El presidente del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández.

El presidente del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández. ANDREU DALMAU EFE

Política CATALUÑA

El PP cree que Cataluña aprobará sus cuentas con el "tripartito encubierto" de ERC, PSC y los comunes

El coordinador general de los populares, Elías Bendodo, acusa a Sánchez y a Aragonès de mantener "un pacto de supervivencia" a costa de la ciudadanía.

15 octubre, 2022 19:38

Cataluña experimenta la geometría variable. La herida provocada tras la crisis del Govern ha abierto un laberinto de escenarios para el Gobierno de Pere Aragonès, el más débil en la historia del Parlament. En la recta final para aprobar los presupuestos autonómicos del 2023, el president ya no cuenta con la carta blanca de JxCat y mira al otro lado, a la fórmula con la que funciona el Gobierno de España, pero al revés.

Si Pedro Sánchez apoya la Moncloa en Unidas Podemos y ERC, Aragonés estaría dispuesto a desbloquear los presupuestos de la mano de socialistas y comunes. Así lo cree el líder del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, quien intuye "una mayoría en forma de tripartito encubierto".

"Tendrá su primer episodio en el debate presupuestario", ha valorado Fernández durante el Comité Ejecutivo del PP catalán celebrado este sábado en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), en el que también ha intervenido el coordinador general del Partido Popular, Elías Bendodo.

[PP, Ciudadanos y Vox piden explicaciones a Sánchez por el supuesto pacto con ERC contra el castellano]

Los populares creen firmemente que el PSC, factor clave en la aritmética parlamentaria, y Els Comuns, el socio preferido, apoyarán los presupuestos "cómplices" de Aragonès. En la situación actual, con las cuentas por cerrarse y tantos flecos por cerrar antes de que termine la legislatura, la sintonía entre los tres partidos es, a puerta cerrada, una necesidad tanto en Barcelona como en Madrid.

Pese al veto de Oriol Junqueras al PSC, rebajado después por Aragonès, los populares catalanes avisan de que se trata solo de un movimiento para "presionar" a JxCat. "Que nadie se crea el teatro y el postureo. Que nadie lo dude: el PSC apoyará los presupuestos de Aragonès si necesita su apoyo", ha advertido Fernández.

[Sánchez ofrece "estabilidad" y "diálogo" al Govern de Pere Aragonés tras la salida de JxCat]

En el PP, en cambio, no todo pinta tan fácil. Los conservadores están prácticamente desaparecidos del Parlament y, aunque el efecto Feijóo es halagüeño, Cataluña siempre se les ha resistido. La previsión actual es esperar hasta después de las municipales para cambiar la dirección regional y buscar un revulsivo que releve, precisamente, a Alejandro Fernández.

Pacto de supervivencia

Elías Bendodo tampoco se ha quedado callado. El coordinador general del PP ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a Aragonès de mantener "un pacto de supervivencia" que le estaría saliendo "caro" tanto a los catalanes como al conjunto de españoles.

"Ni Sánchez puede dejar caer a Aragonès ni Aragonès a Sánchez", ha advertido sobre el pacto, que desveló el catalán esta misma semana. El president explicó en una entrevista concedida a TV3 que había acordado con la Moncloa no recurrir la nueva ley catalana para evitar la aplicación de la sentencia del 25% de horas de castellano en aulas de Cataluña.

Y sigue. "No se pueden pasar tantas líneas rojas en tan poco tiempo. Es un disparate del presidente del Gobierno. Él y la ministra de Educación deben dar explicaciones inmediatas", ha exigido. "¿Dónde se ha visto que un presidente del Gobierno sea arrastrado por un líder independentista para prevaricar juntos? Esto ha pasado de castaño oscuro, es un disparate".

Como ya adelantó EL ESPAÑOL, el papel del PSC dentro del juego de Ferraz se ha redoblado en las últimas semanas. A puerta cerrada, los votos de los socialistas catalanes en el Parlament son clave -como moneda de cambio- para asegurar el apoyo de ERC en el Congreso de los Diputados, algo que hasta hace unas semanas no estaba para nada garantizado.

Desde fuera, la tensión sigue escenificándose.