la prostitución, que "duerme en un cajón" desde que la ministra de Igualdad la prometió.

Dentro de este grupo también está Altamira Gonzalo, presidenta de la Asociación Española de Feministas Socialistas (FeMes), integrada dentro de las llamadas feministas clásicas. Gonzalo cree que "la misoginia es patrimonio tanto de la izquierda como de la derecha" y considera que las acusaciones contra Errejón o Monedero son "una vergüenza para sus partidos". 

En cualquier caso, no cree que le resten "credibilidad al movimiento". "Al revés, tenemos más motivos para salir a las calles, como hemos visto también con el caso de Gisèle Pelicot", insiste. 

Uno de los objetivos de Ana Redondo cuando sustituyó en el Ministerio de Igualdad a Irene Montero era restablecer la unidad del feminismo, algo que la dirigente socialista no ha logrado. Y este año no sólo se mantiene la división, sino que se incrementa la polémica ante los escándalos en los otros partidos de la izquierda.