Pere Aragonès, este lunes en el Palau de la Generalitat, tras la reunión del Govern que valoró el informe sobre el referéndum de autodeterminación.

Pere Aragonès, este lunes en el Palau de la Generalitat, tras la reunión del Govern que valoró el informe sobre el referéndum de autodeterminación. Europa Press

Política INVESTIDURA

Moncloa rechaza el referéndum de Aragonès, pero se felicita de que lo posponga a la investidura

El modelo de consulta del presidente de la Generalitat implicaría un proceso que se demoraría en el tiempo, según el Gobierno.

17 octubre, 2023 03:56

"Este tipo de propuesta consistiría, por ejemplo, en consultar a la ciudadanía de Cataluña sobre la conveniencia de que el Parlament de Cataluña iniciara un proceso de reforma constitucional que podría contemplar la independencia y/o una nueva acomodación en el seno del Estado".

Esa es la propuesta del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y, por tanto, de ERC. Sería un referéndum de autodeterminación, con pregunta y respuestas claras, y, según explica ERC, pactada con el Estado.

Moncloa siempre ha mantenido que esta clase de consultas son imposibles, porque han sido rechazadas de forma expresa por el Tribunal Constitucional. También dijo eso sobre la amnistía hasta hace dos meses, pero en el caso del referéndum mantiene su posición de rechazo, según explican fuentes del Gobierno.

[Sánchez busca cómo derivar a una mesa el debate del referéndum durante la legislatura]

Pedro Sánchez sí ha admitido y pactado en el inicio de la anterior legislatura discutir en una mesa de diálogo un pacto global de relación de España y Cataluña que pudiera ser sometido a consulta al término del proceso. Pero en ningún caso un referéndum en el que se votaría sí o no a la independencia.

La diferencia sustancial es que en un caso sería un acuerdo entre el Gobierno central y los independentistas y, por tanto, estaría de alguna forma garantizado el resultado, mientras que en el otro caso no hay presidente del Gobierno que se arriesgue a autorizar un referéndum del que pueda salir la independencia.

El modelo de Aragonès tiene que ver con el referéndum que se celebró en Escocia en el 2014. En ese referéndum pactado con Londres el no a la independencia se impuso con el 55,3 % de los votos, frente al 44,7 % de los partidarios de la secesión.

Sin embargo, el anuncio de Pere Aragonès tiene un elemento positivo para el Gobierno: no lo presenta como condición para apoyar la investidura de Sánchez, sino como inicio de un proceso que se demorará aún bastante tiempo.

Avanza el acuerdo

De hecho, el president de la Generalitat catalana anunció ayer que su intención es llevar al Institut d'Estudis d'Autogovern su opción para que concrete los caminos jurídicos que puedan dar validez a un referéndum.

Según explicó, una vez superado el debate de investidura de Pedro Sánchez, sea cual sea el resultado, convocará una mesa de partidos de ámbito catalán para explicar su propuesta como president.

Esa intención coincide con la disposición de Sánchez a mantener y reforzar la mesa de diálogo entre España y Cataluña que se constituyó la pasada legislatura y en la que participó ERC.

Otro de los puntos positivos para el Gobierno es que el informe jurídico en el que se basa Aragonès recomienda que haya un mediador en ese proceso, pero añade que no es imprescindible.

Fuentes del Gobierno transmiten que avanza el acuerdo sobre el redactado final de la futura ley de amnistía. Explican que Carles Puigdemont mantiene su intención de negociar, que ya ha aceptado que no se tramite la proposición de ley de amnistía antes de la investidura y que se discuta el referéndum durante la legislatura.