Las Atarazanas, que reabren este miércoles en Sevilla, con los arcos y suelos restaurados.

Las Atarazanas, que reabren este miércoles en Sevilla, con los arcos y suelos restaurados. EP Sevilla

Andalucía

Reabren las Atarazanas, el astillero medieval de Sevilla que mandaba barcos a América: "Es increíble lo que han hecho"

El primer acto del lugar es el Consejo de Gobierno que celebra este miércoles allí el Ejecutivo de Juanma Moreno.

Más información: Un Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía será el primer acto de las Atarazanas tras "décadas de abandono"

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Los astilleros medievales de Sevilla reabren. No como espacio de fabricación de barcos para el comercio con América sino como lugar para la cultura. El primer acto de esta nueva vida del espacio ha sido una reunión del Consejo de Gobierno del Ejecutivo de Juanma Moreno.

Justamente el presidente andaluz señaló la pasada semana el "abandono" durante décadas del lugar. Y de ahí que haya querido apoyar su reapertura con la reunión del Gobierno. En las primeras horas de este miércoles periodistas y políticos paseaban por las instalaciones reformadas.

"Es increíble lo que han hecho, la de luz que tiene", comentaba uno de los asistentes a la inauguración del lugar restaurado.

Las atarazanas, otrora fábrica de barcos, es ahora un espacio diáfano que conserva los arcos ojivales. El suelo se ha elevado sobre el nivel original, que puede verse todavía al fondo del enorme espacio creado junto al río Guadalquivir.

La restauración, que financian la Junta de Andalucía y la Fundación Cajasol, se ha puesto de largo con la presencia de todos los consejeros andaluces, el presidente Juanma Moreno, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz y el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido.

Astilleros

Las Atarazanas, cabe recordar, fue el astillero más grande de España y uno de los más importantes de Europa. Desde Sevilla se centralizó todo el comercio con América y eran necesarios los barcos que salían o se arreglaban en sus instalaciones para mantener este flujo cultural y económico.

Las obras de este Bien de Interés Cultural (BIC), que han contado con una inversión de 18 millones de euros, se iniciaron en febrero de 2022 y han tenido un plazo de ejecución de 31 meses.

Vista de las Atarazanas.

Vista de las Atarazanas. EP Sevilla

Con más de 7.000 metros cuadrados de superficie, el edificio está conformado por amplias naves conectadas mediante grandes arcos de ladrillo. Las piezas más deterioradas han sido sustituidas por nuevas, integradas después mediante técnicas que mantienen la estética original.

El resultado, tal como ha destacado el citado grupo empresarial, "combina la esencia histórica del inmueble con nuevos espacios", como una sala de exposiciones concebida con un diseño contemporáneo.

En las zonas de mayor valor patrimonial, los suelos se han resuelto con placas alveolares apoyadas sobre albero, "una solución reversible que preserva la memoria del uso original del espacio como lugar de construcción de galeras".

En esta intervención, se han podido integrar técnicas constructivas actuales --pilotes, solados de cubierta, escaleras mecánicas-- con procesos de restauración de materiales originales, como carpinterías y cerchas de madera, algunas de ellas de gran antigüedad.

Arturo Bernal, entonces consejero de Turismo, Cultura y Deporte, anunciaba a principios de julio del pasado año que el proyecto inicial de las Atarazanas, que fue el que se acordó por parte del anterior Gobierno de la Junta, estaba a punto de terminar. El consejero defendía que desde el Gobierno andaluz se había buscado la manera de desarrollar el 100% del proyecto original.

Las obras comenzaron en febrero de 2022, después de que a finales de diciembre de 2017, la Junta, titular del monumento, Fundación La Caixa, adjudicataria de la gestión del enclave para su recuperación y adaptación como espacio cultural, y Adepa firmaran un acuerdo destinado a resolver la entonces enquistada situación del proyecto.

Aunque el diseño inicial, obra del arquitecto hispalense Guillermo Vázquez Consuegra, había sido aprobado por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico; un juzgado suspendió provisionalmente la licencia de obras concedida por el Ayuntamiento tras impugnarla Adepa por lo Contencioso Administrativo.

Adepa se opuso a aquel proyecto original al no recuperar la cota original del monumento y contemplar "la reforma de dos cuerpos edificados sobre las naves dos y cuatro, modificando sus cubiertas, cerramientos y distribución interior", con la instalación de "varias escaleras mecánicas y un nuevo forjado", entre otros aspectos.

El colectivo conservacionista había criticado que se hubiera reducido la profundidad de la excavación de los 4,5 metros iniciales a 2,4 metros. La Junta esgrimió al respecto que, al ser detectada la existencia de agua a los 2,4 metros, "no tenía ningún sentido seguir excavando".

En octubre de 2021, pocos meses antes del comienzo de las obras, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico daba su visto bueno a la reforma del proyecto original, tras haber solicitado antes la introducción de diferentes aspectos en el nuevo documento técnico fruto del acuerdo de diciembre de 2017.

Desde la Junta se ha venido defendiendo que el contenido de las Atarazanas sería compatible con el relato histórico al momento en el que Sevilla era la capital del mundo" en lo económico y artístico. Uno de los usos que se barajó para este céntrico emplazamiento era el CaixaForum, si bien, por diversas circunstancias, Fundación La Caixa optó por llevárselo a la Cartuja, junto al centro comercial Torre Sevilla.