El presidente de Vox, Santiago Abascal.

El presidente de Vox, Santiago Abascal. Efe

Política ELECCIONES 26-M

Vox se lleva el cierre de campaña a las puertas del Supremo para capitalizar el juicio al 'procés'

La causa del 'procés' se ha convertido en un escaparate de lujo para Vox, que para su acto final cambia Colón por la madrileña Plaza de la Villa de París.

23 mayo, 2019 01:38

Vox cambia Colón por la madrileña Plaza de la Villa de París. El partido de la nueva derecha cerrará su campaña para la elecciones municipales, autonómicas y europeas del próximo 26 de mayo frente a la sede del Tribunal Supremo, donde desde febrero se celebra el juicio al procés. En el acto, que arrancará a partir de las 20.00 de este viernes, participarán el presidente de la formación, Santiago Abascal, la candidata a la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, y el cabeza de cartel al Parlamento Europeo, Jorge Buxadé.

La elección del lugar no es baladí. Este martes, el día en que se constituían las Cortes Generales, los 24 diputados de Vox patearon sus escaños para impedir que se escuchara a los catalanes de ERC y JxCat prometer sus cargos. "Desde el compromiso republicano, como preso político y por imperativo legal, sí", leía Oriol Junqueras, actualmente en prisión preventiva por rebelión. Vox quiere repetir esa imagen volviendo este viernes frente al tribunal que juzga a los dirigentes separatistas. En cualquier caso, este viernes no está previsto que se celebre sesión.

Lo cierto es que la causa del procés se ha convertido en un escaparate de lujo para el partido de la nueva derecha. Y por eso sus dirigentes han puesto toda la carne en el asador para que ese nivel de exposición pública se traduzca en más votos. De ahí el cierre electoral frente a la sede del Supremo. 

Allí Vox ejerce la acusación popular, representada por los letrados Javier Ortega Smith, secretario general del partido, y Pedro Fernández, vicesecretario jurídico. Y desde este martes, ambos son diputados electos de la Cámara Baja.

Aunque la coincidencia entre las campañas electorales y la celebración del juicio ha podido desdibujarlo, el tribunal ha tratado de evitar desde el principio que se convierta en un evento partidista que pudiera empañar la futura sentencia. "La sala quiere dejar bien claro que los interrogatorios de las acusaciones y también de las defensas solo van a poder centrarse en los aspectos fácticos. No va a permitirse un debate ideológico de cada uno de los acusados ni tampoco de la representación de la acusación popular". Fue la advertencia que lanzó el juez Manuel Marchena. Y al menos, esa indicación se ha respetado dentro de la Sala Segunda del alto tribunal. Pero no fuera.  

Desde el pasado 12 de febrero, día en que arrancó el juicio a los líderes independentistas acusados de promover el pulso al Estado que culminó en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, la Plaza de la Villa de París se ha transformado en una auténtica pasarela donde se han podido escuchar declaraciones tanto de la defensa como de la acusación. 

Una campaña menos multitudinaria

En la campaña de las generales del 28-A, Vox se caracterizó por registrar una alta movilización en todos sus mítines. Entonces abanderó un discurso sencillo con mensajes contra una "derecha acomplejada", los "golpistas separatistas" y la "dictadura progre". Tras los resultados electorales, por debajo de las expectativas generadas (irrumpió con 24 escaños y con el 10,3% de los sufragios), el partido de "la España viva" dio un giro radical a su nueva campaña, coordinada esta vez por Iván Espinosa de los Monteros, número tres. 

Si en abril Vox presumía de actos multitudinarios, con lleno hasta la bandera en casi todas las plazas que visitaba Abascal, en mayo las convocatorias han sido más discretas y sectoriales. También ha virado el mensaje; menos centrado en Cataluña y poniendo más acento en medidas más concretas (impuestos, vivienda, la inmigración irregular, la seguridad ciudadana…). El objetivo: cazar el voto obrero en los municipios donde pinchó el 28-A.

Durante estos 15 días, la candidata madrileña ha recorrido Leganés, Alcorcón, Móstoles y se ha prodigado en prensa, en un claro intento por acercarse a los medios de comunicación, si bien EL ESPAÑOL continúa entre los periódicos vetados por Vox. De hecho, el arranque de campaña consistió en una reunión con varios redactores, un encuentro en el que se impidió el acceso a este diario. Para el acto final, en cambio, "no será necesario acreditarse", informan desde el partido.