Pedro Sánchez, durante el Debate del estado de la Nación del pasado mes de julio.

Pedro Sánchez, durante el Debate del estado de la Nación del pasado mes de julio. Sara Fernández

Política GOBIERNO

Sánchez prepara una renovación profunda del Gobierno: nadie tiene el puesto asegurado

El presidente ya ha contactado con varios candidatos a entrar en su Ejecutivo en la crisis que prepara para septiembre.

14 agosto, 2022 02:24

Pedro Sánchez ya ha empezado a contactar con diferentes candidatos para entrar en su Gobierno en septiembre. El presidente, desde sus vacaciones, prepara una revolución en su equipo de trabajo para afrontar el último año de legislatura y tratar de recuperar el pulso político. Hay mucho nerviosismo en los ministerios.

"Es la última bala", explica a este diario una fuente conocedora de los contactos discretos que está impulsando el presidente en su entorno. "Ahora mismo, nadie tiene el puesto asegurado... y al decir 'nadie' es precisamente eso, ninguno de los ministros". ¿Ni siquiera los más poderosos o los recién llegados, hace apenas un año? "Nadie es nadie".

Las encuestas le dan la espalda a Sánchez desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del Partido Popular y, sobre todo, tras la confirmación de las turbulencias económicas, que pueden agravarse este otoño.

La estrategia es la de confrontar dura y directamente con el PP y con su líder. Ir "a por todas", a la pelea, y mostrar más que gestión, decisión. Sánchez quiere que el Gobierno y el partido salgan cada día a batirse con Feijóo.

El plan está diseñado por el equipo más cercano a Sánchez en la Moncloa: Óscar López y Antonio Hernando. Ambos forman la dirección de Gabinete del presidente y, entre ellos, el primero ha entrado en la nueva mini ejecutiva de nueve miembros que, teóricamente, coordinarán PSOE y Moncloa.

[Los ministros de Sánchez, en tromba contra Feijóo con la consigna de frenar su auge en las encuestas]

La revolución que el presidente ultima estos días en Lanzarote vivió una especie de primera vuelta en el último Comité Federal del pasado 23 de julio. La dimisión de Adriana Lastra, el lunes 18, precipitó unos movimientos en el partido y en la estructura de Moncloa que Sánchez quería dejar para septiembre. Pero la salida intempestiva de la vicesecretaria general le obligó a mover ficha.

Algunas de las salidas y de las entradas del Gobierno que se sustanciarán a la vuelta de agosto tendrán que ver no sólo con la elaboración de las listas para las municipales y autonómicas de mayo de 2023, sino con las incongruencias que muestra la actual reestructuración.

El portazo de Lastra

Lastra decidió cómo y cuándo daba su portazo tras una fuerte discusión con Sánchez poco antes de publicar su carta de despedida. El jueves 14 de julio, al acabar el Debate sobre el estado de la Nación, había remitido su carta de renuncia al secretario general socialista, resentida por la falta de confianza que se traslucía de las últimas filtraciones provenientes de Moncloa. Y fuentes internas del PSOE confirman el enfado de Sánchez y los reproches desabridos de su antigua escudera.

Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, el presidente quería dejarlo todo para el inicio del nuevo curso. "Ya el año pasado se precipitó, haciendo la crisis de Gobierno en julio", apunta otra fuente autorizada del PSOE. "Entonces, se perdió todo el posible impulso con el veraneo de por medio... más allá de que la falta de peso político del nuevo Ejecutivo es la causa principal de lo que se prepara ahora".

Pedro Sánchez, en una imagen de archivo.

Pedro Sánchez, en una imagen de archivo. Europa Press

De momento, los cambios en el PSOE aún no se han notado. Aunque haya salido Lastra, el camino marcado es el mismo. "Es que lo único que pasó en el Comité Federal fue la entrada de Patxi López en la portavocía del Congreso y el nombramiento de María Jesús Montero como nueva vicesecretaria general", explica un miembro del Gobierno a este periódico.

Y eso tiene varias lecturas. La primera, que los ministros que no destaquen por salir a los micrófonos a disparar a la gaviota azul, pierden puntos. El presidente quiere reforzar su figura y capitalizar posibles éxitos en Europa.  

Segundo, que el Gobierno y el PSOE van a centrar el último año de legislatura en su maquinaria de campaña más que en la gestión. De hecho, con ese rumbo fijado, se da incluso por descontado que habrá que asumir derrotas en algunas votaciones en el Congreso.