El alcalde de Don Benito, José Luis Quintana, y el de Villanueva de la Serena, Miguel Ángel Gallardo.

El alcalde de Don Benito, José Luis Quintana, y el de Villanueva de la Serena, Miguel Ángel Gallardo. Jorge Barreno

Política ENTREVISTA

Los alcaldes que predican con el ejemplo: "Otros se unirán como Don Benito y Villanueva de la Serena"

Miguel Ángel Gallardo y José Luis Quintana someten a consulta popular la unión de sus ayuntamientos para ser así la tercera ciudad de Extremadura.

2 febrero, 2022 06:00

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Nada más ser investidos alcaldes, tras las elecciones municipales de 2019, José Luis Quintana (Don Benito) y Miguel Ángel Gallardo (Villanueva de la Serena) se reunieron para tomar café. Ahí descubrieron su afinidad personal y política, pues ambos fantaseaban con una misma empresa: unir las ciudades vecinas y convertirse así en la tercera más grande de Extremadura (por delante de la capital, Mérida, y sólo superada por Cáceres y Badajoz).

No era la primera vez que se consideraba la fusión. Desde el inicio de la democracia ha habido tres o cuatro intentos, pero todos fueron frustrados por lo que Gallardo llama "el politiqueo". "Los vecinos siempre decían que la unión nunca se alcanzaría porque los políticos no se pondrían de acuerdo", explica el alcalde de Villanueva.

Como querían que esta fuera la definitiva, los regidores socialistas decidieron hacer las cosas de otra manera, planteando el proyecto cuando estuviera maduro, con fundamentos sólidos y argumentos irrefutables. Por eso encargaron un informe a la Universidad de Extremadura sobre la pertinencia de la fusión. Los resultados les sorprendieron: la nueva metrópoli generaría el 11,2% del PIB de la provincia, sólo por detrás de Badajoz (26,2%) y hasta por delante de Mérida (10,2%).

Don Benito y Villanueva de la Serena se fusionan

Con estos datos encima de la mesa, llamaron al presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y le sondearon. A este le convenció la idea, y les aconsejó que se la transmitieran a los dos expresidentes, Juan Carlos Rodríguez Ibarra (1983-2007) y José Antonio Monago (2011-2015). Todos la vieron con buenos ojos.

Aglutinados estos apoyos fundamentales, los dos regidores se pusieron en contacto con todos los partidos políticos de los municipios: PSOE, PP, Ciudadanos y Unidas Podemos. Y aceptaron. Ahora sólo queda el último paso para que la primera gran fusión en la historia democrática de España se consume: la consulta popular que se celebrará el próximo 20 de febrero, y que debe contar, al menos, con el 66% de votos favorables.

Un cuórum que se conseguirá con toda seguridad, a juzgar por la acogida que tuvo el acto 'Yo sí me uno' de este pasado lunes. Quizá porque haya calado la campaña consistorial explicando a los vecinos los beneficios de la unión, porque ésta no afectará a los equipos de fútbol, por el apoyo de todas las instituciones (incluido el Gobierno de España) o porque los dos alcaldes, en un gesto de desprendimiento, han anunciado que no optarán a la vara de mando de la nueva ciudad.

José Luis Quintana y Miguel Ángel Gallardo, antes del acto 'Yo sí me uno' celebrado en el Palacio de Congresos de Villanueva de la Serena.

José Luis Quintana y Miguel Ángel Gallardo, antes del acto 'Yo sí me uno' celebrado en el Palacio de Congresos de Villanueva de la Serena. Jorge Barreno

Se trata, en palabras de Quintana, de un proceso "ausente de inconvenientes" que podría ser replicado en lo sucesivo. Y es que en España el 84% de los municipios -todos ellos con menos de 5.000 habitantes- gastan más en su propio funcionamiento que en servicios públicos. El "proceso de unificación" queda abierto.

Dos municipios vecinos que, lejos de rivalizar entre ellos, aspiran a fusionarse para ser la tercera ciudad de Extremadura. Sus alcaldes, buenos amigos, están dispuestos a renunciar a la vara de mando. Y todo ello con unanimidad. Parece que la política nacional tiene mucho que aprender de la municipal...

–José Luis. No es una situación habitual, desde luego, en la política nacional o en la regional, pero sí en la local. La institución más cercana al ciudadano es el ayuntamiento. Aquí los representantes políticos pensamos en los vecinos, no en las siglas. En la política local es posible ponerse de acuerdo; en la nacional entran en juego otros intereses.

–Miguel Ángel. Esto es realmente la política, pero nos hemos acostumbrado al politiqueo. Aquello que vemos siempre en los medios y que nos parece lo habitual, cuando realmente la política es esto.

Dice el filósofo José Antonio Marina que la política hace un tiempo que dejó de ser la búsqueda del consenso para convertirse en la búsqueda del enemigo.

–M.A. Yo no puedo estar de acuerdo nunca con que la política sea eso, la política es el instrumento que cambia la realidad de la cosas. La política en un municipio es decidir dónde tiene que estar el centro de salud, el parque, el polideportivo… cómo tienen que llevarse a cabo los tipos impositivos… La política es el instrumento que debe ayudar al progreso de los pueblos. 

¿Fue fácil poner de acuerdo a los distintos partidos políticos? Desde el Partido Popular a Podemos, pasando por Ciudadanos, todos respaldan la propuesta.

–J.L. Todos lo entendieron desde el principio, pero gracias al papel fundamental que han tenido los tres presidentes autonómicos. Cuando Miguel Ángel y yo ya habíamos hablado y teníamos los informes, planteamos la idea a los presidentes de la Junta de Extremadura. Y no sólo aceptaron, sino que nos dieron consejos.

Llamamos primero a Vara, que nos aconsejó que se lo comunicáramos también a Juan Carlos Rodríguez Ibarra y José Antonio Monago. Se lo contamos cuando todavía nadie lo sabía. Ellos nos guardaron el secreto. Luego fuimos reuniendo a todos los partidos políticos para decírselo, y todos nos apoyaron.

José Luis Quintana, regidor de Don Benito, presume de mascarilla por la fusión con Villanueva.

José Luis Quintana, regidor de Don Benito, presume de mascarilla por la "fusión" con Villanueva. Jorge Barreno

Que los tres presidentes autonómicos de la historia de Extremadura hayan apoyado la fusión es una muestra del consenso que concita.

–M.A. Su respaldo ha sido muy importante. Ellos conocen bien la región, la han gobernado –algunos durante mucho tiempo– y conocen sus fortalezas y debilidades. Su opinión era imprescindible, y los tres coincidieron en que la unión es buena para Extremadura. Dos ciudades se convierten en la tercera [más poblada], y se convierten juntas en un gran músculo de la zona a nivel económico. Pero es cierto que me ha sorprendido muy gratamente la altura de miras de todos los partidos políticos, que no sólo lo han aceptado, sino que se han puesto a trabajar activamente. 

El Gobierno de España también ha respaldado la iniciativa por cuanto permitirá una "gestión más eficaz de los fondos y los recursos públicos", así como por suponer un ejemplo de "máxima colaboración y buena vecindad". ¿Hay una vocación ejemplarizante en esta fusión?

–J.L. Vamos a recorrer un camino que no se ha recorrido nunca. Dos ciudades grandes, potentes a nivel económico... Pero no sólo se fusionan dos ciudades, sino dos partidos judiciales. Es un camino ilusionante, aunque desconocido. Y se dan una serie de circunstancias concretas que ahora lo hacen posible. 

¿Se puede replicar en otros territorios? 

–M.A. Yo creo que puede ser un ejemplo para el municipalismo en España. Éste tiene que hacer una reflexión. Somos muchos ayuntamientos, y el proceso de unificación de municipios se ha hecho ya en prácticamente todos los países de Europa. En su día se aprobó una ley para la fusión de municipios, pero no sólo no se ha conseguido, sino que ahora hay incluso más que antes. Yo creo que se unirán otros.

Gran parte de la ciudadanía tiene la sensación de que sobran administraciones y cargos políticos. ¿Son la crisis económica derivada de la pandemia y la desafección hacia la política unos buenos motivos para recortar el gasto público?

–J.L. Si nosotros nos convertimos en una ciudad más grande es porque supone una mayor eficiencia a nivel de gasto público. Hay contradicciones entre quienes sostienen que sobran políticos y que luego, cuando surge un problema, reclaman la actuación de la política. Algunos quieren que se les baje los impuestos, pero, cuando llega la pandemia, que se les de ayudas. Hay que alejar esas contradicciones estando cerca del ciudadano, como se está en los municipios: estamos en la calle, conocemos sus problemas. Ningún problema de ningún ciudadano o ciudadana es ajeno a nosotros.

–M.A. Yo además discrepo absolutamente de que sobren políticos. La cuestión no es que los concejales de este municipio sean muchos o pocos, es que no cobran. En mi ayuntamiento hay solamente cuatro liberados, el resto se dedica a su trabajo. Es cierto que vivimos en la política del debate corto, donde el mensaje simple alcanza más que el sencillo, y mucha gente percibe la política como un problema.

Los alcaldes de Don Benito y Villanueva de la Serena conversan con EL ESPAÑOL.

Los alcaldes de Don Benito y Villanueva de la Serena conversan con EL ESPAÑOL. Jorge Barreno

¿Qué harán con la vara de mando de sus respectivos ayuntamientos en caso de prosperar la consulta? ¿Se presentarán a los comicios del futuro municipio?

–J.L. A partir del día 21, si la consulta tiene respaldo, ninguna decisión puede ser individual. Todas las decisiones serán compartidas, habrá cogobernanza. Además, tenemos el compromiso del Gobierno de España de ser percibidos desde el primer momento como una ciudad de más de 50.000 habitantes a efectos de los fondos europeos.

Y a las elecciones de esa nueva ciudad ninguno de los dos nos vamos a presentar. No queremos en ningún caso que la gente perciba que hay un interés personal de uno de nosotros. No. Nosotros estamos trabajando por el interés colectivo. Ese sacrificio seguro que es muy valorado por la ciudadanía.

¿Tenían claro desde el principio que la consulta popular debía ser el mecanismo para la fusión? ¿Y por qué el 66%?

–M.A. Teníamos claro que tenía que venir avalada por la ciudadanía, pero la ley no establecía cómo hacerlo. Con una mayoría simple sería suficiente, pero entendemos que acabaríamos creando un conflicto a largo plazo, y que cualquier persona que viniera luego podría deshacer el camino andado.

La mayoría del 66% es la establecida en los grandes acuerdos de país para que exista cierta legitimidad. Si bien es cierto que la fusión es un proceso largo y complejo, y que como en máximo será en 2027 cuando haya una nueva corporación. Pero desde el 21 de febrero, si la consulta es favorable, no podremos tomar decisiones de forma individualizada porque nos condicionaríamos un pueblo a otro cuando vamos a ser uno.

Miguel Ángel Gallardo, alcalde de Villanueva, tenía clara su apuesta por una consulta popular.

Miguel Ángel Gallardo, alcalde de Villanueva, tenía clara su apuesta por una consulta popular. Jorge Barreno

¿Si las calles fueran una encuestadora fiable, por dónde intuyen que andará el porcentaje de adhesión?

–J.L. El 66% es una mayoría cualificada, pero cuanta más, mejor. Nosotros nos estamos dejando todo para conseguir un respaldo mayoritario.

–M.A. Yo percibo que la gente tiene ilusión en participar en un proceso histórico. La historia que vamos a escribir es la más bonita para nuestros hijos e hijas. Es un proceso de solidaridad intergeneracional. Ahora que se habla de que nuestros hijos pueden vivir peor que la generación de nuestros padres, tenemos que rebelarnos. Y nosotros nos hemos rebelado. El 66% es un buen resultado, auque aspiro a uno mucho más rotundo.

El nuevo Ayuntamiento se construirá en un pequeño núcleo urbano que hay entre las dos ciudades (asienten con la cabeza). El centro sanitario se encuentra ahí y se llama Don Benito-Villanueva. ¿Será ese el nombre del nuevo municipio?

–J.L. No...

–M.A. Necesitamos un nombre que sea a la vez una nueva identidad y no una conjunción de los dos. Villanuevas puede haber entre 30 y 35 en España, necesitamos algo más específico. Pero no nos preocupa en este momento, lo importante ahora es unir, que la gente se contagie de la ilusión porque sabemos lo que estamos construyendo.

Les doy ideas: Donvilla, Villa Don Benito de la Serena, Vegas Altas…

–J.L. (mientras M.A. ríe) Eso dependerá de los expertos.

Entre los vecinos preocupa qué pasará con los equipos de fútbol locales, el CF Villanovense y el CD Don Benito, ¿podrían desaparecer?

–J.L. La máxima rivalidad en España no es entre el Real Madrid y el Barcelona, es entre el Sevilla y el Betis. Lo hemos visto en el derbi reciente, y los dos son de Sevilla. Madrid también tiene al Atlético y al Rayo, y no pasa nada. Pero estas cuestiones dependen de los equipos, no se les va a obligar a nada.

Dejando de ser municipios medianos para convertirse en una gran ciudad, ¿pueden los vecinos que llevan un estilo de vida más rural salir perdiendo?

–M.A. El proceso no sólo beneficia a los que vivimos aquí, o a los que mañana quieren vivir aquí, sino especialmente al mundo rural, a los pueblos de alrededor. Se ha demostrado que el mundo rural que está próximo a un nucleo poblacional grande no sólo no decrece, sino que crece. No sólo no se va a perjudicar al mundo rural, sino que lo va a fortalecer. Los alcaldes de la zona están de acuerdo.

–J.L. Pasando a ser un municipio de más de 50.000 personas podremos ofrecer servicios a los pueblos de alrededor que ahora no podemos.

Ha llegado hasta mis oídos un dicho que circula desde hace décadas: "Para matrimonio bonito, la novia de Villanueva y el novio de Don Benito". Todo esto estaba escrito…

–M.A. Eso es absolutamente real. Siempre se ha dicho que "para matrimonio bonito, la mujer de Villanueva y el hombre de Don Benito".

–J.L. ¡Y además es cierto!

–M.A. También es cierto que siempre se ha dicho que los hombres de Don Benito son más guapos y las mujeres de Villanueva son más guapas...

–J.L. Las dos ciudades están muy mezcladas, muy interrelacionadas, sobre todo en las ultimas generaciones. Es muy difícil que alguien no tenga un familiar vecino.

La Plaza de España de Villanueva de la Serena, adornada con motivo de la consulta popular del próximo 20 de febrero.

La Plaza de España de Villanueva de la Serena, adornada con motivo de la consulta popular del próximo 20 de febrero. Jorge Barreno