Tomás Serrano

Tomás Serrano

Política CASO KOLDO

Armengol se queda: achaca a los "técnicos" las compras a Koldo cerradas por cargos de confianza

Dos hombres del equipo de Armengol en el Servicio de Salud de Baleares, el director de Gestión y Presupuestos, y el subdirector de Compras y Logística, dieron el visto bueno al contrato con la trama. 

6 marzo, 2024 02:32

"La comunidad autónoma, decidida por el Servicio de Salud de mi comunidad, compró el material porque los técnicos pensaron que era necesario tener esas mascarillas". Con estas palabras, Francina Armengol achacó este martes a "los técnicos" del Gobierno de Baleares la compra de mascarillas a la trama de Koldo García Izaguirre.

En sus explicaciones, la presidenta del Congreso se desentendió de la contratación de su Govern con Soluciones de Gestión, la empresa que, supuestamente, pagó mordidas al asesor estrella de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes. No obstante, eludió un matiz importante: fueron Manuel Palomino y Antonio Mascaró, dos personas de su confianza, las que dieron el visto bueno a la operación, según fuentes de la Administración autonómica. 

El primero, era director de Gestión y Presupuestos del Servicio de Salud de Baleares (IB-Salut) cuando se suscribió el polémico contrato con la compañía de la que, supuestamente, se lucró Koldo con mordidas millonarias. Más tarde, Palomino fue ascendido a director general del Servicio de Salud. El segundo, era subdirector de Compras y Logística. 

[La investigación de la Fiscalía Europea pone bajo sospecha a la tercera autoridad del Estado]

Concretamente, Palomino, funcionario de carrera, fue el que contactó en abril de 2020 (vía correo electrónico) con Íñigo Rotaeche, responsable de la sociedad investigada en la operación Delorme, para acordar los pormenores del envío del lote de mascarillas que ahora pone a Armengol contra las cuerdas. Previamente, ambos habían mantenido contactos telefónicos. 

Palomino es una persona cercana a Armengol. Prueba de ello es que el Consejo de Gobierno lo elevó a director general del organismo público, un puesto que tiene rango de alto cargo dentro del organigrama del Ejecutivo autonómico. En concreto, es de facto el número dos de la Conselleria de Salud. 

La consellera de Salud, Patricia Gómez; Armengol, y el director general del IbSalut, Manuel Palomino, en una imagen de archivo.

La consellera de Salud, Patricia Gómez; Armengol, y el director general del IbSalut, Manuel Palomino, en una imagen de archivo. EP

Este martes, la expresidenta regional, ahora tercera autoridad del Estado, en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, descartó dimitir -como le reclama el principal partido de la oposición- y eludió toda responsabilidad en este supuesto caso de corrupción que salpica directamente al Gobierno de Pedro Sánchez.

En su relato de los hechos, Armengol dejó sin resolver muchas de las incógnitas que envuelven al contrato que rubricó la trama de Koldo con su Ejecutivo. Entre otras, quién fue la persona que ofreció las mascarillas al Govern y, sobre todo, a quién se las ofreció. A fin de cuentas, esa persona fue la que dio la orden de firmar la compra. 

La expresidenta balear se limitó a decir: "En ese momento necesitábamos todas las Administraciones públicas comprar material sanitario y nos llegaban propuestas a todos de diferentes empresas, de diferentes personas, pero obviamente pensando que todo el mundo lo que quería era ayudar. Nos llegaban de diferentes sitios, de empresarios, de gente que tenía un contacto que pensaba que alguien podía intermediar en China para poder comprar material sanitario, de administraciones, de ministerios, de instituciones, de ayuntamientos".

Eso sí, en todo momento, negó presiones de más arriba para elegir a la trama de Koldo: "Ni a mí, ni a mi Gobierno, nadie, y nadie es nadie, ni nos dio una orden, ni nos presionó, ni nos coaccionó, ni nos pidió que contratáramos a ninguna empresa. Y nadie es nadie. Ni eso, ni que renunciáramos a reclamar a la empresa el dinero".

El PP redobla su ofensiva

Lejos de recoger cable tras estas declaraciones, los dirigentes del Partido Popular redoblaron su ofensiva contra Armengol y pidieron su cabeza con más intensidad si cabe.    

Una vez que la presidenta del Congreso defendió su honorabilidad, dijo que "no todo vale", acusó a la oposición de "embarrar" y cargó contra el PP por traspasar "todas las líneas rojas"; Miguel Tellado respondió: "Nos reiteramos en la petición de su inmediata dimisión como presidenta del Congreso". 

El portavoz de los populares en la Cámara Baja lamentó que Armengol dejó "más preguntas que respuestas" y censuró: "Cero autocrítica, todo complacencia, mil excusas y ni una sola explicación real". Por otro lado, Tellado acusó a la presidenta de la Cámara de faltar a la verdad. 

"Francina hoy ha mentido. Ha dicho que no está siendo investigada, obviando que la Fiscalía Europea ha abierto diligencias sobre la compra de mascarillas, nada más y nada menos que por tres presuntos delitos de malversación, prevaricación y tráfico de influencias", señaló.