El candidato del PSdeG a la presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, visita este lunes uno de los barcos de arte de pincho en Celeiro, Lugo.

El candidato del PSdeG a la presidencia de la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, visita este lunes uno de los barcos de arte de pincho en Celeiro, Lugo. Efe

Política

El trasvase de votos del PSOE al BNG confirma su asimilación como partido 'muleta' del nacionalismo

Los socialistas se resignan en Galicia y País Vasco a diluirse en favor de las izquierdas identitarias, que ya son opciones "refugio" para sus votantes.

13 febrero, 2024 02:38

Es muy obvio, hace meses, que la inmediata gran apuesta del PSOE y de Pedro Sánchez es que el PP pierda la mayoría absoluta en Galicia el próximo domingo. Con eso logrará debilitar a Alberto Núñez Feijóo, agitando las revueltas aguas del principal partido de la oposición.

Sin embargo, hay una derivada de los comicios en Galicia sobre la que coinciden todas las encuestas, que parece que ocurrirá con toda seguridad y que preocupa a la dirección del PSOE: el trasvase de votos de los socialistas a partidos nacionalistas e independentistas y el consiguiente debilitamiento del partido en algunas comunidades.

Si el PP pierde la mayoría absoluta en Galicia no será por el empuje de José Ramón Gómez Besteiro, sino por el ascenso del BNG de Ana Pontón, que no ha parado de crecer desde que se convocaron las elecciones. Mientras, el PSdG se ha estancado o, incluso, ha caído muy por debajo del 20% de los votos.

[El PP, en riesgo de perder su mayoría absoluta en Galicia en la recta final: entre 37 y 39 escaños]

Estudios como el último del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicos) muestran que el BNG recoge el voto útil de la izquierda, atrapando a un 20% de votantes del PSOE (uno de cada cinco).

Además, son los nacionalistas los que se hacen con el voto que antes fue de otros partidos a la izquierda del PSOE. Es decir, Podemos y las Mareas.

También las encuestas del País Vasco muestran un fenómeno similar. Porque Bildu es el que cosecha los votos a la izquierda del PSOE, haciendo que los socialistas se estanquen como tercera fuerza política, por debajo del 15%. Y sin opciones de crecer, porque no tienen caladeros donde atrapar a votantes.

Según este análisis, por primera vez hay una tendencia a que partidos nacionalistas e independentistas sean "opciones refugio" o de voto útil para votantes del PSOE.

Las razones pueden ser las estrategias de partidos como BNG y Bildu, que han primado su perfil de izquierdas sobre el identitario o nacionalista. Y también, el acercamiento o legitimación del PSOE hacia estas formaciones, por sus acuerdos parlamentarios.

Es decir, a corto plazo los socialistas consiguen respaldo en el Congreso a través de alianzas con esos partidos. Pero, a la larga, refuerzan a sus socios nacionalistas y se debilita el PSOE en estas comunidades. De esa forma, es muy probable que los socialistas tengan en dos regiones como Galicia y País Vasco un respaldo en autonómicas en torno a un escaso 15%.

Fuentes de la dirección del PSOE aseguran que esos datos obligan a hacer planes de futuro para mejorar la implantación socialista.

Argumentan, no obstante, que ese análisis se mitiga por el hecho de que cada vez más hay un "voto estratégico" que diferencia entre elecciones generales, municipales y autonómicas. Y que esto ocurre especialmente en las llamadas "comunidades históricas".

Por ejemplo, en las últimas generales, el PSOE llegó al 30% en Galicia y ganó en el País Vasco con el 25,6%, mientras que ahora los sondeos le atribuyen una expectativa del 14%, menos de la mitad.

Sin embargo, esos resultados del pasado 23 de julio también fueron consecuencia de una situación muy concreta y especial. Entonces, también funcionó claramente el voto útil, precisamente en sentido contrario, para impedir un Gobierno del PP con Vox y el miedo a la ultraderecha.

Especialmente, en esas Comunidades Autónomas en las que hay una sensibilidad identitaria que se siente amenazada por el programa electoral de Vox.

Y cuanto más debilitado esté el partido en Galicia y País Vasco por ser la fuerza minoritaria en posibles gobiernos de coalición, menos opciones tendrá de arrastrar voto en futuras elecciones. Además de haber renunciado a presidir gobiernos en esas dos regiones, en las que ya lo hizo, y siempre fue la principal alternativa.