Pedro Sánchez este viernes durante un acto por el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, en A Coruña.

Pedro Sánchez este viernes durante un acto por el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, en A Coruña. Europa Press

Política GOBIERNO

Sánchez espera 'el milagro del 18-F': que el PP pierda la Xunta y Junts se parta antes de votar la amnistía

El futuro inmediato del presidente del Gobierno depende de la movilización del BNG en Galicia y de las posibles tensiones internas en el PP y en Junts.

10 febrero, 2024 03:33

Pedro Sánchez vive estos días en la víspera de una nueva meta volante, de las llamadas decisivas, de las que marcan su carrera política y de las que en la mayoría de los casos le van saliendo bien. De ahí que siga siendo secretario general del PSOE y, sobre todo, presidente del Gobierno. Para eso es experto en sobrevivir saltando siempre sobre el alambre.

En Galicia se juega dentro de 8 días parte del futuro de la legislatura y, esa es la razón de que vaya a volcarse en la última semana de campaña, además de haber dado orden de aparcar asuntos polémicos como la amnistía.

Moncloa pretende que hasta el 19 de febrero todo lo referente a Carles Puigdemont esté fuera de la agenda pública y que los líderes socialistas y miembros del Gobierno lo eludan en sus comparecencias públicas hasta que se cierren los colegios electorales en Galicia.

La complicación para Sánchez es que, en gran medida, su futuro político está en manos de otros, de actores que él no controla. Ahora bien, el 18-F, Sánchez tiene mucho que ganar y poco que perder, y Alberto Núñez Feijóo tiene más que perder y menos que ganar. 

Su estrategia para los próximos días se mueve en torno a tres coordenadas básicas, según fuentes socialistas. Depende de la movilización que logre el BNG; de la tensión que pueda producirse en el PP si pierde la mayoría absoluta en Galicia y, por último, de la presión dentro del independentismo sobre Puigdemont para que termine aceptando la ley de amnistía.

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Con un pleno de aciertos en ese programa estratégico de máximos, Sánchez reforzaría su posición para los próximos meses. La cuesta arriba de la legislatura se atenuaría ligeramente si lograra el "milagro del 18-F", como ya logró el del 23 de julio de 2023 y antes encadenó otros.

Según todas las encuestas y los estudios internos de los partidos, es difícil, pero no imposible que el PP pierda su mayoría absoluta en Galicia frente al bloque de nacionalistas y socialistas. Y todos los sondeos coinciden en que es casi imposible que el candidato socialista José Ramón Gómez Besteiro pueda superar el resultado de la cabeza de lista del BNG, Ana Pontón.

La candidata nacionalista mantiene una trayectoria ascendente en todos los estudios desde que se convocaron las elecciones y tiene asegurado ser la segunda más votada. La duda es si le acompañarán los resultados del PSdeG hasta llegar a los 38 escaños de la mayoría absoluta.

Los nacionalistas están concentrando el voto critico con el Gobierno de Alfonso Rueda en la Xunta. Les está funcionando la estrategia de priorizar los mensajes sociales y de izquierdas frente a los identitarios, para convertir así al BNG en el voto útil contra el PP.

Sánchez y 'el milagro del 18-F': el PP pierde la Xunta y Junts se parte 48 horas antes de votar la amnistía.

Sánchez y 'el milagro del 18-F': el PP pierde la Xunta y Junts se parte 48 horas antes de votar la amnistía. Efe

Por eso, según el último sondeo del CIS, el BNG mantiene una alta fidelidad de voto (78%) y cierta transversalidad en el voto que atrae: al 20% de votantes del PSOE (1 de cada 5), y casi la mitad (48%) de los votantes de la extinta coalición de Galicia en Común. Pontón es la cabeza de lista con mejor valoración.

El miedo a Vox no funciona

Esa encuesta oficial apuntaba como ninguna la posibilidad de que el PP pierda la mayoría absoluta, pero en sus tripas indicaba que las opciones de cambio en Galicia no son tan claras. Especialmente, no tanto como las de 2005, cuando se produjo el traspaso en Galicia del PP al bipartito de socialistas y BNG.

Por ejemplo, el PP mantiene, con el 82%, la mayor fidelidad de voto y Rueda logra un aprobado por su actuación como dirigente político; es el preferido para ser presidente (10 puntos superior a Pontón, 38% contra 28%) y el 68% considera que su gestión en la Xunta no ha sido mala.

El PP cuenta también con que será muy difícil que Sumar supere el 5% de cada circunscripción que le permitiría tener algún escaño. Las encuestas perciben que parte de su voto va al BNG y, en todo caso, si no logra escaños debilitará al bloque que forman con nacionalistas y socialistas.

El PSOE admite que para tener opciones de que haya cambio político es precisa una alta participación, y que sólo podrá llegar desde el BNG. Entre otras cosas, porque el mensaje habitual del PSOE alertando contra la extrema derecha no funciona en Galicia, entre otras cosas, porque en esta comunidad Vox no existe políticamente.

Esos estudios muestran también que la valoración de Pedro Sánchez es mala en Galicia y, de hecho, en las generales de julio el PP tuvo una ventaja de más de 14 puntos sobre el PSOE, porque no funcionó el miedo a la extrema derecha.

A pesar de eso, el líder socialista se volcará esta semana en la campaña para lograr "el milagro del 18-F", un enorme respiro político que le suponga una cierta reválida a sus posiciones políticas y, sobre todo, poder ver agitación en el PP y debilidad en Feijóo.

Porque en los últimos días hay cierta inquietud en el PP respecto al resultado. Incluidos dirigentes regionales que recelan de la estrategia de situar la batalla contra la ley de amnistía en el centro de todo.

En eso, precisamente, confía Moncloa: en que la pérdida de mayoría absoluta provoque movimientos internos en el PP que, como mínimo, debiliten el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo.

Sostienen los socialistas que si cayera la mayoría absoluta del PP en Galicia esos dirigentes regionales del PP pedirían que se rebaje el pulso sobre la amnistía y cuestionarían la hipérbole contra la ley. Feijóo se vería obligado a recalcular su ruta en la oposición, pocos meses después del revés que le supuso no lograr mayoría suficiente para ser investido presidente del Gobierno.

El desgaste de Junts en Cataluña

La tercera coordenada para completar el milagro del 18-F es la de Junts. Hay orden entre los socialistas de orillar esta próxima semana el asunto de la amnistía, a la espera de que Junts "se cueza en su salsa" mientras se negocia, porque Moncloa explica que ha detectado un profundo malestar en el independentismo en y sus bases por el voto en contra de Junts a la proposición de ley de amnistía.

El 19 de febrero el asunto volverá a la agenda, porque el 21 se reúne la Comisión de Justicia del Congreso para volver a revisar la proposición de ley, aunque no se descarta una ampliación de ese plazo.

El Gobierno insiste en que no aceptará la propuesta de Junts para ampliar al infinito los límites de la amnistía, entre otras cosas, porque ha constatado que Europa no lo aceptaría. Por eso, confía en que la presión interna haga ver a los de Puigdemont que esta es "la última oportunidad" de poner a cero los antecedentes penales de los encausados por el procés. Previsiblemente, no habrá más oportunidades para una medida de este tipo.

Fuentes de Moncloa confían en esa presión para que Junts acepte finalmente la proposición de ley. Su tesis es que han logrado un amplio apoyo en Cataluña a la amnistía y ahora quedaría atónita la sociedad catalana si Junts frenara la ley.

Si sale adelante la proposición de ley, Sánchez podrá avanzar en la difícil legislatura y lo hará mucho mejor con el BNG y los socialistas gallegos gobernando en Galicia y con Feijóo cuestionado en su partido. Ese sería el nuevo milagro de Sánchez.

Luego llegará la meta volante de las elecciones vascas, después la de las europeas y más adelante la de las catalanas. No habrá ni un mes de respiro, de milagro en milagro.