
La presidenta del Congreso, Francina Armengol (2i) este viernes con Alfonso Rodríguez Gómez de Celis a su derecha. Europa Press
PSOE y Sumar desbloquean la iniciativa de Junts para debatir la cuestión de confianza a Sánchez en el Congreso
El texto, que llevaba más de dos meses varado en la Mesa, finalmente se debatirá en el Pleno del 25 de febrero o del 11 de marzo.
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La Mesa del Congreso de los Diputados, con mayoría de PSOE y Sumar, ha admitido a trámite este martes la proposición no de ley de Junts en la que instan a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza. Aceptar el texto, revisado y reformulado respecto su versión original, era una de las condiciones de los posconvergentes a cambio de apoyar el nuevo decreto ómnibus que incluye la revalorización de las pensiones y las ayudas al transporte público.
La iniciativa en sí no tiene mucho misterio. Como ocurre con todas las PNL, no es vinculante, pero su forma de estar redactada (instar al presidente a pedir la confianza del hemiciclo) tiene unas consecuencias simbólicas importantes. Sobre todo, porque obliga a Sánchez a enfrentarse al Pleno del Congreso y debatir con él como si se tratase de una moción de censura.
De hecho, sería mucho peor, dado que parte de los socios (Junts, y a veces el PNV) mantienen a flote al Gobierno por incomparecencia de la oposición. Hoy por hoy ningún grupo plantea que haya números para desbancar a Sánchez en una moción de censura (ningún otro tendría más votos que él), pero sí hay una mayoría de diputados que estaría dispuesta a votar en contra del presidente.
Dicho de otro modo. Junts no tendría problema en votar contra Sánchez durante una PNL para darle un escarmiento, pero sí en apoyar a un candidato de la oposición (por ejemplo, Alberto Núñez Feijóo) para que ocupara su lugar en la Moncloa. En su estado actual sólo serían capaces de votar contra del presidente, no a favor de uno distinto.
Volviendo a la iniciativa, el texto que se ha aprobado este martes tiene severos cambios con respecto al original. La primera versión instaba directamente a Sánchez a someterse a la confianza de la Cámara, mientras que la que está ahora registrada simplemente le invita a "considerar la oportunidad" de hacerlo.
Los letrados del Congreso, un cuerpo de juristas cuya opinión y análisis no son vinculantes, emitieron un informe a mediados de diciembre señalando la falta de precedentes de que un grupo parlamentario pidiera que se debatiera si el presidente del Gobierno debe plantear una cuestión de confianza, dado que someterse a ella es una prerrogativa del propio líder del Ejecutivo. La Mesa lo dejó correr.
Ahora, según explican sus miembros en privado, el esperado debate podría producirse durante el Pleno del 25 de febrero o del 11 de marzo, que será cuando llegue el turno de cupo de Junts. Desde el Gobierno esperan poder convencer a los independentistas de que la retiren.
Lo que no deja de ser extraordinario es que el escollo de Junts no es más que una proposición no de ley, un tipo de iniciativas que no tiene valor ejecutivo, de las que los grupos presentan centenares, que instan al Gobierno a hacer algo concreto, pero que no hay forma de obligar al Gobierno a cumplirlas. Hay miles de proposiciones no de ley aprobadas en la historia constitucional y que nunca se han cumplido.